Tras años de activismo en contra de una fábrica de armas israelí, fue la acción directa la que finalmente la clausuró

El cabildeo sentó las bases y la invasión a la fábrica dio los resultados deseados
Este artículo profundiza en el persistente esfuerzo de Palestine Action contra Elbit Systems, empresa de armamento israelí, que condujo a una victoria significativa: 6 millones de libras esterlinas (7,6 millones de dólares) menos en la venta de la filial británica de Elbit. Examinaremos cómo sus tácticas pasaron de la movilización comunitaria a la desobediencia civil disruptiva.

En agosto de 2014, Adie Mormech recibió un mensaje en Facebook que jamás olvidará. Era de Wafaa, una de sus antiguas alumnas en Gaza. "Adie, ¿recuerdas a Huda que estaba en tu clase en Afaq? Ella era mi amiga". Por supuesto que recordaba a Huda: su humor, su peculiaridad, cómo llegaba temprano a clase para contarle historias, los regalos que recibió de ella cuando tuvo que irse, la emoción que tenía por su próxima boda. Wafaa comunicó la triste noticia: Huda había fallecido.

Adie Mormech, activista de Manchester Palestine Action y miembro del comité de Oldham Peace and Justice, fue maestro de Huda y Wafaa durante su voluntariado en el campamento de refugiados de Nuseirat en Gaza entre 2010 y 2011, y mantuvo contacto con ambas. Wafaa compartió con Mormech la trágica noticia de que la casa de Huda había sido alcanzada por un misil israelí, causando la trágica muerte de Huda, sus dos hijos, su esposo y su suegra. Mormech recordó claramente el mensaje de Wafaa, que decía: "Estamos todos destrozados aquí" o, de manera más sombría y literal: "Se convirtieron en pequeños pedazos [sic], Adie".

Es prácticamente seguro que la bomba que destruyó a Huda y a su familia fue fabricada por Elbit Systems, la principal empresa de armas israelí. Esta compañía  suministra aproximadamente el 85 % del equipo terrestre al estado, inclusive los drones armados Hermes que se utilizan contra niños palestinos. Elbit Systems ha desempeñado un papel determinante en el apoyo a la ocupación militar israelí en Cisjordania y al bloqueo de la Franja de Gaza. Como resultado, se ha convertido en un punto focal para el movimiento pro-Palestina, que recientemente celebró un triunfo significativo contra la compañía.

El lunes pasado, Elbit anunció la venta de Ferranti Power and Control, una de sus cinco subsidiarias en el Reino Unido, a TT Electronics por 9 millones de libras (11,4 millones de dólares). Esta cifra representa 6 millones de libras menos de lo que Huda Ammori, cofundadora de Palestine Action, estima que su grupo le ha hecho perder a la empresa. Desde agosto de 2020, Palestine Action ha dirigido acciones disruptivas cada vez más intensas a la fábrica de Ferranti en Oldham, Greater Manchester: desde pintadas hasta ocupaciones de tejados y destrucción de maquinaria. Las llamativas protestas del grupo han llegado a las noticias nacionales e incluso han provocado la crítica de ministros israelíes.

Ante la represión de la policía local, que ha llevado a 36 arrestos desde la primera acción y ha logrado frustrar dos de ellas, Palestine Action no solo perseveró, sino que intensificó sus esfuerzos. La frecuencia de las protestas locales, que se realizaban semanalmente desde mayo de 2021, llevó a Elbit a establecer un acuerdo de respuesta rápida con la policía. Los agentes se encontraban fuera de la fábrica durante los bombardeos de Israel en Gaza en mayo de 2021. Al mes siguiente, Palestine Action se infiltró nuevamente en el edificio, donde causaron daños por un valor de 500.000 libras (635 mil dólares), lo que obligó el cierre de la fábrica por varias semanas. El ataque incesante había logrado sus objetivos.

Aunque Palestine Action ha liderado la campaña en Oldham, no ha actuado de manera aislada. Según Ammori, quien creció en la cercana Bolton, dirigir la atención hacia la fábrica en Oldham fue una decisión lógica. Un factor que contribuyó a esta decisión fue el ya existente apoyo local al llegar Palestine Action.

Sentando las bases

En 2007, Elbit adquirió Ferranti Technologies, junto con la fábrica de Oldham que ocupaba, por 15 millones de libras (19 millones de dólares). Sin embargo, pasaron nueve años antes de que la adquisición llamara la atención seria y continua de activistas locales. Manchester Palestine Action (sin relación con Palestine Action) surgió en 2014, coincidiendo con la Operación Margen Protector, y Mormech se unió poco después. El grupo protestó por primera vez frente a la fábrica de Oldham en 2016.

De esta protesta surgió una campaña metódica y duradera, que incluía conversaciones deliberadas con concejales y diputados, la organización de puestos informativos, la recogida de firmas para peticiones y la presentación de solicitudes de libertad de información. Tanto Mormech como Ammori reconocen el apoyo vital de la comunidad asiática local. Muchos de sus miembros ya simpatizaban con la causa palestina, lo que contribuyó a que la campaña cobrara fuerza en la zona. Las iniciativas del grupo estuvieron marcadas por la pasión y el civismo, siendo su acción más disruptiva el bloqueo de la entrada de la fábrica y las pintadas de "Free Palestine" en los escalones en julio de 2017, un incidente que acaparó la atención en las noticias locales.

