La lucha por la justicia no es un deporte de espectadores. La clase político-mediática occidental no desafiará el genocidio que arma y apoya. Tenemos que actuar nosotrxs mismxs, dondequiera que estemos, si queremos hacer frente a los graves crímenes contra lxs palestinxs.

La maquinaria de guerra de Israel es posible gracias al apoyo financiero, militar, diplomático y cultural que recibe de empresas de todo el mundo. De formas grandes o pequeñas, miles de empresas son cómplices. Eso significa que lxs trabajadorxs de esas empresas tienen el poder trabar las ruedas de la maquinaria de guerra.

Al comienzo del genocidio de Gaza, los sindicatos palestinos llamaron a trabajadorxs y sindicatos de todo el mundo a actuar contra la complicidad de sus empleadorxs con los crímenes de Israel contra lxs palestinxs.

Miles ya lo están haciendo. Trabajadorxs portuarixs de España, Italia, Bélgica, Namibia e India se han negado a manipular cargamentos militares destinados a Israel para que los utilice para matar palestinxs. Esta misma semana, trabajadorxs portuarixs marroquíes del puerto de Tánger se negaron a cargar el NYSTED MAERSK después de que se descubriera que el buque había recibido al menos 46 cargamentos militares estadounidenses para Israel durante el genocidio de Gaza, tras una investigación de la Internacional Progresista y el Movimiento Juvenil Palestino.

La presión de los sindicatos y manifestantes japoneses obligó al gigante japonés Itochu a poner fin a la cooperación con la mayor empresa militar privada de Israel, Elbit Systems. Basándose en años de activismo a favor del boicot, la desinversión y las sanciones, estas campañas se han extendido a otros sectores de la economía.

Para conectar y apoyar las campañas existentes dirigidas por lxs trabajadorxs y fomentar otras nuevas, esta semana la Internacional Progresista lanzó el “Watermelon Index” (Índice Sandía), una herramienta para la resistencia dirigida por lxs trabajadorxs contra la ocupación y el genocidio en Palestina. El “Watermelon Index” es una base de datos de empresas cómplices de los crímenes israelíes y de campañas obreras contra ellas.

La base de datos abarca ampliamente la complicidad de más de 400 empresas con la intención de apoyar a lxs trabajadorxs de cualquier lugar a investigar la complicidad de las empresas en la ocupación. Las empresas de la base de datos van desde grandes corporaciones tecnológicas, como Microsoft, hasta compañías de seguros, bancos, empresas energéticas y de logística. El “Watermelon Index” mide la complicidad a través de los distintos tipos de apoyo, incluido el financiero, militar, diplomático, cultural, comercial y social, con que una empresa permite la ocupación de Israel.

Varios grupos ya se han unido para colaborar en el Índice junto con la Internacional Progresista, entre ellos el Movimiento Juvenil Palestino, Trabajadores por una Palestina Libre, el Campaña contra el Comercio de Armas, United Tech and Allied Workers, No Tech for Apartheid, Energy Embargo for Palestine, Organise Now! Disrupt Power y el Movement Research Unit. Todas estas organizaciones participan en campañas de solidaridad con Palestina, han facilitado la organización de lxs trabajadorxs o han ganado en campañas estratégicas contra la complicidad de las empresas.

El Movimiento Juvenil Palestino, tras publicar una investigación crítica sobre la complicidad de Maersk en el genocidio de Gaza, consiguió impedir que un cargamento de Maersk con material militar pudiera atracar en España. Esto ocurrió después de que España anunciara un embargo de armas a Israel. El Movimiento Juvenil Palestino se está movilizando actualmente con sindicatos y organizaciones de la sociedad civil de Marruecos, Turquía y España para interrumpir el viaje de los cargamentos de Maersk a Israel.

No Tech for Apartheid, otro socio del “Watermelon Index”, es también una campaña dirigida por trabajadorxs que ha organizado sentadas masivas, peticiones y protestas exigiendo el fin del Proyecto Nimbus, un contrato entre Google, Amazon e Israel. En febrero de 2024, trabajadorxs de Google de No Tech for Apartheid y United Tech and Allied Workers organizaron una protesta ante la sede de Google en el Reino Unido.

Desde el asedio de Israel a Gaza, lxs Trabajadorxs por una Palestina Libre también han organizado múltiples protestas frente a fábricas de armas, y lxs Trabajadorxs de la Cultura contra el Genocidio han dirigido movilizaciones contra asociaciones institucionales con compañías de seguros y empresas energéticas.

La Internacional Progresista ha colocado capacidad organizativa detrás del “Watermelon Index” para facilitar nuevas campañas dirigidas por lxs trabajadorxs. Este impulso organizativo se centrará en cuatro sectores clave: logística y transporte marítimo, tecnología, finanzas y seguros, y energía. El Índice proporciona recursos para que lxs trabajadorxs puedan solicitar apoyo para organizarse en su lugar de trabajo y apoyará acciones clave que tendrán lugar en estos cuatro sectores en los próximos meses.

Puedes leer más sobre el lanzamiento del “Watermelon Index” aquí.

Explora la base de datos de más de 400 empresas cómplices y las campañas contra ellas aquí.

