Los pueblos del mundo se están levantando y arriesgando sus vidas por Palestina. Un Estado rebelde en un orden mundial rebelde se ha vuelto loco, convirtiendo Gaza en «el lugar con más hambre de la tierra», según las Naciones Unidas, y disparando a palestinxs hambrientxs que intentan reclamar la escasa ayuda. Pero esta violencia grotesca, que según la Dra. Melanie O'Brien, presidenta de la Asociación Internacional de Estudiosos del Genocidio, equivale a un genocidio, está generando una resistencia sin precedentes por parte de ciudadanxs de todo el mundo que se niegan a quedarse de brazos cruzados.
Esta semana, el Madleen, un velero con bandera británica que transportaba a 12 activistas, entre ellxs Greta Thunberg y la eurodiputada franco-palestina Rima Hassan, fue interceptado por las fuerzas de ocupación israelíes. Su ayuda humanitaria fue confiscada y gran parte de su tripulación fue detenida en régimen de aislamiento, pero la Coalición de la Flotilla de la Libertad se niega a dar marcha atrás. Se espera que en los próximos días zarpen hacia Gaza más barcos humanitarios.
Otrxs ciudadanxs intentan romper el bloqueo por tierra. Miles de personas de todo el mundo, entre ellas miembros de la Internacional Progresista DiEM25, han viajado esta semana a Egipto para presionar a su Gobierno a que entregue alimentos a la población desesperada de Gaza a través del paso fronterizo de Rafah.
Para el Estado de Israel, la amenaza de que los alimentos lleguen a la Franja de Gaza es tan grande que el ministro de Defensa, Israel Katz, ha ordenado a Egipto que bloquee la llegada de estxs «manifestantes yihadistas», y así lo ha hecho. El gobierno de Abdel Fattah el-Sisi ha detenido, interrogado y deportado a cualquier visitante internacional sospechosx de participar en la Marcha Humanitaria hacia Gaza.
En El Cairo podemos ver la arquitectura internacional del genocidio de Gaza. Las bombas, los drones y el alambre de púas son todos productos de una maquinaria de guerra que opera a través de una cadena de suministro global que convierte a docenas de países y miles de empresas en cómplices, en el mejor de los casos, y en participantes criminales, en el peor.
Pocos países ilustran mejor esta complicidad que Francia. El presidente Emmanuel Macron finge defender la causa de la ayuda humanitaria a Gaza y, más ampliamente, la creación de un Estado palestino. Junto con Arabia Saudí, Macron planea organizar una conferencia la próxima semana en Nueva York en la que se llamará a los Estados a reconocer a Palestina como «un deber moral y una exigencia política».
Mientras tanto, Francia sigue desempeñando un papel fundamental en el tráfico de armas hacia Israel. Esta semana, la Internacional Progresista, el Movimiento Juvenil Palestino y una serie de organizaciones de la sociedad civil francesa presentaron un informe pionero ante la Asamblea Nacional que documenta el tráfico de más de 15 000 millones de armas de Francia a Israel desde octubre de 2023. El informe, que ha recibido una amplia cobertura mediática en Francia, puede leerse completo aquí.
Lxs trabajadorxs francesxs están tomando ahora en sus manos la cuestión de la complicidad. El 4 de junio, lxs estibadorxs del sindicato CGT descubrieron que 19 palés de repuestos para metralletas iban a ser cargados en el puerto de Marsella-Fos en el buque portacontenedores CONTSHIP ERA, de bandera liberiana, con destino a Haifa, Israel. Lxs estibadorxs localizaron el contenedor mortal, lo apartaron y se negaron a cargarlo en el barco con destino a Haifa. En un contundente comunicado emitido por su sindicato, lxs estibadorxs anunciaron que «lxs estibadorxs y trabajadorxs portuarixs del Golfo de Fos no participarán en el genocidio orquestado por el Gobierno israelí». Siguiendo el ejemplo de lxs trabajadorxs francesxs, lxs trabajadorxs portuarixs de Génova, a través de su sindicato USB, coordinaron una guarnición en el puerto de Génova, con el objetivo de impedir el atraque del CONTSHIP ERA. Lxs trabajadorxs emitieron un comunicado en el que afirmaban que «no quieren ser cómplices del genocidio que continúa en Gaza» y llamaban a la ciudadanía a unirse a su piquete contra el buque portacontenedores y a participar en una huelga general el 20 de junio. En solidaridad con sus homólogxs franceses e italianxs, lxs trabajadorxs portuarixs griegxs del puerto del Pireo, afiliadxs al sindicato ENEDEP, anunciaron que estaban «en contacto permanente y a disposición de nuestrxs compañerxs para cualquier necesidad» y afirmaron que «no serán el eslabón de la cadena de sangre que une a los gobiernos que apoyan el genocidio en Palestina».
