Economy

Brasil y Argentina: los porqués del Sur, moneda común

La desdolarización de las relaciones financieras entre ambos países podría ser un gran paso para la región y el mundo. Pero debemos evitar el riesgo de una moneda-prisión, gobernada por banquerxs y tecnócratas, como el euro.
Al viajar a Argentina apenas tres semanas después de tomar posesión de su cargo, y asistir el 24 de enero a una emblemática reunión de la CELAC (la Comunidad de Estados Latinoamericanos), Lula pretende hacer frente a un importante retroceso. La integración latinoamericana ha involucionado demasiado (y en todos los aspectos) en los últimos diez años, cuando una oleada de gobiernos de derecha dominó la región. UNASUR – la Unión de Naciones Suramericanas, un ambicioso proyecto de unidad política – está medio muerta. Incluso el comercio entre los países ha disminuido, como muestra el gráfico siguiente, relativo a las relaciones entre Brasil y el MERCOSUR. Gobernantes como Bolsonaro y Mauricio Macri (Argentina) nunca han ocultado su predilección por los lazos con Washington. En este contexto, la posible creación del Sur, una moneda común para los intercambios transfronterizos, atrae gran atención.
Al viajar a Argentina apenas tres semanas después de tomar posesión de su cargo, y asistir el 24 de enero a una emblemática reunión de la CELAC (la Comunidad de Estados Latinoamericanos), Lula pretende hacer frente a un importante retroceso. La integración latinoamericana ha involucionado demasiado (y en todos los aspectos) en los últimos diez años, cuando una oleada de gobiernos de derecha dominó la región. UNASUR – la Unión de Naciones Suramericanas, un ambicioso proyecto de unidad política – está medio muerta. Incluso el comercio entre los países ha disminuido, como muestra el gráfico siguiente, relativo a las relaciones entre Brasil y el MERCOSUR. Gobernantes como Bolsonaro y Mauricio Macri (Argentina) nunca han ocultado su predilección por los lazos con Washington. En este contexto, la posible creación del Sur, una moneda común para los intercambios transfronterizos, atrae gran atención.


Volumen de comercio entre Brasil y MERCOCUR

Una arquitectura financiera internacional anacrónica obliga a los países latinoamericanos a recurrir al dólar para establecer relaciones económicas entre ellos. Cada operación de cambio implica el pago de una comisión a un intermediario financiero, pero éste es solo el menor de los problemas. Cuando los dólares escasean en uno de los países (es el caso actual de Argentina, obligada a pagar una deuda criminal al FMI), el comercio regional, que sería un respiro, se desvanece. Y quienes dependen de los dólares son objeto de sanciones, bloqueos y secuestros por parte de Estados Unidos. Actualmente afectan a Cuba y Venezuela, de donde se han congelado 20.000 millones de dólares.

La alternativa esbozada por Lula y Alberto Fernández es el Sur, una unidad de cambio común. Luego se iniciarán los estudios necesarios para su creación. Está previsto que, cuando exista, funcione como referencia para las transacciones económicas internacionales. Una empresa argentina interesada en comprar maquinaria en Brasil ya no tendría que buscar dólares. Tomando como base los tipos de cambio del Sur y de la moneda nacional, ingresaría la cantidad correspondiente de pesos. El vendedor brasileño recibiría reales. Así de sencillo, y se habrá prescindido de la intermediación imperial de la moneda estadounidense.

En las condiciones actuales, nadie escapa a la hegemonía del dólar, que sigue reflejando el orden internacional surgido tras la Segunda Guerra Mundial. Dado que Washington emite dinero en función de sus propios intereses, esto le proporciona ventajas incomparables. Es esencial, por ejemplo, para financiar su enorme presupuesto militar. En los últimos años se ha acelerado la búsqueda de un sistema monetario multilateral alternativo. El proceso es muy largo, ya que depende de que lxs agentes económicxs confíen en un nuevo dinero, incluso como expresión de su riqueza. China, que tiene poder para iniciar la construcción, está dispuesta y  la aparición de bloques regionales desdolarizados (como el que puede nacer en torno al Sur) puede formar parte de esa estructura, como se ha visto en este ensayo. Y una novedad reciente, la aparición de monedas digitales emitidas por bancos centrales, será probablemente un fuerte acelerador.

Sin embargo, hay un riesgo importante que evitar: la tentación de un nuevo euro, con la que ha coqueteado el Ministro de Economía argentino, Sergio Massa. En las condiciones actuales, una moneda así solo podría ser gestionada por una entidad tecnocrática, sin vínculos con las instituciones democráticas de los países miembros y, por tanto, sumisa a la aristocracia financiera. ¿Quién decidiría las condiciones de expedición? Los Estados nacionales perderían la capacidad de utilizar el dinero como instrumento político, emitiéndolo para financiar servicios públicos excelentes o la transición energética, por ejemplo. Así ocurre ya en Europa, donde el fin de las monedas nacionales es una de las principales causas del declive del Estado de bienestar social.

Aunque oscurecida por el debate sobre la moneda única, la agenda de Lula en Buenos Aires es amplia. Se retoman medidas de integración evidentes, desatendidas durante más de diez años. Si prosperan, Argentina podría, por ejemplo, vender a Brasil el gas natural que extrae del yacimiento de Vaca Muerta, en el norte de la Patagonia, y recibir a cambio electricidad brasileña. Brasilia, que actualmente tiene una balanza comercial positiva y abundantes reservas de divisas, está en condiciones de ayudar a Buenos Aires a librarse de la escasez de dólares. A cambio, en lugar de comprar insumos industriales a Estados Unidos o a China, los argentinos podrían hacerlo aquí.

Aún más importantes son las perspectivas de reconstrucción de la integración latinoamericana. Además de Alberto Fernández y Lula, asistirán hoy a la cumbre de la CELAC en Buenos Aires Gustavo Petro (Colombia), Gabriel Boric (Chile), Miguel Díaz-Canel (Cuba) y Luis Alberto Lacalle (Uruguay). El ex ministro de Asuntos Exteriores Celso Amorim lleva mucho tiempo afirmando que la superación del fascismo y la reconstitución de un gobierno democrático en Brasil podrían producir el resurgimiento de la integración. Esto es lo que se espera, y merecerá la pena seguirlo de cerca a partir de ahora.

Antonio Martins es editor de Outras Palavras.

Foto: Lula da Silva / Twitter

Available in
EnglishPortuguese (Brazil)Spanish
Author
Antonio Martins
Translators
Cristina Frodden and Nora Bendersky
Date
25.01.2023
Source
Original article🔗
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