Labor

Lxs trabajadorxs inmigrantes y la Copa Mundial en Qatar

El sistema de kafala de Qatar y otros Estados del Golfo, que permite el abuso de lxs trabajadorxs migrantes, debe ser desmantelado.
En mayor medida que los torneos anteriores, la Copa Mundial de la FIFA, que se celebrará en Qatar entre noviembre y diciembre de 2022, ha estado envuelta en controversias. Además de los extensos informes sobre intrigas y corrupción que generalmente acompañan a la selección del país anfitrión, los derechos y el trato de lxs trabajadorxs migrantes de la construcción también han ocupado un lugar destacado. Mouin Rabbani, editor de Quick Thoughts y coeditor de Jadaliyya, entrevistó a Hiba Zayadin, investigadora sobre el Golfo en Human Rights Watch, para conocer mejor los problemas que se plantean.
En mayor medida que los torneos anteriores, la Copa Mundial de la FIFA, que se celebrará en Qatar entre noviembre y diciembre de 2022, ha estado envuelta en controversias. Además de los extensos informes sobre intrigas y corrupción que generalmente acompañan a la selección del país anfitrión, los derechos y el trato de lxs trabajadorxs migrantes de la construcción también han ocupado un lugar destacado. Mouin Rabbani, editor de Quick Thoughts y coeditor de Jadaliyya, entrevistó a Hiba Zayadin, investigadora sobre el Golfo en Human Rights Watch, para conocer mejor los problemas que se plantean.

Mouin Rabbani (MR): ¿Quiénes son lxs trabajadorxs que participan en la construcción de las instalaciones para la Copa Mundial de la FIFA 2022 en Qatar? ¿Tenemos información  confiable sobre su número, países de origen, salario medio, duración de la estancia y situación legal en Qatar, así como sobre las muertes y lesiones de lxs trabajadorxs?

Hiba Zayadin (HZ): Qatar depende casi por completo de unos dos millones de inmigrantes, que constituyen el noventa y cinco por ciento de la mano de obra del país en sectores que van desde la construcción hasta los servicios y el trabajo doméstico. Lxs trabajadorxs inmigrantes de Qatar proceden principalmente de India, Nepal, Bangladesh, Sri Lanka, Kenia y Filipinas.

Vienen a Qatar porque carecen de oportunidades laborales estables en sus países de origen o porque creen que pueden ganar más dinero trabajando en el extranjero. Muchxs dejan atrás a familias que dependen económicamente de ellxs. Qatar tiene la mayor proporción de inmigrantes respecto a ciudadanxs del mundo . Sin estxs trabajadorxs, su economía se paralizaría.

Desgraciadamente, los datos del censo de Qatar no desglosan la población por origen nacional; Qatar tampoco publica regularmente estadísticas verificables de forma independiente sobre el salario medio, la duración de la estancia o la situación legal en el país. En septiembre de 2020, Qatar aprobó una ley que establece un salario mínimo básico de 1.000 QAR (274 dólares estadounidenses) que se aplica a todxs lxs trabajadorxs, sin importar su nacionalidad o sector de empleo.

Durante los últimos cuatro años, Human Rights Watch ha instado en repetidas ocasiones a las autoridades qataríes a que investiguen las causas de las muertes inesperadas o inexplicables de trabajadorxs inmigrantes, a menudo jóvenes y por lo demás sanxs, y a hacer públicos estos datos periódicamente , desglosados por edad, sexo, ocupación y causa de la muerte. Human Rights Watch también ha instado a Qatar a que adopte y aplique restricciones adecuadas al trabajo al aire libre para proteger a lxs trabajadorxs de los riesgos potencialmente mortales relacionados con el calor. Desgraciadamente, Qatar se ha negado a hacer públicos datos significativos sobre las muertes de lxs trabajadorxs inmigrantes, y las normas diseñadas para protegerlxs de los peligros del calor y la humedad extremos siguen siendo sumamente insuficientes.