Al día siguiente, lxs estibadorxs francesxs descubrieron que otros dos contenedores con carga militar iban a ser cargados en el CONTSHIP ERA. Lxs trabajadorxs, a través de su sindicato, anunciaron que la carga eran cañones de armas fabricados por la empresa Aubert et Duval en Firminy. Lxs trabajadorxs bloquearon esos dos contenedores adicionales.
Sin embargo, mientras el pueblo francés da un paso adelante en solidaridad con el pueblo palestino, su gobierno, como tantos otros en todo el mundo, da dos pasos atrás. Después de llamar a la creación de un Estado palestino un «deber moral», Francia ha abandonado ahora esa reivindicación. El Reino Unido ha hecho lo mismo, mientras que el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Johann Wadephul, dijo en una rueda de prensa que reconocer a Palestina enviaría una «mala señal».
Los Estados Unidos, al menos, ya no fingen jugar a dos bandas. El martes 10 de junio, el embajador de los Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, declaró a Bloomberg que los Estados Unidos no perseguían un Estado palestino independiente, y dijo a la BBC que si «los países musulmanes» querían un Estado palestino, debían ceder su tierra para «acogerlo».
Pero un grupo de Estados está ahora a la altura de las circunstancias, tratando de igualar el coraje de sus pueblos con las acciones de sus gobiernos.
Se hacen llamar el Grupo de La Haya.
En enero, días después de que Trump regresara a la Casa Blanca, nueve Estados del Sur se reunieron en La Haya, en el espíritu de Bandung, convocados por la Internacional Progresista para hacer cumplir el derecho internacional mediante una acción estatal coordinada para poner fin al genocidio y garantizar la justicia y la rendición de cuentas. Formaron el Grupo de La Haya para adoptar «medidas legales y diplomáticas coordinadas» en los tribunales, puertos y fábricas para poner fin al genocidio y defender el derecho internacional.
Entre los miembros del Grupo de La Haya se encuentran Estados del Sur que están tomando medidas concretas, mientras que los Estados del Norte solo ofrecen palabras vacías. Malasia rompió la cadena de suministro material de la violencia israelí al imponer una prohibición marítima a los buques afiliados a Israel y prohibirles atracar en los puertos malayos. Sudáfrica llevó a Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por violaciones de la Convención sobre el Genocidio. Colombia no solo ha detenido todas las compras de armas a Israel, sino que también ha suspendido las exportaciones de carbón a Israel.
La declaración adoptada tras la reunión de enero comprometió a los Estados miembros del Grupo de La Haya a: respetar las órdenes de detención dictadas contra funcionarios israelíes por la Corte Penal Internacional; impedir el suministro o la transferencia de armas, municiones y equipo conexo a Israel, cuando exista un riesgo claro de que puedan utilizarse para violar el derecho internacional; e impedir el atraque de buques en cualquiera de sus puertos cuando exista el riesgo de que sean utilizados para transportar combustible y armamento militar a Israel.
«Las violaciones de Israel van más allá del asesinato en masa y la persecución de lxs palestinxs», declaró Anwar Ibrahim, primer ministro de Malasia, antes de la reunión. «Atacan los cimientos mismos del derecho internacional, que la comunidad mundial tiene el deber de defender».
