Tenemos mil razones para intentar construir algo diferente. El actual sistema mundial roba a muchxs su dignidad —y en demasiados casos su plena humanidad— para llenar los bolsillos de unxs pocxs. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿Qué intentamos construir?
No es el futuro en sí, sino el proceso y los vehículos para construirlo. Karl Marx creía que el comunismo no era un estado de las cosas, ni un ideal, sino "el movimiento real, que suprime el estado actual de las cosas". Para alcanzar el futuro que todxs merecemos, es la construcción de ese "movimiento real" lo que puede tener la fuerza de abolir el estado actual de las cosas.
El trabajo de construcción y movimiento tiene lugar a muchos niveles: en la comunidad, en la producción, en las naciones, en las regiones, internacional y transnacionalmente. Sus lenguas, culturas, prácticas y escalas son legión. Cuando miras, empiezas a verlo por todas partes.
Durante los últimos diez días, la Internacional Progresista ha tenido una delegación sobre el terreno en Sudáfrica y Mozambique, para observar las elecciones generales del primero y conocer, aprender y ofrecer solidaridad a los movimientos populares de ambos países.
En Durban, Sudáfrica, pasamos 48 horas con Abahlali baseMjondolo (AbM), el inspirador movimiento socialista de habitantes de viviendas precarias que comenzó hace 19 años con la resistencia autoorganizada a la demolición planificada del asentamiento de Kennedy Road. Desde entonces, Abahlali ha crecido hasta contar con más de 100.000 miembros en cinco de las nueve provincias de Sudáfrica. Frente al acoso, la violencia y los asesinatos de líderes, AbM ha conseguido innumerables mejoras en los asentamientos —electricidad, agua, saneamiento, acceso por carretera y mucho más— y ha asegurado numerosas ocupaciones, ganando tierras, hogares y dignidad.
AbM, a través de su trabajo diario en sus sedes, está empezando a abolir el estado actual de las cosas para lxs habitantes de los asentamientos precarios de Sudáfrica. Pero su visión va más allá. Como dijo a nuestra delegación el presidente de AbM, S'bu Zikode, el movimiento es internacionalista hasta la médula, y considera que la defensa de sus miembros forma parte de su misión de "humanizar el mundo".
En Mozambique, nuestra delegación pasó tres días con la Unión Nacional Campesina (UNAC). El país es fronterizo con Sudáfrica, se hablan algunas lenguas a ambos lados de esa frontera y ambos países han estado dirigidos desde la independencia por sus respectivos movimientos de liberación nacional, ahora partidos políticos de estructura similar. Pero las similitudes acaban ahí. Mozambique es un país mayoritariamente rural donde toda la tierra es pública. La UNAC, con sus más de 200.000 hogares afiliados, es sin duda la mayor fuerza organizada del grupo social mayoritario del país.
La delegación de la IP vio el trabajo de la UNAC a todos los niveles: asociativo, de distrito, provincial y nacional. El sindicato ayuda a sus miembros a mejorar su producción, por ejemplo con energía solar, riego, gestión de semillas y formación en prácticas agroecológicas. Se organiza a escala nacional para convertir en realidad para el campesinado de Mozambique las leyes progresistas, herencia de la dirección de desarrollo socialista inicial del país tras su independencia de Portugal. Y defienden ferozmente sus conquistas para impedir que se extienda el destructivo modelo de agricultura de megaescala y monocultivo para la exportación promovido por el Banco Mundial. En 2020, la UNAC derrotó rotundamente el enorme proyecto ProSavana, que habría convertido vastas extensiones del país en una fábrica de tierras para alimentar al ganado con fines de exportación. Ana Paula Tauacale, presidenta de la UNAC, dijo a nuestra delegación que la UNAC ganó "combinando nuestra arraigada organización en Mozambique con la solidaridad y las campañas internacionales —desde Brasil hasta Japón—, ejerciendo presión tanto sobre nuestro gobierno como sobre los inversores extranjeros".
Aquí vemos el papel de los movimientos organizados en la abolición del estado actual de las cosas, pero también sus límites. El poder del Estado, cuando se ejerce en favor de los intereses soberanos y democráticos del pueblo, forma parte de un proceso más amplio para abolir el estado actual de las cosas.
En Sudáfrica, las contradicciones de este proceso están claramente expuestas. En la actualidad, la generación de lxs "nacidxs libres" —lxs nacidxs después de que el triunfo electoral del Congreso Nacional Africano (CNA) de 1994, liderado por Nelson Mandela, enviara el gobierno formal de la minoría blanca al basurero de la historia-— constituye la mayoría de lxs sudafricanxs. Sin embargo, sus vidas siguen estructuradas por la larga secuela del Apartheid en desigualdades raciales, económicas y geográficas persistentes y extremas, que siguen siendo rasgos definitorios de la sociedad sudafricana.
El espíritu del inspirador pasado y presente de lucha popular sudafricano para transformar este mundo sigue vivo en fuerzas progresistas poderosas y militantes como Abahlali baseMjondolo (AbM) y el Sindicato Nacional de Trabajadorxs Metalúrgicxs de Sudáfrica (NUMSA), que a menudo se manifiesta en forma de oposición a las acciones del gobierno del CNA. También la política exterior del país, dirigida por el ANC, ha estado animada en los últimos años por este mismo espíritu.
Sudáfrica lideró el intento de derribar los muros monopolistas que mantenían las vacunas contra el Covid-19 costosas y fuera del alcance de la mayoría del mundo. Ha encabezado las protestas internacionales contra el embargo de los Estados Unidos a Cuba y las despiadadas sanciones del Norte a su vecino Zimbabue. Hoy, el caso de Sudáfrica contra Israel en la Corte Internacional de Justicia por incumplimiento de la Convención sobre el Genocidio habla en nombre de toda la humanidad.
