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MSICG: Guatemala ya no tiene un régimen democrático

Entrevista con el sindicato y miembro de la IP, MSICG, sobre los levantamientos populares en Guatemala y la necesidad de una Asamblea Nacional Constituyente.
"Guatemala está experimentando ahora una dictadura completa después de haber pasado de la guerra a una democracia formal. Es muy importante que la comunidad internacional entienda a qué nos enfrentamos en el país".
"Guatemala está experimentando ahora una dictadura completa después de haber pasado de la guerra a una democracia formal. Es muy importante que la comunidad internacional entienda a qué nos enfrentamos en el país".

Nota editorial: El 21 de noviembre, las imágenes del Congreso de Guatemala en llamas dieron la vuelta al mundo. La protesta fue inicialmente provocada por las negociaciones presupuestarias a puerta cerrada que preveían recortes en los servicios educativos, sociales y de salud, mientras se apoyaba generosamente al sector empresarial. Pero el levantamiento que continúa hasta hoy también reflejó la profunda y prolongada frustración del pueblo guatemalteco con la corrupción política, el retroceso democrático y la desigualdad económica. A principios de diciembre, la Internacional Progresista habló con Lesbia Amézquita y Efrén Sandoval del sindicato guatemalteco y miembro de la IP, MSICG, sobre la situación en el país.

[Internacional Progresista] Para empezar, para muchas personas de todo el mundo el Congreso Nacional en llamas el día 21 de noviembre fue lo último que vieron. ¿Cómo están las cosas en este momento y que está sucediendo en Guatemala?

[Lesbia Amézquita] Bueno el sábado surge un movimiento social importante en el país porque es un movimiento social impulsado por lxs trabajadorxs, por lxs estudiantes, por la población en general, convocado por la población en general, que se aglutina en la plaza para demandar justicia frente a unas políticas del Estado que responden única y exclusivamente al sector empresarial del país, frente a un Estado que no ha tomado medidas para evitar la muerte de la población y que está sumamente corrompido a todo nivel. Tenemos también en este momento, y es la razón principal por la que estamos, incluso hoy, manifestando en todo el país, un poder ejecutivo y un presidente que ha tomado el control del Congreso de la República y del poder judicial. Es decir, Guatemala está viviendo en este momento, después de haber pasado de la guerra a una democracia formal, en una plena dictadura. Y es muy importante que la comunidad internacional tenga claridad sobre lo que estamos viviendo en el país: esto ya no es un régimen democrático, hay una concentración de poderes en el Presidente de la República tanto del poder legislativo, como del poder ejecutivo y del poder judicial, al punto de que el Congreso de la República, controlado por el Presidente de la República a través de 115 diputadxs que responden única y exclusivamente a lo que dicta el poder ejecutivo, se ha negado a acatar una resolución de la Corte de Constitucionalidad que les ordenaba, de manera inmediata, nombrar a lxs magistradxs del poder judicial. En este momento tenemos una corte del poder judicial ilegítima que ha estado funcionando desde hace aproximadamente un año, ante la negativa del presidente y del Congreso de la República de respetar la independencia y la división de poderes. Aparte de esto, es todo un sistema de corrupción, unas políticas que benefician única y exclusivamente el sector empresarial, lo que ha derivado en que el pueblo salga a la plaza a demandar independencia de poderes, Asamblea Nacional Constituyente, la renuncia inmediata del Presidente de la República y la renuncia también de lxs 115 diputadxs que han sometido el Congreso de la República al poder ejecutivo. Esa es la situación que estamos viviendo en el país.

[Efrén Sandoval] Pero en este momento, después del punto álgido del sábado 21 existen ciertos niveles de calma, calma aparente. Ahora vemos al gobierno que está tratando, a través de los medios de comunicación que controla, de convencer a la población de que su descontento se basa en un presupuesto que aprobaron en horas de la madrugada con un endeudamiento récord para el país y está ofreciendo un diálogo supuestamente con los sectores, pero ya ha dicho que se ha reunido con los tanques de pensamiento del sector empresarial aquí en Guatemala. Entonces ahora lo que está sucediendo es que el movimiento se mantiene y está tratando de contrarrestar ese discurso, es decir, que lxs guatemaltecxs no estamos molestxs por el tema de un presupuesto, el presupuesto es una cuestión secundaria a las políticas de Estado, es secundario a otro tipo de condiciones. En Guatemala el descontento es un descontento acumulado, es la corrupción que se ha venido incrementando, pequeños avances que se han tenido y que se han ido retrocediendo, y ahora lo que tenemos es que efectivamente hay un poder, una dictadura que ejerce el mando de todo sin ningún tipo de control.