Esta semana, Colombia y Sudáfrica, en su calidad de co presidentes del Grupo, anunciaron que acogerán una Conferencia de Emergencia para detener el genocidio en Gaza, llamando a los Estados de todo el mundo a unirse a ellos en Bogotá los días 15 y 16 de julio.
La reunión congregará a los miembros fundadores e invitará a nuevas naciones a unirse al bloque en su esfuerzo por defender el derecho internacional y la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de julio de 2024 para detener todas las acciones «que contribuyan al mantenimiento de la situación ilegal creada por Israel en el territorio palestino ocupado».
Pero para que la conferencia de emergencia del Grupo de La Haya sea un éxito, necesitamos que ustedes, amigxs, aliadxs y miembros de la Internacional Progresista, actúen: envíen cartas, hagan llamados y salgan a las calles para exigir que los gobiernos de todo el mundo se unan al Grupo de La Haya y tomen medidas concretas para poner fin a este genocidio.
«El tiempo de las palabras huecas y las cumbres ceremoniales ya pasó hace mucho», dijo el Co-coordinador General David Adler a la Asamblea Nacional Francesa al presentar el nuevo informe de la Internacional Progresista. Ahora, mientras el Grupo de La Haya prepara su conferencia de emergencia, tenemos una oportunidad única para convertir las palabras en acciones, las promesas en políticas y los Estados en representantes de nuestra humanidad colectiva.
No podemos perderla.
El miembro de la IP, el Sindicato de Trabajadores Gig y de Plataformas de Telangana (TGPWU), ha presentado una denuncia formal ante el Departamento de Trabajo de Telangana en la que destaca múltiples violaciones por parte de la aplicación de reparto de comida Zepto, entre ellas: salarios inadecuados para los repartos de alto riesgo, presión irrazonable para realizar los repartos en 10 minutos, lo que provoca estrés mental y físico y aumenta los accidentes de tráfico, ausencia de aseos o zonas de descanso limpias para lxs trabajadorxs y falta de un mecanismo de reclamación o de asistencia médica. Las demandas se producen después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Maharashtra (FDA) suspendiera la licencia comercial de Zepto en Bombay debido a graves violaciones de la higiene.
Los legendarios juristas Eugenio Zaffaroni y Baltazar Garzón publicaron una defensa contundente de Andrés Arauz en el llamado caso Ligados, una flagrante guerra jurídica liderada por el presidente ecuatoriano Daniel Noboa contra su oposición política.
Una nueva investigación de Global Energy Embargo for Palestine y el Movimiento BDS expone el papel de Eni y Dana Petroleum en la ayuda al genocidio de Israel en Gaza y ofrece un kit de herramientas para actuar contra esta complicidad. Lee el informe y el kit de herramientas y actúa aquí.
El diputado independiente británico y miembro del Consejo de la IP, Jeremy Corbyn, presentó la semana pasada un proyecto de ley en el Parlamento del Reino Unido para que se investigue la complicidad del gobierno británico en el genocidio de Israel en Gaza. El proyecto de ley superó la primera lectura en la Cámara de los Comunes, pero el gobierno laborista tiene previsto denegarle más tiempo para seguir adelante.
Esta semana, la Corte Suprema de Argentina confirmó una pena de seis años de prisión y la inhabilitación política de por vida contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Desde el Observatorio de la Internacional Progresista, llamamos a todxs lxs aliadxs internacionales de la democracia a que se levanten contra este acto extraordinario de guerra jurídica, que constituye una amenaza existencial para la democracia en Argentina, en América Latina y en todo el mundo.
Rheim Alkadhi es un artista radicado en Berlín que realiza una extensa investigación de campo sobre migración, fronteras, imperialismo y ecología. Interesado en la extracción de recursos que causa el desplazamiento, así como en los impactos ambientales asociados con el material, Alkadhi a menudo emplea lonas pesadas encontradas en su trabajo.