MR: ¿Cuáles son las principales dificultades que experimentan lxs trabajadorxs inmigrantes que participan en la industria de la construcción en Qatar, en particular con respecto a las instalaciones que se están construyendo para la Copa Mundial de la FIFA 2022?

HZ: Lxs trabajadorxs inmigrantes que viajan a Qatar y a otros países de la región del Golfo se enfrentan a abusos durante todo su ciclo migratorio. Todo comienza en sus países de origen, donde a menudo pagan tasas de contratación exorbitantes solo para conseguir trabajo en Qatar, y a menudo se endeudan mucho en el proceso. Cuando llegan a Qatar, a veces se les ofrecen contratos en los que pagan menos de lo prometido.

Las investigaciones de Human Rights Watch también han demostrado que los abusos de los derechos de lxs trabajadorxs inmigrantes en Qatar son graves y sistemáticos, y que las infracciones a menudo se derivan de su sistema de regulación laboral conocido como kafala (patrocinio), que vincula la situación legal de lxs trabajadorxs inmigrantes en el país a sus empleadorxs. El sistema penaliza la "fuga", es decir, dejar a un/a empleador/a sin autorización , por ejemplo para cambiar de trabajo. Lxs empleadorxs también suelen confiscar de manera rutinaria los pasaportes a lxs trabajadorxs inmigrantes, y éstxs pagan cuotas de contratación para asegurarse un empleo en el Golfo, lo que puede mantenerlxs endeudadxs durante años.

Estos factores, junto con la prohibición de las huelgas de trabajadorxs y la ineficacia en la aplicación y cumplimiento de las leyes diseñadas para proteger los derechos de lxs trabajadorxs inmigrantes, han contribuido al abuso, a la explotación e incluso al trabajo forzado. Entre las quejas más comunes de lxs trabajadorxs inmigrantes están el no pago o el retraso en el pago de los salarios, las condiciones de vida insalubres y el exceso de horas de trabajo. Lxs trabajadorxs de la construcción y lxs trabajadorxs inmigrantes del sector de los servicios, incluidxs lxs limpiadorxs y lxs guardias de seguridad, son los más vitales para el éxito de la Copa del Mundo; sin embargo, se encuentran entre lxs más vulnerables a los abusos y la explotación.

El Comité Supremo para la Organización y el Legado—el organismo nacional encargado de supervisar la organización de la Copa Mundial de la FIFA 2022 en Qatar—ha establecido medidas de protección adicionales específicamente para lxs trabajadorxs inmigrantes de la construcción empleadxs en las obras de los estadios, lo que ha permitido mejorar las condiciones de trabajo. Pero estas medidas solo se aplican a unxs 28.000 trabajadorxs, algo menos del 1,5% del total de la población inmigrante de Qatar. No se aplican a lxs trabajadorxs que construyen el sistema de metro, las autopistas, los estacionamientos, los puentes, los hoteles y otros proyectos de infraestructura esenciales para acoger a lxs millones de visitantes que atraerá la Copa del Mundo. También excluyen a lxs limpiadorxs, al personal de los restaurantes, a lxs guardias de seguridad, a lxs conductores y a lxs auxiliares de vuelo, hombres y mujeres que asumirán los esfuerzos del sector de la hostelería para acoger la afluencia de personas que visiten el país. Incluso en las instalaciones de los estadios, lxs trabajadorxs han denunciado incumplimientos tanto de la legislación qatarí como de las medidas de protección adicionales del Comité Supremo.

MR: ¿Cómo han respondido el Gobierno de Qatar, la FIFA y otros implicados en la Copa del Mundo de 2022 a las diversas críticas sobre el trato a lxs trabajadorxs inmigrantes que participan en la construcción de las instalaciones de la Copa del Mundo? ¿Han tenido un impacto significativo las medidas que han tomado?

