Fue la formación de la Conferencia de Berlín lo que dividió al continente en colonias de intereses extranjeros y rasgó el tejido social que anteriormente había proporcionado prosperidad a sus residentes. Hoy, la mayoría de los países africanos han luchado y obtenido su independencia, pero siguen atrapados en condiciones de colonización económica. Y la tierra, fuente de vida y sustento de tantos millones de africanxs, se encuentra en el epicentro de esta historia de una nueva explotación colonial.
En particular, la expropiación de tierras durante la expansión colonial ha dejado a la mayoría de lxs africanxs en condiciones de pobreza perpetua, luchando por sobrevivir. Y es allí, en las ciudades marginales de Kibera, Khayelithsa y Katutura, y no en los rascacielos de Johannesburgo o en las comunidades cerradas de Ciudad del Cabo, en donde se encuentra la verdadera riqueza de África.
En Zimbabue, las comunidades indígenas se vieron obligadas a abandonar sus tierras a finales del siglo XIX y fueron reubicadas en zonas estériles e improductivas denominadas reservas tribales, ahora conocidas como áreas comunales. En su total, este proceso de despojo equivalía, en 1999, a unos 16 millones de hectáreas para alrededor de 8 millones de personas, mientras que 11 millones de las tierras más ricas y productivas desde el punto de vista agrícola del país seguían en manos de solo 4500 agricultorxs comerciales, lxs herederxs del pasado colonial de Zimbabue.
La lucha por la justicia agraria en Zimbabue ya ha comenzado. Tras una guerra de liberación de 15 años —u hondo yevhu/nyika, o "guerra de la tierra" en el idioma local shona— se inició un proceso de expropiaciones de granjas y reformas agrarias para recuperar la soberanía que había perdido el pueblo de Zimbabue bajo el dominio colonial. Debieron pasar 20 años desde la independencia para que lxs ciudadanxs corrientes puedan percibir los beneficios de esta lucha por la tierra y actualmente cinco millones de personas viven de la tierra en Zimbabue.
Siendo el primer país en rebelarse contra los acuerdos de la Conferencia de Berlín, Zimbabue debe luchar con más fuerza para desmantelar los sistemas coloniales de tenencia y gobernanza de la tierra que siguen despojando a su pueblo.
Por ello, el Movimiento por los Derechos del Pueblo de Zimbabue a la Tierra está trabajando con las comunidades rurales y marginadas en la promoción y protección de los derechos sobre el hábitat.
A través de la educación comunitaria en materia de derechos del hábitat y el compromiso con las diversas ramas estatales, el ZPLRM está defendiendo los derechos a la tierra en las comunidades de reasentamiento rural de Zimbabue.
En asociación con la Coalición Internacional para el Hábitat (HIC por sus siglas en inglés) hemos creado una base de datos que documenta las violaciones del hábitat en Zimbabue. El instrumento de evaluación del impacto de las violaciones ha sido fundamental para monitorear las violaciones y la respuesta. También hemos actuado en llamados de toma de acción urgentes para poner detener los desalojos forzosos en las zonas rurales.
De acuerdo con nuestra estrategia de acción desde la base, en asociación con la HIC-HLRN, acabamos de completar la primera fase del Proyecto sobre el derecho de las mujeres a la tierra y a la vivienda.
Estamos trabajando en la captación de miembros y el desarrollo de capacidades con el objetivo de contar con estructuras organizativas y membresía en cada una de las 10 provincias del país para 2023.
Nuestros objetivos en el Movimiento por los Derechos del Pueblo de Zimbabue a la Tierra incluyen:
Entre nuestras áreas de programación se incluyen:
Hilary Zhou es el Coordinador Nacional del ZPLRM.