Hola, buenas tardes. Mi nombre es Luisa Martínez y estoy super orgullosa de estar aquí representando a mi organización, DSA.

Digo orgullosamente por dos razones. Por un lado, porque DSA está formada por más de 60.000 (sesenta mil) miembros que se identifican como socialistas. No formamos parte del Partido Demócrata. Así que puedo decir con autoridad que el socialismo existe en Estados Unidos. Y también, somos una organización liderada por jóvenes. Puedo decir ésto porqué tengo treinta siete años y soy como una vieja dentro DSA. 

Segundo, no tengo palabras porque soy Chilena. Nací aquí y esta es la primera vez que vuelvo desde que tenía 4 años. Viví 16 años en Estados Unidos como inmigrante indocumentada. Entre eso y una vida de pobreza, esta es la primera vez que tengo los papeles y la plata para volver. Y estar aquí, hablando de lo mucho que Allende ha significado para mí y para la gente que vive en EEUU, todavía estoy procesándolo todo. Así que muchas gracias al Partido Comunista de Chile, a Progressive International y a todas las organizaciones que ayudaron a organizar este evento.

Una cosa que me gustaría discutir es anecdótica, no hay estudios sobre esto, pero es algo que he escuchado mucho en la izquierda estadounidense y otros han estado de acuerdo conmigo. El golpe de estado en Chile es una de las primeras cosas de las que oyes hablar cuando empiezas a entender el imperialismo como izquierdista en EEUU. Y no hay muchos chilenos en EEUU así que la inmigración no es la razón. Hay mucha gente de izquierdas y liberales que sólo les preocupa la política nacional, que saben lo que hizo EE.UU. en Chile. Incluso si no saben nada sobre presidente Allende o Chile o América Latina, pero conocen los crímenes de Nixon y Kissinger al menos en Chile.

Y hay un par de razones para ello. Una es que el gobierno de EEUU ni siquiera se molestó tanto en cubrir sus huellas. Los documentos aún están siendo desclasificados pero por muchos años ha habido un rastro de evidencia en la participación de los EEUU. En segundo lugar, en muchos sentidos presidente Allende fue una víctima perfecta. Debido a que eligió la vía electoral como muchos en la izquierda latinoamericana hoy, pero no en ese siglo. Y el golpe creó una simple moral binaria para que la gente lo entendiera. El presidente Allende es menos complicado que alguien como el comandante Fidel, porque su visión de Chile fue truncada por un presidente republicano.

Lamentablemente, la claridad con la que los estadounidenses ven al presidente Allende no se traduce inmediatamente en el apoyo a la dirección elegida en la América Latina de hoy. Eso lo vemos en los medios liberales de clase media con presidente Maduro, con AMLO, Petro, incluso con Lula. Es algo del paso del tiempo, tal vez en 50 años los liberales de clase media estadounidense em-pezarán a reflexionar sobre satan-izar al presidente Chávez. Voy a estar muerto pero entiendes mi punto.

Es notable cómo los estadounidenses saben quién fue presidente Allende a pesar de que no hay señales de él en el norte. La primera vez que vi el reconocimiento de presidente Allende fue en Venezuela. Hay muchos murales y estatuas de presidente Allende allí. He hecho trabajo en solidaridad con Venezuela durante años y los que han visitado el Ministerio de Relaciones Exteriores saben que hay una estatua gigante de sus lentes rotos en el lobby, es muy difícil no verla. Esos lentes sirven tanto en honor del Presidente Allende pero también como de aviso, y que esto no volverá a ocurrir.

Lo que me lleva al siguiente punto. Y esto demuestra por qué es tan importante celebrar eventos como este que son internacionales. Que a los ojos de los estadounidenses, Chile es una víctima y no creo que sea mucho más que eso. Incluso entre la izquierda. Y la resistencia que las y los chilenos mostraron bajo la dictadura, contra el fascismo, contra Estados Unidos y las potencias occidentales, eso es también lo que significa ser chileno y ser latinoamericano y ser del tercer mundo. Esa resistencia estuvo y sigue estando inspirada en las ideas del Presidente Allende y de la UP.

Y me encanta decirlo. Me encanta decir que soy chilena, que soy latinoamericana, del sur global, del tercer mundo. Lo digo porque crecí pobre y viví sin papeles durante muchos años. Bromeo con mis amigos diciendo que éramos pobres en Chile y somos pobres en Estados Unidos. No importa dónde nos botas, bajo el capitalismo seremos pobres. Pero cuando digo eso es también una declaración de resistencia. Que existimos, que estamos aqui.

Y siempre estoy deciendolo a la izquierda de Estados Unidos que las y los chilenos y latinoamericanos y todos los pueblos del tercer mundo no somos sólo víctimas. Y yo, no soy una víctima, soy comunista. Y ello gracias a líderes como el Presidente Allende.

Que a pesar del capitalismo y el imperialismo, el sur global representa la resistencia y políticamente hablando iluminará el futuro del mundo.

Y con eso, muchas gracias a todos por su tiempo.

Luisa Martínez: Comité Político Nacional, DSA.