HZ: En octubre de 2017, tras varios años de presión por parte de organizaciones de derechos humanos, medios de comunicación y sindicatos internacionales, Qatar prometió desmantelar el sistema de kafala, que otorga a lxs empleadorxs un control excesivo sobre el estatus legal de lxs trabajadorxs inmigrantes, y aplicar otras reformas laborales como parte de un acuerdo de cooperación técnica de tres años con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Desde entonces, Qatar ha introducido varias reformas que eliminan los aspectos abusivos del sistema de kafala y ofrecen una mayor protección laboral. Las reformas más significativas han sido la supresión del abusivo requisito del permiso de salida para la mayoría de lxs trabajadorxs, que impedía a lxs inmigrantes abandonar el país sin el permiso de su empleador/a; la autorización para que lxs trabajadorxs inmigrantes cambien de trabajo antes de que finalice su contrato, sin obtener primero el consentimiento de su empleador/a; y una nueva ley que establece un salario mínimo básico no discriminatorio para todxs lxs trabajadorxs. Qatar también creó Comités de Resolución de Conflictos Laborales, concebidos para ofrecer a lxs trabajadorxs una forma más eficaz y rápida de presentar reclamos contra sus empleadorxs; aprobó una ley para crear un Fondo de Apoyo y Seguro para lxs Trabajadorxs, concebido en parte para garantizar el pago de los salarios no cobrados por lxs trabajadorxs cuando las empresas no pagan; e introdujo enmiendas que establecen sanciones más estrictas para lxs empleadorxs que no pagan los salarios de sus trabajadorxs.

Sin embargo, lxs trabajadorxs inmigrantes siguen siendo vulnerables a los abusos y a la explotación. La inadecuada aplicación y supervisión de las actuales disposiciones legales hace que éstas rara vez se traduzcan en la práctica en medidas de protección para lxs trabajadorxs, y lxs empleadorxs pueden elegir con relativa impunidad qué medidas de protección ofrecer.

Otros elementos abusivos del sistema de kafala también permanecen intactos. Por ejemplo, el salario mínimo y el aumento de las penas por abuso salarial, aunque son positivos, no han llegado tan lejos como para eliminar el abuso salarial. Un informe de Human Rights Watch de agosto de 2020 descubrió que lxs empleadorxs de Qatar violaban con frecuencia el derecho a salario de lxs trabajadorxs y que el Sistema de Protección Salarial, introducido en 2015 y diseñado para garantizar que lxs trabajadorxs inmigrantes reciban un pago correcto y a tiempo, no protege a lxs trabajadorxs de los abusos salariales. Puede describirse mejor como un sistema de control salarial con importantes lagunas en su capacidad de supervisión. Las medidas de protección salarial han hecho poco para proteger a lxs trabajadorxs de los abusos salariales.

MR: ¿Qué medidas clave habría que aplicar para salvaguardar los derechos y la seguridad de estxs trabajadorxs inmigrantes?

HZ: Mientras Qatar no desmantele el sistema de kafala en su totalidad y permita a lxs trabajadorxs inmigrantes afiliarse a sindicatos y defender sus propios derechos, es probable que lxs trabajadorxs sigan sufriendo abusos y explotación. Aunque se han introducido algunas reformas, siguen existiendo elementos clave que facilitan los abusos.

Lxs trabajadorxs inmigrantes siguen dependiendo completamente de sus empleadorxs para facilitar la entrada, la residencia y el empleo en el país, siendo lxs empleadorxs lxs responsables de solicitar y renovar los permisos de residencia y trabajo de lxs trabajadorxs. Lxs trabajadorxs pueden quedar sin documentación sin tener la culpa cuando lxs empleadorxs no cumplen con estas obligaciones, y son lxs trabajadorxs, y no sus empleadorxs, quienes sufren las consecuencias.

Qatar también sigue imponiendo duras sanciones por "fuga", es decir, cuando un/a trabajador/a inmigrante deja sin permiso a su empleador/a o permanece en el país más allá del periodo de gracia permitido después de que su permiso de residencia expira o es revocado. Las sanciones incluyen multas, detención, deportación y prohibición de volver a entrar.

