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“En Colombia, estamos luchando por la vida”.

La Internacional Progresista llega a Bogotá antes de la ronda final de las elecciones presidenciales.
Este. domingo, lxs colombianxs votarán en unas elecciones presidenciales que marcarán el rumbo no solo para Colombia, sino para toda América Latina. Por ello, la Internacional Progresista se moviliza a Colombia para defender su voto de la violencia, la intervención y el fraude.
Este. domingo, lxs colombianxs votarán en unas elecciones presidenciales que marcarán el rumbo no solo para Colombia, sino para toda América Latina. Por ello, la Internacional Progresista se moviliza a Colombia para defender su voto de la violencia, la intervención y el fraude.

La temporada electoral de Colombia ha sido hasta ahora testigo de una serie de controversias en las que el papel de lxs observadorxs internacionales ha sido fundamental. Entre ellas, un fallo sistemático en el recuento de votos de las elecciones legislativas, que negó más de un millón de votos antes de un recuento parcial. Además, la repentina decisión de impedir la auditoría internacional del código del software utilizado para contar los votos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, dos meses después.

Ahora quedan dos candidatos para la presidencia de Colombia que representan dos tradiciones y coaliciones políticas radicalmente diferentes, y el riesgo para el proceso democrático sigue siendo alto.

El primer candidato es Gustavo Petro, miembro de la IP, ex alcalde de Bogotá y senador en ejercicio en Colombia. Junto con la candidata a vicepresidenta, Francia Márquez, representan el Pacto Histórico, un amplio frente de fuerzas progresistas forjado durante años de negociación y colaboración en la lucha por la transformación democrática.

El segundo es Rodolfo Hernández, un errático y fanfarrónico ex alcalde de Bucaramanga. Hernández ha evitado las entrevistas y los debates para dirigir su campaña a través de una serie de insípidos videos de Tiktok difundidos por Whatsapp y Facebook. Tras recientes desatinos en los medios de comunicación, Hernández declaró que llevaría a cabo su campaña desde Miami, EE.UU., hasta el día de las elecciones, sólo para revertir esta decisión inmediatamente. Su única promesa de campaña es perseguir y encarcelar a políticxs corruptxs, a pesar de que él mismo está siendo investigado por corrupción.

Sin embargo, más allá de estas peculiaridades de su personalidad, Hernández tiene un historial de xenofobia, misoginia y comportamiento autoritario que representa una gran amenaza para las instituciones democráticas y las poblaciones vulnerables de Colombia.

Ha dicho que las mujeres deberían mantenerse al margen de la política y limitarse a ofrecer "apoyo desde casa". Ha llamado a Venezuela "fábrica de bebés", alegando que lxs migrantes venezolanxs han traído la pobreza, la "sífilis y el SIDA" a Colombia. Agredió físicamente a un miembro del Concejo Municipal de Bucaramanga durante su mandato como alcalde en 2018 y ha dicho: "Me limpio el culo con la ley".

Cuando le preguntaron en una entrevista radial qué figuras históricas admiraba más, respondió: "Soy seguidor de un gran pensador alemán llamado Adolf Hitler", declaración de la que luego se retractó para decir que lo confundía con Albert Einstein.

El ascenso de Rodolfo Hernández puede ser una señal del declive de las fuerzas de la derecha del establecimiento de Colombia afiliadas al ex presidente Álvaro Uribe. El candidato del establecimiento de la derecha dura del uribismo no pasó a la segunda vuelta por primera vez en décadas.

Sin embargo, incluso antes de que los votos estuvieran totalmente contados la noche de las elecciones, la dirección de la derecha uribista se adhirió inmediatamente a la campaña de Hernández. La campaña es atractiva para las fuerzas uribistas no sólo como un vehículo de terceras partes sin mancha para derrotar a la izquierda, sino también como un recipiente vacío que puede llenarse con sus propios intereses y sus apparatchiks.

Siguen existiendo temores a la intimidación paramilitar, a la violencia política –especialmente al asesinato de candidatxs– y a la falta de garantías en la integridad del recuento de votos. Sin embargo, estas elecciones también representan una oportunidad histórica para Colombia.

Por primera vez, lxs colombianxs tienen la oportunidad de votar por una sociedad que invierta en la paz en lugar de en la guerra civil, en la salud, en la educación, en lxs trabajadorxs, en el bienestar de las mujeres, en la profundización de la integración regional política y económica de América Latina y en una verdadera acción climática.

Nuestra obligación es defender ese voto y el proceso democrático por el que se expresa de forma libre y justa. La Internacional Progresista estará sobre el terreno en Colombia durante toda la semana, vigilando y escrutando el desarrollo del proceso electoral. Permanece atentx.

Foto por Milo Miloezger en Unsplash

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Translator
Maria Inés Cuervo
Date
15.06.2022
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