Briefing

Boletín de la IP | N.º 17 | El Plan de lxs trabajadorxs del petróleo

En directo desde Bogotá, presentamos el Plan de lxs trabajadorxs del petróleo para la soberanía energética popular y la transición justa de Colombia.
En el decimoséptimo Boletín de la Internacional Progresista de 2025, te ofrecemos información actualizada en directo desde el taller celebrado en Bogotá con la Unión Sindical Obrera (USO) para diseñar el "Plan de lxs trabajadorxs del petróleo para la soberanía energética popular y la transición justa de Colombia".

«La energía es la principal disputa geopolítica de nuestro tiempo». Así comenzó este fin de semana en Bogotá el taller de la Internacional Progresista, convocado por la Unión Sindical Obrera de la Industria del Petróleo (USO) para trazar un camino hacia la «Soberanía Energética de Colombia».

El discurso inaugural estuvo a cargo de Andrés Camacho, hasta hace poco Ministro de Energía y Minas del país, quien ofreció un recorrido mundial por la geopolítica de la energía: desde el tráfico de petróleo a través del Mar Negro hasta las terminales de GNL de Rotterdam, desde los apagones en Gaza hasta la extracción de minerales críticos en el Congo.

Estos flujos de recursos revelan la energía no sólo como una mercancía, sino como un instrumento estratégico frecuentemente convertido en arma en las luchas asimétricas entre naciones, en las que el control de la producción, la distribución y el consumo determina qué países prosperan y cuáles permanecen atrapados en la pobreza.

Pocos países comprenden lo que está en juego en esa lucha como Colombia: rica en reservas de petróleo, en valiosa biodiversidad y en militancia obrera para asegurar la independencia del país tras siglos de intervención colonial. En 1948, la USO dirigió la histórica «huelga patriótica» contra la Tropical Oil Company, movilizando a decenas de miles de personas bajo el grito de guerra: «El petróleo es de lxs colombianxs y para lxs colombianxs». Este poderoso Movimiento acabó dando a luz a Ecopetrol, la compañía petrolera estatal que desde entonces ha sido llamada la «joya de la corona» de Colombia, un raro ejemplo de éxito de la nacionalización de recursos en América Latina que ha sobrevivido a décadas de ajustes estructurales y a las presiones de privatización que conllevan.

Sin embargo, un siglo después de la creación de la USO, Ecopetrol se enfrenta a amenazas existenciales procedentes de múltiples direcciones que ponen en peligro tanto los medios de subsistencia de lxs trabajadorxs como la soberanía nacional. Más allá de los implacables esfuerzos por despojar a la empresa de sus activos e ingresos, la economía política internacional de la extracción de fósiles —el modelo sobre el que se formó y floreció Ecopetrol— está experimentando hoy una rápida transformación. Dado que los combustibles fósiles representan más del 50 por ciento de los ingresos por exportaciones de Colombia y un tercio de sus ingresos exteriores, la nación se encuentra en una encrucijada crítica en la que los imperativos climáticos chocan con la dependencia económica, una contradicción a la que se enfrentan muchas naciones del Sur global ricas en recursos fósiles.

La USO ha demostrado una notable previsión al reconocer estos retos, posicionándose no como defensora del statu quo, sino como vanguardia de la transformación. Ya en 2020, la asamblea nacional del sindicato adoptó resoluciones que respaldaban una transición justa y articulaban la necesidad de «objetivos y plazos eficaces para abandonar los combustibles fósiles y adoptar nuevas tecnologías». Su temprano rechazo del fracking y su compromiso con la planificación de la transición energética les ha consolidado como uno de los sindicatos de combustibles fósiles más avanzados del mundo, demostrando que lxs propixs trabajadorxs, y no lxs ejecutivxs de las empresas ni lxs tecnócratas, pueden ser los actores con mayor visión de futuro en la política energética.