Estas disposiciones pueden seguir fomentando los abusos, la explotación y las prácticas de trabajo forzoso, sobre todo porque lxs trabajadorxs, especialmente lxs obrerxs y lxs empleados domésticxs, suelen depender de lxs empleadorxs no solo para su trabajo, sino también para la vivienda y la alimentación. Además, la confiscación de pasaportes, las elevadas tasas de contratación y las prácticas de contratación engañosas son constantes y quedan en gran medida impunes, y lxs trabajadorxs tienen prohibido afiliarse a sindicatos o participar en huelgas.

MR: ¿Cómo se compara la situación de lxs trabajadorxs inmigrantes de la construcción en Qatar con la de lxs que trabajan en el sector de la construcción en otros Estados del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG)?

HZ: Qatar no es el único que utiliza el sistema de kafala para regular su mano de obra inmigrante. Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos, Omán, Bahrein y Kuwait también tienen una población muy grande de trabajadorxs inmigrantes e imponen diversas formas de este sistema. Mientras que el proceso de reforma de Qatar ha dominado las noticias internacionales, otros gobiernos también han declarado su intención de reestructurar o reformar sus sistemas. Sin embargo, estas reformas solo retocan el sistema y hacen poco por desmantelarlo.

En la actualidad, lxs trabajadorxs inmigrantes de los seis países siguen vinculadxs a sus empleadorxs en lo que respecta a la entrada al país de destino, y la aplicación de las reformas ya adoptadas sigue siendo desigual en estos países. Una de las violaciones más comunes de los derechos de lxs trabajadorxs inmigrantes en los países del Golfo es que lxs empleadorxs no pagan a lxs trabajadorxs a tiempo ni el salario completo, y lxs trabajadorxs inmigrantes mal pagadxs de toda la región siguen siendo muy vulnerables a los abusos contra los derechos humanos.

En 2015, en un esfuerzo por abordar el problema prevalente de los abusos salariales, Qatar introdujo modificaciones en su legislación laboral y dio a conocer el tan anunciado Sistema de Protección Salarial (SPS), diseñado para garantizar que lxs empleadorxs paguen los salarios a lxs trabajadorxs de acuerdo con la legislación laboral. El SPS fue creado originalmente por los EAU en 2009, y en la actualidad todos los países del CCG, excepto Bahréin, han puesto en marcha versiones del sistema, pero sus limitaciones han quedado al descubierto en todos estos países.

Otro motivo de preocupación en los seis países del CCG que se refiere específicamente a lxs trabajadorxs de la construcción y otrxs trabajadorxs que trabajan al aire libre es la falta de una normativa adecuada sobre el calor para proteger la vida de millones de trabajadorxs inmigrantes que realizan un trabajo agotador de hasta doce horas al día durante seis y a veces incluso siete días a la semana, a menudo en condiciones climáticas de un calor insoportable y húmedo.

Todos los países del CCG aplican prohibiciones similares de las horas de trabajo en verano que no están vinculadas a condiciones meteorológicas y temperaturas reales, sino que prohíben el trabajo al aire libre durante horas específicas del día durante los meses de verano. Pero los datos climáticos muestran que las condiciones meteorológicas en Qatar y otros países del Golfo fuera de esas horas y fechas alcanzan con frecuencia niveles que pueden provocar enfermedades potencialmente mortales relacionadas con el calor, si no hay un descanso adecuado. Los seis países deberían hacer más para proteger a quienes construyen su infraestructura, cargan con sus economías y cuidan de sus hogares y niñxs. El punto de partida es el desmantelamiento del sistema de kafala y el fin de la prohibición de que lxs trabajadorxs inmigrantes se afilien a los sindicatos.

Hiba Zayadin es investigadora sobre los países del Golfo en Human Rights Watch.

Foto: G Travels / Flickr

Available in
EnglishFrenchPortuguese (Brazil)GermanSpanish
Author
Hiba Zayadin
Translators
Cristina Frodden and Nora Bendersky
Date
15.11.2022
Source
Original article🔗
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