A pesar de haber podido provocar un cambio profundo en Gran Mánchester, Mormech reconoce por qué no tuvo un eco a mayor escala. "Muchas personas han notado el carácter repetitivo de las manifestaciones controladas, los discursos y las charlas, y muchos no se sintieron identificados con estas actividades, sobre todo porque ahora aspiran a intervenir activamente. No sienten que el cambio se esté produciendo lo suficientemente rápido”.

Los palestinos se movilizan

Palestine Action surgió de la insatisfacción por la lentitud de los avances de una parte importante del movimiento pro-palestino. Ammori, de padre palestino y madre iraquí, percibe el apartheid israelí como una profunda herida personal: su bisabuelo fue víctima de un disparo mortal de un soldado británico poco después de la Declaración Balfour; su bisabuela estaba embarazada de su abuelo en ese entonces. La política corría por sus venas; cuando entró en la universidad, ya era una activista con experiencia.

Ammori fundó la campaña de boicot, desinversión y sanciones (BDS) de la Universidad de Manchester, que recientemente obligó a la administración universitaria a desinvertir 10 millones de libras (casi 13 millones de dólares) de Caterpillar. Tras graduarse en 2018, Ammori asumió el papel de oficial de campañas para la Campaña de Solidaridad con Palestina. En este papel, abogó ante los parlamentarios y se enfrentó a las mismas respuestas improductivas: expresiones de simpatía desprovistas de un compromiso político tangible o respuestas estándar que enfatizaban la necesidad de "reconocer a Palestina" dentro de una solución de dos estados.

Ammori perdió rápidamente la fe en el método institucional y señaló: "A pesar de las notables victorias, no parecían estar a la altura de la gravedad de la situación a la que se enfrentaba el pueblo palestino". La imperiosa necesidad de más acción pesaba sobre ella, y subrayó: "En circunstancias tan urgentes, debe haber una respuesta mayor".

Quedaba una última oportunidad para el cambio. En 2019, el partido laborista prometió un embargo de armas en su programa electoral, y parecía que podría reunir el poder suficiente para su implementación. Sin embargo, con la derrota de Corbyn, los últimos retazos de fe de Ammori en efectuar el cambio desde dentro del sistema se extinguieron. No obstante, algo más se puso en marcha.

En julio de 2020, Ammori y un colectivo de compañeros activistas crearon Palestine Action. Fieles a su nombre, su objetivo era ejercer presión sobre entidades estatales y corporativas desde una postura externa. El grupo decidió centrar su estrategia en una sola empresa, Elbit, para ser más eficaces. Optaron por la desobediencia civil como enfoque principal, una táctica cuya popularización Ammori atribuye a Extinction Rebellion.  Es importante señalar que Palestine Action no fue la pionera en dirigir tales tácticas contra Elbit.

Los esfuerzos de #StopElbit comienzan a dar frutos.

En declaraciones a Novara Media desde Portugal, Maren Mantovani, miembro de la secretaría internacional del Comité Nacional de BDS, subraya que Elbit fue uno de los objetivos iniciales cuando se fundó el movimiento BDS en 2005. Comenzando en 2007 y ganando impulso a partir de 2011, cuando el BDS exigió un embargo militar internacional a Israel, activistas de todo el mundo han obstruido las operaciones de Elbit a través de diversos medios, con resultados notables.

En su decimosexto año, la campaña ha logrado victorias graduales pero firmes. Por ejemplo, como menciona Mantovani, el fondo de pensiones estatal noruego dejó de invertir en Elbit en 2009 y el gobierno brasileño canceló un gran contrato con la empresa en 2014 (aunque recientemente han firmado uno nuevo bajo Bolsonaro). En un triste giro del destino, mientras la familia de la exalumna de Mormech estaba siendo atacada en Gaza con armas de Elbit, Mormech y otros ocho activistas estaban ocupando la fábrica de la empresa en Shenstone.

Palestine Action ha ampliado sus esfuerzos a Shenstone, junto con otros centros de Elbit en Leicester y Bristol. El mayor éxito de su campaña en Oldham en comparación con otras puede atribuirse, en parte, a los años de trabajo incansable de divulgación y activismo dirigido por Mormech y sus compañeros. Al igual que otros movimientos por los derechos civiles que han tenido éxito en el pasado, el movimiento BDS ha prosperado gracias a una combinación de enfoques estratégicos. Ammori afirma: "La acción y la movilización comunitaria forman el dúo perfecto para atacar estas fábricas, y la movilización en torno a Oldham ha sido extraordinaria".

A pesar de ello, Mormech sostiene que Palestine Action ha proporcionado a la campaña el empuje necesario para alcanzar su objetivo. Tras el triunfo del lunes, Mormech expresa esperanza de que las "estructuras políticas dominantes", que tradicionalmente han despreciado la acción directa, reconozcan finalmente esta fundamental y valiente movilización.

"Créeme" —declara —, "he participado en todas las facetas de esta campaña. Todas son importantes, pero esta es la que ha tenido un impacto decisivo, sin lugar a duda. Pasarlo por alto significaría descuidar la clave del triunfo”.

Rivkah Brown es editora de encargos y reportera para Novara Media

Foto: Palestine Action.

Available in
EnglishSpanishFrenchGermanPortuguese (Brazil)
Author
Rivkah Brown
Translators
Josué Palacios, Silvia Ortega and ProZ Pro Bono
Date
16.01.2024
Source
Novara MediaOriginal article🔗
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