Imperialism

¿Quién bombardeó Dublín? El encubrimiento de 50 años debe terminar

Las autoridades británicas finalmente deben aclarar si ayudaron a lxs terroristas a bombardear la capital de Irlanda en 1974.
Hace cincuenta años, cuatro coches bomba explotaron en Dublín y en Monaghan, matando a 34 personas, incluido un bebé por nacer. El nuevo libro del oficial de policía irlandés retirado John O’Brien afirma que las agencias de seguridad y lxs políticxs británicxs están engañando a los familiares de las víctimas sobre los atentados.

Hace cincuenta años, cuatro coches bomba explotaron en Dublín y en la ciudad fronteriza irlandesa de Monaghan.

Se llevaron 34 vidas, incluida la de un bebé por nacer. Fue la mayor pérdida de vidas en un solo día del Conflicto Norirlandés.

Nunca se acusó a nadie, aunque la Fuerza Voluntaria del Úlster (UVF) se atribuyó la responsabilidad.

Un oficial de policía irlandés retirado, John O’Brien, ha publicado un libro sobre los atentados.

En The Great Deception afirma que las agencias de seguridad y lxs políticxs británicxs están engañando a los familiares de las víctimas, así como a la gente de Irlanda y Gran Bretaña.

Justice for the Forgotten (Justicia para los Olvidados), el principal grupo de lucha por la verdad, ha acogido con beneplácito la contribución de O’Brien. Dicen que se suma a las voces que piden que Londres confiese.

Una investigación del Juez de la Corte Suprema irlandesa Henry Barron encontró que no era "ni fantasioso ni absurdo" afirmar que las fuerzas de seguridad del Reino Unido habían ayudado a la UVF (una milicia pro-británica) a llevar a cabo los atentados.

Por lo tanto, queda una gran incógnita sobre la relación de Londres con quienes cometieron los atentados. Esta semana, por cuarta vez, el Dáil Éireann (parlamento de Irlanda) pidió por unanimidad a Gran Bretaña que divulgue todos sus archivos sobre los atentados.

Aunque la atrocidad ha sido olvidada en gran medida en el Reino Unido, es un tema vivo en Dublín, donde las familias de las víctimas celebrarán hoy su 50ª conmemoración anual. 

A ellos se unirá el Presidente de Irlanda, Michael D. Higgins. 

También se espera que asistan lxs principales representantes de todos los partidos políticos de Irlanda y el Jefe de policía de Irlanda del Norte, Jon Boutcher.

Un nuevo documental sobre los atentados, Mayo-17-74: Anatomía de una Masacre, ha agotado las entradas para sus primeras proyecciones en el Lighthouse Cinema en Dublín y más fechas fueron añadidas.

"Está muy mal"

Además de lxs muertxs, más de 250 personas resultaron heridas en los atentados. 

Un niño de 14 años, Derek Byrne, se despertó en la morgue de Dublín con heridas horribles, pero sobrevivió y murió recién en noviembre pasado.

Bernie McNally, una ex empleada de una zapatería, perdió un ojo en las explosiones.

Ella dijo esta semana: “Negarle la verdad a la gente está muy mal. Y nunca desaparecerá hasta que se haga justicia. Siempre estará ahí, siempre nos pesará”.

Los ataques tuvieron lugar el tercer día de la huelga del Consejo de Trabajadores del Úlster, que vio a lxs lealistas realizar piquetes violentos en fábricas y centrales eléctricas en toda Irlanda del Norte.

Estaban protestando contra un gobierno de poder compartido en Stormont entre unionistas y nacionalistas, junto con una propuesta transfronteriza del Consejo de Irlanda. 

El gobierno de poder compartido colapsó once días después.

Lxs lealistas nunca antes habían logrado organizar atentados tan poderosos y sincronizados. 

Tampoco lo harían de nuevo; a pesar de su feroz oposición a los desarrollos políticos posteriores como el Acuerdo Anglo-Irlandés de 1985 y el cambio de ruta de los desfiles de Orange.

Los explosivos utilizados para el atentado en Dublín estaban, en opinión del Teniente Coronel Nigel Wylde, hechos de nitrato de amonio recristalizado de fabricación casera, una sustancia típicamente utilizada por el IRA Provisional.

Esto subrayó la posibilidad de que Londres los suministrara, ya que el Teniente Coronel George Styles dijo que era común que el ejército británico "activara explosivos" utilizando los explosivos incautados al IRA y no registrados.

Reuniones

O’Brien, un superintendente jefe de detectives retirado de la Garda, se une a estos veteranos de seguridad para expresar sus preocupaciones. 