Pero lo más importante es que te unas a las decenas de trabajadorxs de empresas cómplices que se han puesto en contacto con nosotrxs en los últimos días a través de este formulario para denunciar a sus empleadorxs, compartir información sobre campañas y pedir ayuda para organizarse por Palestina en sus lugares de trabajo.

Los lazos de complicidad con la ocupación y el genocidio de Israel están a nuestro alrededor. Depende de todxs nosotrxs cortarlos donde podamos para hacer avanzar la liberación palestina.

Lo último del Movimiento

La Ministra de Medio Ambiente de Colombia llama a un embargo energético mundial contra Israel

En su intervención al margen de la COP29 en Bakú (Azerbaiyán), la ministra de Medio Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, hizo un enérgico llamado a los gobiernos del mundo para que impongan un embargo energético mundial a Israel. En una declaración en video, Muhamad insta a las naciones a seguir el ejemplo de Colombia y cortar el suministro de combustibles fósiles que, en sus palabras, “alimentan el genocidio”.

En su mensaje, Muhamad explica “debemos detener el flujo de combustibles fósiles que alimentan el genocidio. Necesitamos un embargo energético para detener este genocidio, y todos los países pueden seguir el ejemplo de Colombia. No hay justicia climática si no hay derechos humanos”.

Colombia hizo historia en junio de 2024 al convertirse en la primera nación en imponer un embargo energético a Israel, cortando el 70 por ciento de sus importaciones de carbón. El llamado de Muhamad se basa en las crecientes demandas de la COP29, donde delegadxs de la sociedad civil palestina —apoyados por grupos ecologistas de Sudáfrica, Turquía y Brasil— han amplificado los llamados a la acción inmediata contra los países que siguen vendiendo o transportando petróleo y carbón a Israel.

La ministra subrayó que dicho embargo no es sólo un imperativo moral, sino también legal, y citó las obligaciones de Colombia en virtud de la Convención sobre el Genocidio: «Como país, nos tomamos muy en serio nuestras obligaciones legales en materia de derechos humanos y en virtud de la convención legal sobre el genocidio”.

Control europeo sobre los depósitos de Amazon

Legisladorxs de la Unión Europea llegaron a un acuerdo sobre el escrutinio de las condiciones laborales en los depósitos de Amazon, en línea con las demandas de los sindicatos europeos a principios de esta semana. Según el acuerdo, Amazon deberá asistir a una audiencia en la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales del Parlamento Europeo (EMPL) antes de que lxs diputadxs europexs realicen una misión de investigación en la que se reúnan con funcionarixs de Amazon y representantes de lxs trabajadorxs en sus depósitos. Posteriormente, la Comisión decidiría, sin ninguna garantía automática, sobre la readmisión de los grupos de presión de Amazon en el Parlamento Europeo. La decisión se produce después de que los sindicatos europeos, entre ellos UNI Europa y la Confederación Europea de Sindicatos (CES), enviaran el lunes una carta a lxs legisladorxs en la que exponían estas condiciones. La carta también les pedía tener en cuenta, como parte de sus deliberaciones, el historial de Amazon de presunta represión sindical y negativa a participar en negociaciones colectivas.

Comunistas kenianxs se unen a la IP

Tras su histórico Segundo Congreso Nacional, el Partido Comunista Marxista de Kenia se unió oficialmente a la Internacional Progresista.

Colaboraremos para hacer avanzar el proyecto socialista en Kenia y promover el panafricanismo basado en la visión del socialismo científico en todo el continente.

Al unirse a la IP, el partido declaró: “La solidaridad con la IP ha sido extremadamente importante para consolidar las fuerzas progresistas y revolucionarias a nivel internacional, CPM celebra su presencia en el 2º Congreso Nacional. ¡Viva la solidaridad Internacional!”

La policía brasileña acusa a Bolsonaro de conspiración golpista

La Policía Federal de Brasil concluyó esta semana que el ex presidente Jair Bolsonaro tenía “pleno conocimiento” del plan para asesinar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva y anular los resultados de las elecciones de 2022.

Fuera de la COP

La COP29 está llegando a su fin entre la vergüenza y el fracaso. Incluso las personas con información privilegiada están llamando ahora a una revisión institucional completa, ya que las necesidades del planeta —y las demandas del Sur Global para financiar una rápida transición verde— no son satisfechas por los países ricos y las empresas de combustibles fósiles.

Arte de la Semana: Natalie Lama es una artista visual radicada en Ammán (Jordania) que trabaja con la fotografía y la edición para «transformar su entorno». حرة (Libre), 2024 se creó como parte de una serie titulada Sour Summer (Verano amargo), que, según explica la artista, capta a una “generación que lucha contra la impotencia y la angustia” retratando tanto “la desesperación como la solidaridad”.

La historia del origen de la fruta como representación de la bandera palestina se remonta a la Guerra de los Seis Días de 1967, cuando Israel prohibió la bandera y sus colores en la Franja de Gaza y Cisjordania. En 1980, un funcionario israelí declaró: “Aunque pintes una sandía, te la confiscarán”, al clausurar una exposición en la Galería 79 de Ramala. La sandía sigue siendo un símbolo perdurable de resistencia creativa.