Estxs trabajadorxs visionarixs constituyen ahora un pilar fundamental del gobierno del cambio del presidente Gustavo Petro, que ha priorizado la transformación de Colombia en «una potencia mundial de vida» mediante la transición ecológica. En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Petro argumentó apasionadamente que la humanidad se enfrenta a «una crisis de vida» a medida que se acelera la catástrofe climática, lo que exige no sólo ajustes técnicos, sino una transformación sistémica. La alineación entre el trabajo organizado y un gobierno progresista crea una oportunidad histórica para reimaginar los sistemas energéticos, no como operaciones extractivas que agotan los recursos y explotan a lxs trabajadorxs, sino como servicios públicos al servicio de las necesidades colectivas dentro de los límites planetarios.

Durante su propio mandato como ministro, Camacho dirigió innovaciones pioneras como las «comunidades eléctricas», que pretendían democratizar la producción y distribución de energía en regiones anteriormente marginadas. Sus iniciativas conectaron el desarrollo de las energías renovables con el empoderamiento de las comunidades, sobre todo en zonas históricamente desatendidas por la planificación centralizada de infraestructuras. Sin embargo, a pesar de estos importantes avances, Colombia necesita una transformación más integral de su matriz energética, que debe ser meticulosamente planificada y dirigida por lxs trabajadorxs para tener éxito tanto en términos económicos como ecológicos.

Por eso la Internacional Progresista se reunió en Bogotá con la USO este fin de semana, convocando a una delegación internacional de sindicalistas, expertxs en política energética e investigadorxs en clima para colaborar en la elaboración de un plan de transición factible. Juntxs estamos desarrollando el Plan de lxs trabajadorxs del petróleo para la soberanía energética popular y la transición justa de Colombia, escrito por y para el sindicato y sus trabajadorxs. Este plan traza un rumbo para una Ecopetrol fortalecida en su transición de empresa petrolera a empresa energética integrada, la defensa de una «vía pública» para la transición energética, y llama a la expansión masiva de los empleos sindicales y a la industrialización verde en Colombia.

«El Plan de lxs trabajadorxs del petróleo refleja la convicción de que lxs trabajadorxs organizadxs desempeñan un papel decisivo en la elevación de la lucha de clases inherente a la crisis climática», dice el borrador del plan. «El camino público hacia una transición justa para Colombia es inconcebible sin un sólido análisis de clase que exponga y resista los imperativos capitalistas que alimentan tanto la destrucción ecológica como la explotación laboral. Lxs trabajadorxs, a través de sus sindicatos, tienen el poder de liderar esta transición, fusionando los objetivos ecológicos con la justicia territorial y las demandas de salarios justos, empleos seguros y el bien colectivo. El desarrollo industrial verde no es un mero imperativo ambiental, sino un medio para desafiar décadas de consecuencias neoliberales en Colombia y construir un futuro en el que lxs trabajadorxs y las comunidades de todo el país tengan poder sobre cómo se producen, comparten, protegen y utilizan la energía y los recursos».

Esta iniciativa llega en un momento decisivo de la política climática mundial, pues la ventana para la acción eficaz se estrecha rápidamente mientras el capital fósil continúa su implacable expansión. A pesar de las abrumadoras pruebas de la emergencia climática, las inversiones en exploración y producción de petróleo y gas alcanzaron los 528.000 millones de dólares en 2023, un aumento interanual del 11 por ciento que amenaza con bloquear las emisiones catastróficas durante décadas. Por tanto, el control democrático de los sistemas energéticos se ha vuelto esencial tanto para la supervivencia planetaria como para la justicia social, lo que exige que lxs trabajadorxs organizadxs lideren la reconversión de la infraestructura fósil lo más rápidamente posible.

Así pues, los frutos de nuestro taller de Bogotá se extienden mucho más allá de las fronteras de Colombia. Mientras lxs trabajadorxs de todo el Sur global se enfrentan a retos similares de dependencia económica, imperativos climáticos y poder corporativo, el liderazgo de la USO proporciona un modelo crítico de cómo lxs trabajadorxs pueden tomar la iniciativa en la planificación de la transición energética. Trabajando con organizaciones miembro como la Federação Única dos Petroleiros (FUP) de Brasil y a través de procesos como la Presidencia del G20 de Sudáfrica, el Progresismo pretende compartir las lecciones del liderazgo de la USO para forjar solidaridades entre lxs trabajadorxs de la energía de todo el mundo, convirtiendo la principal disputa geopolítica de nuestro tiempo en la principal oportunidad para garantizar una prosperidad compartida y sostenible.