Hay que recordar cómo se constituye el Estado guatemalteco: el Estado guatemalteco se estructura sobre la base de la tesis de la división de poderes y crea tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. A esos poderes les establece dos controles que son fundamentales: un control a través de la Procuraduría de Derechos Humanos, que es un comisionado del Congreso que se encarga del aspecto de los DDHH, y aparte un control de constitucionalidad que ejerce la Corte de Constitucionalidad. En los últimos meses hemos visto como se ha dado un ataque frontal de parte del gobierno, de lxs diputadxs, hacia esos controles, al punto de que a la Corte de Constitucionalidad la inutilizaron. Ahora la Corte de Constitucionalidad no está resolviendo nada importante porque no cuenta con lxs 7 magistradxs que necesita para poder convocarse. Eso se hizo también para impedir cumplir con lo que mandó la corte, como lo que decía Lesbia, de elegir a lxs magistradxs del poder judicial. Es decir, estamos en un Estado sin control y el descontento de la gente no es el presupuesto, a pesar de que venga todo el discurso.

Ahora se está invocando la Carta Democrática de la OEA. Yo tengo una opinión muy particular con respeto a esa Carta Democrática. O sea, de todas las veces que se ha invocado ha sido para atacar procesos democráticos de los pueblos. Sin embargo, no me extraña que ahora sea invocada por un dictador para proteger su posición frente al pueblo. Aquí no hay un rompimiento del orden constitucional de parte de la gente. La gente está demandando independencia de poderes, la gente está demandando políticas que se adecúen a las necesidades de la población, no que vengan a enriquecer más a esa pandilla de corruptxs que están en las instituciones y a la pandilla de ineptxs que están en las cámaras empresariales. En Guatemala no hay empresarixs que puedan hacer negocios si no los hacen a costa de las arcas del Estado, a costa de los derechos de la gente y a costa de exenciones tributarias. Entonces ni siquiera tenemos a unx empresarix que podamos decir que representa alguna posibilidad de desarrollo para el país. El descontento de la gente ahora es por eso. A pesar de que nos estén diciendo que es el presupuesto, la población está molesta con ese estado de las cosas, está molesta con esa forma de hacer política, está molesta, o creo que al final de cuentas hay algo importante en todo esto y es que la gente está despertando, la gente se está dando cuenta de que nuestro problema, y el principal problema del país, ha sido el sector empresarial organizado en el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF) que desde 1957 se creó para fundamentar, para sostener un movimiento totalmente antidemocrático como el que se dio en el 54, y que a partir de ahí se ha encargado de condicionar las políticas de Estado de tal forma que la población, primero, no hemos avanzado nada en derechos a partir de la década del 44–54, y que ahora están avanzado en una agenda que con este gobierno se piensa impulsar a pasos acelerados, que es la eliminación básicamente de la totalidad de derechos económicos, sociales y de trabajo.

[L] Yo quiero llamar la atención también de la comunidad internacional sobre lo que está ocurriendo en Guatemala porque no podemos tener una comunidad internacional, como la que está acreditada en el país, a la que le consta perfectamente que hay incluso dos magistradxs ahora con proceso penal de la Corte de Constitucionalidad, que no hay independencia de poderes, que se ha consolidado una dictadura y que el gobierno de Guatemala, el Presidente de la República, se alzó contra la población a través de la Policía Nacional Civil. Hay 2 jóvenes que perdieron sus ojos producto del ataque que sufrieron por la Policía Nacional Civil por manifestar, hay jóvenes que están capturadxs, principalmente estudiantes, en este momento en que nosotrxs estamos discutiendo, por ejercer un derecho de manifestación y tenemos un presidente que es un dictador y que está consolidando una dictadura. La comunidad internacional no puede ser cómplice de esa dictadura, tampoco puede cerrar los ojos ante que se está masacrando al pueblo por pedir políticas de justicia social, por pedir presupuesto para combatir la desnutrición crónica de lxs niñxs, para atender las grandes demandas de las mujeres, para que se abastezcan los hospitales. La corrupción de este gobierno ha llegado a tal punto que no hay insumos en los hospitales para atender a los pacientes de Covid. Aquí, la gente se está muriendo en sus casas porque no vale ir a un hospital desabastecido en donde solo van a morir lejos de sus familias. Esta es la situación que estamos viviendo en Guatemala en este momento.

