Ecology

Cómo la política climática se detiene en la frontera

El Puerto de Rotterdam se jacta de sus credenciales verdes en los Países Bajos pero invierte en mega proyectos de combustibles fósiles en el extranjero.
Siendo el mayor puerto europeo y décimo del mundo, el puerto de Rotterdam representa actualmente el 20% del consumo de energía de los Países Bajos. Su cliente más importante es la industria de los combustibles fósiles.
Siendo el mayor puerto europeo y décimo del mundo, el puerto de Rotterdam representa actualmente el 20% del consumo de energía de los Países Bajos. Su cliente más importante es la industria de los combustibles fósiles.

La empresa que opera el puerto, Port of Rotterdam(PdR), pretende alinearse al Acuerdo de París y ha presentado un plan para convertirse en un puerto "sostenible y neutral en sus emisiones de CO2" para el año 2050. Pero un nuevo estudio de SOMO muestra que esta política climática progresista se detiene en la frontera, y sólo concierne a sus actividades en los Países Bajos. Documentos de políticas internas muestran que el PdR está buscando activamente compromisos de compañías petroleras o centrales eléctricas de carbón para sus proyectos internacionales en Brasil e Indonesia.

La estrategia internacional del PdR establece que proyectos en el extranjero ofrecen oportunidades para fortalecer la competitividad de Rótterdam, además de generar nuevos modelos de ingresos. Así, el PdR desarrolló planes para un complejo industrial portuario en Kuala Tanjung, en Indonesia. Aunque el PR se ha restringido el acceso a los estudios de viabilidad, varias fuentes muestran la inclusión de una central eléctrica de carbón y posiblemente de una terminal de carbón en los planes del proyecto. Se prevé que esta central eléctrica de carbón suministre electricidad a varios grupos industriales futuros (metalúrgicos y petroquímicos). En su respuesta a SOMO, el Programa de Acción afirma que Indonesia "lamentablemente, dependerá de los combustibles fósiles durante más tiempo".

En el Brasil, el PdR participa en el desarrollo de los puertos de Porto Central y Pecem. Debido a su ubicación estratégica en relación con yacimientos de petróleo y gas, se espera que Porto Central tenga como clientes a los actores más importantes de la industria fósil brasileña. En el Porto Central se ofrecerán instalaciones de distribución y almacenamiento de petróleo, el puerto será dragado y accesible para las mayores compañías petroleras. El informe de la reunión de accionistas del PdR del 10 de enero de 2019 muestra que el propio PdR buscó activamente "compromisos de las compañías petroleras" para el proyecto brasileño.

De acuerdo con SOMO, esta práctica no se ajusta a los Acuerdos de París. Mientras la industria de combustibles fósiles desempeñe un papel central en los proyectos internacionales, se exacerbará el cambio climático. Los proyectos desarrollados por el PdR hacen que los países dependan de la industria fósil durante décadas. Una vez que una terminal de carbón ha sido construida, debe ser utilizada por lo menos durante veinte años para obtener el retorno de la inversión.

Estos nuevos desarrollos portuarios son megaproyectos que cambian radicalmente el entorno social y físico. Aunque las actividades generadas por estos puertos prometen empleo y nuevas fuentes de ingresos, van acompañadas de pérdida de diversidad de fuentes de ingresos, expropiación de tierras y problemas sociales. Los profundos cambios en los ecosistemas, como los bosques de manglares, dan lugar a una bola de nieve de pérdida de diversidad biológica.

Los efectos adversos para las personas y el medio ambiente no se limitan únicamente a la zona portuaria. Los puertos son nodos de las cadenas de valor mundiales. Abren el interior de los países y promueven el desarrollo de infraestructura de transporte y, con ello, el aumento de la oferta de mercancías. Aunque el PdR subraya que su participación en proyectos internacionales da resultados positivos, SOMO cuestiona para quiénes son esos resultados positivos y cómo se comparan con las consecuencias negativas. Lo que una empresa define como resultado positivo puede contrastar fuertemente con la perspectiva de la población local.

SOMO sostiene que un enfoque estrecho sobre emisiones de CO2 dentro de fronteras nacionales hace poco para afrontar los desafíos que produce el cambio climático. En cambio, una transición justa exige una transformación estructural con un enfoque global que examine nuestro actual sistema de producción, reproducción y consumo, incluyendo las relaciones sociales desiguales subyacentes. En lugar de la métrica distractora de CO2, la transición energética exige un acceso igualitario y control democrático de la energía basado en la integridad ecológica.

Además, más allá de encerrar a los países en décadas de dependencia de los recursos fósiles, SOMO aboga por una transición que tenga en cuenta las injusticias del pasado, la prevención de injusticias futuras y compensación para las personas y comunidades más afectadas. Esto requiere que las prioridades socioeconómicas pasen del crecimiento económico a una prosperidad que sea accesible para todxs en un entorno saludable. El objetivo es una sociedad en la que el desarrollo no se imponga sino que se determine colectivamente, y en la que el valor no se extraiga sino que se redistribuya.

Ilona Hartlief es investigadora en SOMO y está especialmente interesada en analizar y revelar los factores, dinámica e impactos producidos por grandes proyectos de infraestructura. Ella buscar hacer esta accesible esta información a una amplia audiencia y pretende contribuir a la construcción de un movimiento. Tiene un interés específico en asuntos relacionadas con feminismo, relaciones de poder y justicia climática.

Rhodante Ahlers es investigadora del SOMO (Centro de Investigación sobre Empresas Multinacionales) y se especializa en investigación interdisciplinaria de las interacciones sociales, ecológicas y tecnológicas que producen paisajes desiguales y disputados y que revelan los posibles puntos de presión para lograr la justicia social y ambiental. Su trabajo actual en SOMO se centra en el desarrollo de energía e infraestructura y cómo se financian.

Foto: Frans Berkelaar, CC 2.0

Available in
EnglishGermanPortuguese (Brazil)SpanishFrenchRussian
Authors
Ilona Hartlief and Rhodante Ahlers
Translator
Guillermo Rodríguez García
Date
10.05.2020
Source
Original article🔗
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