Su libro hace hincapié en las actas de dos reuniones conjuntas de alto nivel del gobierno británico e irlandés.

Estos tuvieron lugar cuatro y seis meses después de los atentados en Londres y en Dublín, respectivamente.

La primera reunión crítica es conocida desde hace algún tiempo.

Ocurrió en septiembre de 1974 e incluyó al entonces Primer Ministro británico Harold Wilson, al Secretario de Irlanda del Norte Merlyn Rees y a altxs funcionarixs. 

Por el lado irlandés, estaban el Taoiseach Liam Cosgrave y el Ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Garret FitzGerald.

Las actas preparadas por la parte irlandesa registran que Harold Wilson dijo que lxs autorxs de los atentados de Dublín y en Monaghan habían sido detenidxs pero no fueron acusadxs, ya que "era imposible obtener pruebas para juzgarlos en audiencia pública".

Wilson dijo: "En los últimos meses, fueron arrestados algunos hombres muy desagradables del lado unionista". 

Añadió: "Lxs autorxs de los atentados de Dublín habían sido arrestadxs y ahora estaban detenidxs, pero era imposible obtener las pruebas para juzgarlxs en tribunales ordinarios".

Esto indica que la parte británica supo quiénes eran lxs culpables de los atentados poco después, pero no haría ningún esfuerzo por acusarlxs. 

A pesar de que la investigación de la Garda ya se había cerrado, no se intentó reabrirla tras la revelación de Wilson.

En la siguiente reunión en noviembre de 1974, lxs funcionarixs irlandeses notaron cómo Wilson "enfatizó nuevamente que las personas que habían perpetrado el atentado en Dublín ahora estaban detenidas y que esto era lo único que se podía hacer, porque el tipo de evidencia en su contra no se sostendría ante un tribunal”. 

"Estaban segurxs de que tenían a las personas indicadas, pero no podían llevarlxs a juicio".

No hay registro de que esta información fuera transmitida a la Garda o al entonces Ministro de Justicia Patrick Cooney. 

Tampoco hay pruebas de que la parte irlandesa haya buscado o recibido los nombres de lxs presuntxs autorxs.

Algunos de ellxs no serían nombrados públicamente hasta 1993, cuando Yorkshire Television transmitió el documental Hidden Hand.

Denton

La cuestión de quién fue responsable de los atentados es crítica, no solo para los familiares de las víctimas.

Inicialmente, muchos sintieron que el IRA era de alguna manera culpable, independientemente de quién colocara las bombas. 

El Ministro de Asuntos Exteriores irlandés Fitzgerald comentó en privado "es su condenada culpa por haberlo comenzado todo".

El embajador británico en Dublín, Sir Arthur Galsworthy, consideró que la reacción en Irlanda era "saludable y útil" para los intereses del Reino Unido. 

Informó a Londres: "Eran lxs Provisionales ... quienes sufrían la mayor parte del oprobio a causa de su propia asociación de larga data con la violencia".

En las cinco décadas transcurridas desde los atentados, Londres ha evitado con éxito abrir sus archivos para proporcionar la verdad sobre su participación o no a las familias de las víctimas.

Esto lleva a los familiares a preguntar: ¿Qué esconden?

La investigación de Barron concluyó:  "Fuentes confiables dijeron que varixs de los sospechosxs de los atentados tenían relaciones con la Inteligencia Británica o con lxs oficiales de la rama especial de la Policía Real del Úlster".

Un exdirector del MI5, Jack Morton, fue sacado de su retiro un año antes de los atentados de Dublín para asesorar a la rama especial sobre cómo luchar mejor contra el IRA.

Morton, un veterano de las guerras sucias coloniales desde la India hasta Malasia, escribió un informe que aún está sellado, a pesar de los intentos de Declassified y otros de hacerlo público. 

Por lo tanto, queda por ver si la Operación Denton, la actual investigación de la policía de Irlanda del Norte sobre los atentados, proporcionará alguna justicia.

Anne Cadwallader ha sido periodista en Irlanda del Norte y del Sur durante los últimos 40 años, trabajando para la BBC, RTÉ, The Irish Press y Reuters. Anteriormente fue trabajadora social en el Centro Pat Finucane, un grupo de derechos humanos no partidista y anti-sectario que aboga por una resolución no violenta del conflicto en Irlanda.

Available in
EnglishArabicItalian (Standard)Portuguese (Brazil)SpanishFrench
Author
Anne Cadwallader
Translators
Wardys Mejia, ProZ Pro Bono and Jimena Glasman
Date
12.08.2024
Source
Original article🔗
Privacy PolicyManage CookiesContribution SettingsJobs
Site and identity: Common Knowledge & Robbie Blundell