[IP] Además de esta dictadura y Estado corrupto, ¿cuáles fueron los factores que llevaron a esta revuelta popular y cuáles son las demandas del pueblo en este momento?

[L] Mira, las demandas en este momento son la renuncia inmediata del dictador, el presidente de la República, la renuncia inmediata de sus 115 diputadxs y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente en donde el pueblo participe para generar democracia en este país. La democracia que históricamente se nos ha negado por la cooptación que tienen las élites empresariales del Estado y la corrupción que llevan al Estado. Eso es básicamente lo que estamos demandando en este momento.

[IP] ¿Cómo está el MSICG enfrentando la situación y cómo se está organizando ahora?

[L] Bueno en este momento nos estamos movilizando en todos los departamentos del país, junto al resto de la población, demandando también la renuncia del presidente. Quiero comentarte que este gobierno incluso llegó a cerrar las instituciones encargadas de vigilar los DDHH. En este momento, se ha estado debilitando desde hace rato pero principalmente ahora, la institución del Procurador de los DDHH para impedirle cumplir con su mandato de vigilar la vigencia de los DDHH en el país y pues nos hemos estado movilizando, mantendremos la movilización, convocaremos a movilización permanente a todas las fuerzas sociales del país, principalmente a la clase trabajadora, porque al final quienes más hemos pagado las políticas y la corrupción de este gobierno, somos la clase trabajadora. Frente a la pandemia del Covid la política del gobierno fue dar dinero a las empresas, incluso a empresas que simularon tener trabajadorxs para obtener fondos públicos. Esa ha sido la política del gobierno, no ha sido la población. Nunca ha sido atender a la población ni las demandas de la población. Se autorizaron despidos y suspensiones de contratos de trabajadorxs; se quería cooptar al seguro social para tomar desde el poder ejecutivo los fondos del seguro social; y pues ahora, recientemente, lxs diputadxs, esxs 115 diputadxs, están promoviendo en el parlamento una iniciativa de ley que va a quitar todos los derechos laborales que, al menos formalmente, tenemos reconocidos en el país. Entonces este Congreso, esta dictadura, es un peligro para la democracia. Es un peligro para la clase trabajadora y es incluso un peligro para la vida de cada ciudadanx de este país.

[IP] En este momento la revuelta, este movimiento popular, ¿es principalmente un movimiento urbano o es campesino también, ocurriendo en el campo?

[E] Bueno, ahora el movimiento está generalizado en el país. Creo que a veces los movimientos solemos tener diferencias de planteamiento de algunas cosas. Creemos que el problema que existe ahora en Guatemala es un problema general que nos obliga a generar, y cuando logremos solucionar el problema que tenemos inmediato que es esta dictadura, que son estas condiciones, ya podremos discutir las diferencias que pudieran existir. Pero ahora es un momento de sumar. Estamos sumando, estamos esperando que la gente sume en el objetivo común de restaurar primero el orden constitucional en el país. Y eso significa recuperar los equilibrios entre las instituciones, recuperar la credibilidad de las instituciones, y recuperar al Estado. Es decir, no puede ser un Estado gobernando por el sector empresarial, no puede ser un Estado gobernando para generar condiciones de enriquecimiento de políticxs sin fines escrupulosos. Tenemos que recuperar eso. Y en eso estamos ahora y es lo que estamos tratando de hacer en todos los rincones del país.

