Statements

Cierren Red Hill ahora

Declaración sobre los crímenes de la Armada estadounidense en Hawai
En este momento, el gobierno estadounidense está cometiendo un crimen de proporciones históricas contra el pueblo de Hawai.
En este momento, el gobierno estadounidense está cometiendo un crimen de proporciones históricas contra el pueblo de Hawai.

A pocos metros sobre el área metropolitana de Honolulu, en las instalaciones de almacenamiento de combustible al por mayor de Red Hill, la Armada estadounidense ha filtrado miles de galones de petróleo y productos químicos tóxicos, envenenando a lxs residentes, desplazando comunidades enteras y amenazando toda la vida en la isla de Oʻahu.

Sin embargo, ante los claros intentos de la Armada estadounidense de encubrirlo, el presidente Joe Biden sigue guardando silencio. Nosotrxs, lxs abajo firmantes, pedimos el cierre inmediato de las instalaciones de Red Hill y la plena reparación para sus víctimas.

Desde principios de la década de 1940, las instalaciones de Red Hill han vertido al menos 180.000 galones de combustible derivado del petróleo en los suelos y las aguas de la isla. En los depósitos subterráneos con fugas quedan aún cerca de 200 millones de galones.

Las imágenes que surgen ahora del lugar de la catástrofe son imposibles de ignorar. El agua potable envenenada ha enfermado a comunidades enteras. Los gases emanan del suelo y de los grifos. Cientos de familias han abandonado o han sido evacuadas de sus hogares sin tener la seguridad de dónde van a vivir ahora.

Sin embargo, la Armada estadounidense sigue rechazando los pedidos de lxs residentes y del gobierno estatal de drenar los tanques restantes. La salud de cientos de miles de personas en O'ahu está ahora en peligro. Por cierto, los tanques se encuentran sobre el acuífero basal de O'ahu, que proporciona agua potable a más de 400.000 personas, desde Hālawa hasta Hawai'i Kai.

Este es el legado de la militarización en el Océano Pacífico: muerte, devastación y desplazamiento.

En el atolón de Enewetak, en las Islas Marshall, el gobierno estadounidense construyó la "Tumba", un ataúd nuclear para enterrar 88.000 metros cúbicos de sus residuos radiactivos. Ahora se está filtrando al mar. Miles de micronesixs siguen sufriendo los efectos de las 67 armas atómicas y termonucleares detonadas en las Islas Marshall como parte del Programa de Pruebas Nucleares de los Estados Unidos. Del mismo modo, miles de polinesixs siguen sufriendo los efectos sobre la salud de la lluvia radiactiva de las pruebas nucleares francesas, en los atolones de Moruroa y Fangataufa y más allá.

En las Islas Marianas del Norte, el ejército estadounidense está ampliando impunemente sus planes ilegales de convertir varias islas natales del pueblo indígena chamorro en zonas de sacrificio para los bombardeos. También en Guam, donde el ejército estadounidense está construyendo una nueva base del Cuerpo de la Armada y arrasando un antiguo bosque de piedra caliza para construir un complejo de entrenamiento con munición real.

Nos solidarizamos con los Kānaka Maoli y todos los pueblos indígenas del Pacífico en su lucha por la liberación, libres de las toxinas, las bombas y las bases de sus opresores.

En este momento, nuestra demanda es simple: cerrar Red Hill. Drenar los tanques y reparar lo que han destruido. 

Firman:

Noam Chomsky, EE. UU.

Aruna Roy, India

Cornel West, EE. UU.

Naomi Klein, Canadá

Jeremy Corbyn, Reino Unido

Suzanne Coleman-Haseldine, Australia

Julian Aguon, Guam

Avi Lewis, Canadá

Andres Arauz, Ecuador

Paola Vega, Costa Rica

Slavoj Zizek, Eslovenia

John McDonnell, Reino Unido

Harsh Mander, India

Nnimmo Bassey, Nigeria

Nikhil Dey, India

Renata Ávila, Guatemala

Nick Estes, Tribu Lower Brule Sioux 

Scott Ludlam, Australia

Srečko Horvat, Croacia

Foto: U.S. Indo-Pacific Command / Flickr

Available in
EnglishSpanishGermanItalian (Standard)Portuguese (Brazil)French
Translator
Maria Inés Cuervo
Date
04.01.2022
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