Lo último del Movimiento

Un informe revela que el Gobierno engañó a la opinión pública sobre el envío de armas a Israel


El miércoles 7 de mayo, un nuevo e impactante informe del Movimiento Juvenil Palestino, la Internacional Progresista y Trabajadores por una Palestina Libre reveló una gran variedad de envíos de material militar, municiones de guerra, armas y piezas de aviones desde el Reino Unido a Israel desde que comenzó la guerra en Gaza en octubre de 2023, incluido un envío marítimo a Haifa con más de 160 000 artículos desde el Reino Unido a Israel.


El ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, ha declarado en la Cámara de los Comunes que «gran parte de lo que enviamos [a Israel] es de naturaleza defensiva», como «cascos o gafas», y «no es lo que describimos habitualmente como armas».


Sin embargo, el informe muestra que el Reino Unido ha enviado a Israel miles de artículos que se definen como armas y municiones, mucho más allá de cascos y gafas protectoras, y concluye que las afirmaciones contrarias de Lammy en la Cámara son «falsas y engañosas». La mayoría de los envíos se produjeron después de que el Gobierno británico suspendiera alrededor de 30 licencias de exportación de armas a Israel en septiembre de 2024, y el Reino Unido ha enviado 8630 municiones distintas desde que entraron en vigor las suspensiones.


«Este explosivo informe demuestra que el gobierno nos ha estado mintiendo sobre las armas que suministra a Israel mientras este comete un genocidio en Gaza», declaró Zarah Sultana, miembro del Consejo de la Internacional Progresista y diputada laborista, al diario The Guardian.

Stop Booking Apartheid: Día de acción


El jueves 8 de mayo, trabajadorxs de Booking.com unieron sus fuerzas con activistas de Gran Bretaña y los Países Bajos para demandar a la empresa que deje de facilitar el despojo de la tierra palestina.
En la sede de Booking.com en Manchester, activistas del Frente Juvenil por Palestina proyectaron imágenes de tiendas de campaña de refugiadxs con los nombres de los asentamientos promocionados por Booking.com. «Al promover el turismo y el alquiler de propiedades en los asentamientos ilegales israelíes construidos en tierras palestinas robadas, Booking.com se está lucrando con los crímenes de guerra israelíes», dijo un miembro del Frente Juvenil por Palestina.


En Ámsterdam, activistas de XR Justice Now y Diem 25 sostuvieron una pancarta frente a la sede de Booking y repartieron folletos a lxs trabajadorxs que entraban en la oficina informándoles de los 55 anuncios de Booking.com en la Cisjordania ocupada. En apoyo a la campaña Stop Booking Aparhteid, unx empleadx de la empresa dijo: «Booking.com debe rendir cuentas públicamente por sus vínculos con Israel y agradecemos a la campaña por amplificar nuestras voces».


Tras el lanzamiento de la campaña la semana pasada, la jornada de acción del jueves marca el inicio de un esfuerzo internacional concertado para exigir a Booking.com que rompa sus vínculos con Israel.

Arte de la Semana

Permeating - Attempt, 2024 es una obra de Michael James Fox (Colombia) que representa una imagen abstracta de la flora indígena colombiana. La obra, que consiste en una fotografía impresa sumergida y envuelta en plástico, habla de la alienación de la tierra, la pertenencia y la comunidad. Las fotografías de Fox son autobiográficas: la naturaleza aislante de la adopción y los estados disociativos que la acompañan. Lxs adoptadxs pueden verse obligadxs a aceptar su propio borrado, una condición que él pretende transmitir en su obra.


Sobre la obra, Fox ha dicho: «Al haber sido adoptado, me interesa la noción de extracción. La imagen ha sido sometida a modificaciones y procesos químicos para extraer... La translucidez del plástico asfixiante que atrapa la imagen da la impresión de que la imagen o el recuerdo pueden obtenerse». Michael James Fox es un fotógrafo y artista de imágenes en movimiento criado en Nueva York y radicado en Londres que trabaja con fotografía conceptual analógica y técnicas experimentales de procesamiento de imágenes, transformando lo identificable en una abstracción onírica.

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Date
10.05.2025
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