[L] Y de hecho ya no es un movimiento urbano. El sábado 21 veíamos un movimiento urbano, hoy vemos un movimiento en Quetzaltenango, en Petén, en Totonicapán, en Huehuetenango, en la Plaza Central, en Chiquimula, en Jutiapa, en Jalapa, en Zacapa, en Santa Rosa, es decir, el pueblo de la clase trabajadora. Hoy vivimos, y lo estamos publicando en la red del MSICG, una fiesta democrática en Guatemala donde la clase trabajadora de todo el país —trabajadorxs campesinxs, trabajadorxs urbanxs, trabajadorxs indígenas y principalmente mujeres— estamos saliendo a la calle a demandar democracia, a demandar justicia social. Pedimos el acompañamiento de la comunidad internacional. No queremos una comunidad internacional cómplice de una dictadura, queremos una comunidad internacional que pase del discurso a la práctica, que nos ayude a crear condiciones democráticas y de justicia social en este país. Eso es lo que pedimos a la comunidad internacional. Entendemos que el gobierno está usando en este momento la Carta Democrática como un instrumento para reprimir al pueblo, para garantizar a través de la OEA usar la fuerza pública contra las manifestaciones pacíficas que como pueblo estamos haciendo en cada rincón del país. Pero estas manifestaciones pacíficas no las va a callar esta dictadura ni con el apoyo de la OEA porque el pueblo está peleando pan, está peleando salud, está peleando educación, estamos peleando un mínimo de condiciones de vida, de dignidad y no vamos a cesar hasta tener un país en donde todxs podamos vivir con un mínimo de dignidad.

[E] De hecho ahora, este gobierno ha generado algunos cambios en términos de la represión. Teníamos años de que un gobierno no lanzaba las fuerzas públicas con tanta brutalidad en contra del pueblo. Ahora vemos en estas manifestaciones videos donde se ve a la policía sacando armas que habían escondido días antes en las alcantarillas, para fingir ante la población que iban desarmadxs y luego aparecer armadxs ya frente a la gente. Tenemos muchas imágenes de policías que están golpeando a las personas y, es más, algunxs hasta los están asaltando les quitan la billetera, las cosas que cargan con el ánimo de robarles. Estamos viendo algo que no se había visto en este país. Es más, había una resolución de la Corte de Constitucionalidad, que gobernaba al Estado y a las fuerzas de seguridad del Estado, de evitar confrontar y atacar a la población. Sin embargo, se hizo y están las consecuencias que tenemos ahora: hay dos jóvenes que perdieron sus ojos porque les dispararon de cerca, incluso unx estuvo a punto de morir porque le dispararon muy de cerca una bala de goma.

[L] Y ahí tú ves que la comunidad internacional puede ver la falta de independencia de poderes. Tenemos una Fiscal General que movilizó rápidamente a lxs fiscales del Ministerio Público para acusar a lxs manifestantes y encarcelarlxs. Mientras, hasta este momento, no se sabe que haya un encarcelamiento de las fuerzas de la Policía Nacional Civil que usaron armas contra la gente que estaba en la manifestación, ni tampoco se está abriendo una investigación de por qué la policía tenía armas en las alcantarillas para usar contra lxs manifestantes. Eso es una falta total de independencia de poderes. Un Ministerio Público que tampoco está persiguiendo a las fuerzas de seguridad del Estado que violaron los DDHH de lxs jóvenes que estaban manifestando y que principalmente lxs más afectadxs fueron lxs estudiantes. Esto es lo que más deploramos en el MSCIG, el uso de la fuerza concentrada casi exclusivamente en lxs estudiantes de la Universidad Estatal.

[IP] ¿Cómo podemos, como internacionalistas de todo el mundo, hacer que la solidaridad internacional sea tangible y concreta para el pueblo guatemalteco, además de denunciar el gobierno y la dictadura?

[L] Bueno, yo creo que explicar el problema, ¿no? Que es una dictadura. Pero también acudir a sus embajadas. Hablar con sus gobiernos. Hablar con los gobiernos de los distintos países para explicar cuál es la situación de Guatemala para que también los países vayan apoyando un proceso real y democrático en Guatemala.