La historia de la desigual aplicación de la misión de la Carta de la Libertad del CNA puede leerse en los resultados de las elecciones generales, en las que el CNA perdió su mayoría absoluta por primera vez y obtuvo unos resultados inferiores a los de las encuestas. El 40 % del partido es un indicador de la decepción que sienten muchxs por las esperanzas no cumplidas, pero no un deseo de romper con el espíritu de la Carta de la Libertad. Ninguna oposición de tradición diferente logró un avance. La Alianza Democrática (DA), de oposición liberal-derechista, se mantuvo a flote con un 22 %, mientras que el tercer y cuarto lugar fueron ocupados por facciones del CNA en el exilio: el recién creado Partido uMkhonto weSizwe (MK) del ex presidente Jacob Zuma y los Combatientes por la Libertad Económica (EFF) de Julius Malema, ex líder de la Liga Juvenil del CNA, obtuvieron un 15 % y un 10 % respectivamente.
El CNA esperaba ganar directamente o formar una alianza con partidos más pequeños que no estuvieran en condiciones de exigir demasiado a cambio. Pero el 40 % coloca al partido en un aprieto. ¿Busca reunirse con los grupos de Zuma y Malema, reforzando una facción del partido dividido, o llega a un acuerdo con el neoliberal DA? Ninguna de las dos opciones será atractiva para el presidente Cyril Ramaphosa.
Mientras la delegación de la IP observaba las elecciones en Sudáfrica, otra delegación de alto nivel fue enviada a México en medio de crecientes amenazas de injerencia en las elecciones presidenciales del domingo. Casi 100 millones de mexicanxs votaron en los 32 estados del país para elegir a más de 1.000 legisladorxs locales, 628 diputadxs, 18.000 cargos municipales, 9 gobernadorxs y unx presidentx.
La Constitución mexicana limita el mandato de cada presidente a seis años. La abanderada del partido MORENA del presidente Andrés Manuel López Obrador es Claudia Sheinbaum, ex gobernadora de Ciudad de México, climatóloga y feminista. Tras seis años de aumento del nivel de vida de la mayoría mexicana, se esperaba que Sheinbaum y MORENA ganaran las elecciones y mantengan el rumbo progresista del país. Los resultados se dejarán sentir en todo el hemisferio y más allá. Con López Obrador, México se ha convertido en líder regional en cuestiones como el proceso de paz de Colombia, el embargo de Cuba y los flujos migratorios de los Estados Unidos.
Todos estos procesos sociales, políticos, económicos y ecológicos analizados en este Boletín contienen contradicciones y tensiones derivadas de la ubicación de los actores en el sistema mundial. Sin embargo, para construir el movimiento real que pueda abolir el estado actual de las cosas, todas las fuerzas progresistas deben ser capaces de hablar en la diversidad pero actuar en la unidad.
Ésta es la tarea de la Internacional Progresista. Actuar a través de geografías, sectores, lógicas y niveles, sosteniendo contradicciones y tensiones, para apoyar y profundizar los movimientos de protesta contra el estado actual de las cosas. Entonces podrán unirse con fuerza suficiente para abolir el estado actual de las cosas en un proceso de humanización del mundo.
El miembro de la IP Movimiento Juvenil Palestino (PYM) ha llamado a rodear la Casa Blanca el 8 de junio, cuando se cumplen ocho meses del genocidio estadounidense-israelí del pueblo palestino. Hace un mes, Biden dijo que la invasión de Rafah era una línea roja. Pero ahora, que la invasión de Rafah ha continuado durante semanas, se ha extendido a toda la Franja de Gaza, la línea roja de Biden no aparece por ninguna parte. En lugar de seguir adelante y detener la ayuda militar a Israel, Biden ha autorizado miles de millones más en envíos de armas que se utilizarán para matar y masacrar a palestinxs.
Las votaciones de las mayores elecciones del mundo concluyeron el sábado 1 de junio, y los resultados se esperan para el martes 4 de junio. La IP ha seguido de cerca este proceso, que ha durado seis semanas, incluido el aterrador aumento del discurso de odio antimusulmán por parte del partido gobernante, el BJP, y del primer ministro, Narendra Modi. Seguiremos informando sobre los resultados y el ataque a los derechos y libertades a lo largo de este proceso.
Vivimos tiempos turbulentos. El centro de gravedad económico mundial se desplaza gradualmente de Occidente a Oriente, de Norte a Sur, desafiando el dominio secular del eje atlántico. El proceso está desencadenando violentas sacudidas en todo el mundo: desde la espiral inflacionista y la incautación de las cadenas de suministro hasta la guerra caliente y el genocidio en curso.
¿Cómo debemos dar sentido a estas transformaciones épicas? ¿Qué está ocurriendo realmente en la economía mundial? ¿Y qué significa para personas como tú y como yo?
Todos los días recibimos correos electrónicos de nuestrxs miembros que buscan respuestas a estas preguntas. Nos dicen que no basta con hojear los periódicos. Necesitamos un lugar donde la gente pueda leer, escuchar e intercambiar puntos de vista.
Por eso lanzamos la Escuela de Verano inaugural de la Internacional Progresista —sobre el pasado, presente y futuro del capitalismo global— y te invitamos a inscribirte ahora.
Arte de la Semana: George Mqapheli Bonono, vicepresidente de Abahlali baseMjondolo (derecha) y Thapelo Mohapi, secretario general, dirigen la asamblea general de AbM cantando. Durban, 26 de mayo de 2024.