[E] Bueno, debemos recordar que, regularmente, cuando los movimientos democráticos están gobernando suele darse un ataque mediático muy fuerte, primero cuestionando que se han violado DDHH y demás, y se mueve toda la articulación mediática, toda la articulación institucional, para aplastar a ese movimiento democrático. Cuando los pueblos son los que se mueven, comienza a darse todo ese mismo movimiento, solamente que ahí catalogan a la gente de vándalxs, de terroristas, de golpistas, de criminales. Entonces esta es la primera guerra que se debe ganar en cualquier movimiento y creo que en esos momentos la solidaridad más importante es poder ayudarnos a ganar esa guerra mediática. No podemos seguir quedándonos con ideas que esté mandando el gobierno, de que el malestar popular es un acto de sedición —o sea, que estamos en contra de ellxs, que estamos rompiendo el orden constitucional— porque ha habido una primera subversión de ese orden constitucional y esta se ha producido en el momento en que se rompieron los controles democráticos que se hacían sobre el abuso de autoridad en los poderes. Entonces, al romperse el equilibrio de poderes nos quedó una dictadura, es lo que tenemos y es contra lo que se está luchando. Y esa es la idea que se debe trasladar a todo el mundo. A nosotrxs nos cuesta un poco porque igual, como ustedes saben, regularmente los movimientos democráticos nunca tenemos de nuestro lado a los medios, las grandes cadenas de televisión, entonces tenemos que venir a recurrir a la solidaridad y al compromiso de cada quien para poder difundirlo. Hoy, Latinoamérica está viviendo momentos muy importantes, tenemos algunas décadas en las que se está tratando de construir una opción diferente para las cosas. Creo que finalmente estamos saliendo de toda la lógica eurocentrista en dónde los grandes cambios se construían en Europa, ahora se están construyendo en Latinoamérica y por eso es que está bajo un ataque incesante en estos momentos. Es necesario que nosotrxs activemos, porque ahora una de las principales armas contra los movimientos es el tema mediático, entonces necesitamos generar y mover esa solidaridad, primero en la comunicación y luego ya se verá de qué otras formas puede manifestarse, pero primero es romper esa barrera mediática que exponen y con la cual alteran la realidad de tal forma que resulta que quien está defendiendo los valores democráticos resulta siendo el agresorx. Entonces eso tenemos que romper.

[IP] Mirando hacia adelante, ¿a dónde va la rebelión y este movimiento? ¿Hacia dónde se está moviendo el pueblo guatemalteco?

[L] Bueno el pueblo se está moviendo hacia una Asamblea Nacional Constituyente. Queremos democracia y la única forma de llegar a un Estado democrático en este momento, en las condiciones que tenemos en Guatemala, es una Asamblea Nacional Constituyente dirigida por el pueblo para marcar los cambios que hay que hacer. Porque el sistema de partidos políticos que tiene Guatemala es un sistema diseñado para que el poder económico financie los partidos políticos, y en Guatemala todos los partidos políticos, sin ninguna excepción, han demostrado históricamente que son corruptos y serviles al poder económico. Es decir, un cambio en Guatemala en este momento no pasa por los partidos políticos. Un cambio en este momento en Guatemala pasa por el pueblo, por el pueblo en las calles, por el pueblo ejerciendo la democracia directa como siempre debimos haberla ejercido y nunca debimos dejar que nos la arrebatara el sector empresarial.

Algo importante que quería retomar, es que el pueblo en este momento tiene claro que no solo es el problema este gobierno, sino que el problema es el sector organizado en el CACIF, que es al final el que define las políticas de Estado, el que corrompe al Estado para que implemente su agenda, el que defrauda al Estado cuando no tributa y el que desfinancia al Estado para que no tenga para invertir en desarrollo humano. Entonces el pueblo finalmente —y esto es bien importante en esta manifestación— tiene muy claro que el problema es el sector empresarial aglutinado en el CACIF. Y habrá en algún momento, no me cabe duda, como tienen otros países, un sector empresarial democrático, un sector empresarial comprometido con el desarrollo de la ciudadanía. No un sector empresarial corrupto que vive del Estado, que vive de la clase trabajadora y que no aporta nada ni al trabajo, ni al desarrollo de lxs guatemaltecxs.

Foto: MSICG / Twitter

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Date
23.12.2020
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