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Amanecer Dorado de Grecia ha sido aplastado, pero su agenda sigue viva

Aunque el fallo del tribunal puso fin a Amanecer Dorado como organización, la lucha por liberar a Grecia de sus arraigados lazos continúa en otros ámbitos.
Las conexiones de Amanecer Dorado tanto con el sistema político como con el crimen organizado, la aceptación de su agenda por parte del partido gobernante y su profunda influencia en el ejército y la policía no pueden desarraigarse fácilmente. Este será el próximo desafío para las decenas de miles de personas que protestaron ante el tribunal de apelaciones de Atenas bajo pancartas que decían "no son inocentes".

El 7 de octubre, los tribunales griegos concluyeron un caso histórico al decidir sobre una de las acusaciones más graves del derecho penal del país: que Amanecer Dorado, un partido neonazi, era una organización criminal que se hacía pasar por un partido político, poniendo así fin a sus casi 40 años de historia y a su década como partido parlamentario.

Y qué farsa ha sido. En 2013, el asesinato del rapero antifascista Pavlos Fyssas por el miembro de Amanecer Dorado, Giorgos Roupakias, marcó un punto de inflexión tanto en la política de la organización como en la percepción pública y dio lugar a una larga investigación criminal sobre la organización. Sin embargo, antes de 2013, los medios de comunicación habían presentado sistemáticamente a Amanecer Dorado como "residentes preocupadxs" simplemente combatiendo los supuestos problemas que la inmigración había causado en sus vecindarios, mientras que los programas y las columnas de chismes ofrecían un alegre vistazo de la vida privada de sus miembros. La retórica que rodeó la entrada de Amanecer Dorado al ayuntamiento de Atenas en 2009 y posteriormente al parlamento en 2012 encajaba fácilmente con la tendencia de los sucesivos gobiernos entre 2004 y 2015 a desplegar un discurso y políticas antiinmigrantes, mientras utilizaban partidos de extrema derecha para lograr objetivos políticos a corto plazo.

Pero las prácticas por las que ahora son condenados no eran muy diferentes en ese momento. Se ha atribuido la violencia a Amanecer Dorado desde sus comienzos a principios de la década de 1980 y a medida que la organización crecía rápidamente después de 2009, acercándose al parlamento, sus actuaciones públicas, las reuniones militaristas y los ataques en grupo contra inmigrantes proporcionaron un excelente material para la televisión.

Otras escaladas más violentas, como el pogromo antiinmigrante en el centro de Atenas en 2011, el brutal asesinato del paquistaní Sakhzat Lukman de 28 años, la invasión nocturna e intento de asesinato de una casa de pescadorxs egipcixs y la emboscada a lxs trabajadorxs portuarixs que colgaban carteles de huelga–todo parte del juicio que duró varios años–apenas llegó a los titulares en ese momento, lo que llevó a gran parte del público, que voluntariamente hizo la vista gorda, a creer que los actos públicos de violencia de Amanecer Dorado eran, de alguna manera, moderados y una expresión de incomodidad–chocante, pero limitada.

Cuando Amanecer Dorado ingresó por primera vez al parlamento en junio de 2012, había obtenido el 7 por ciento de los votos. Las encuestas antes del juicio mostraron que su popularidad seguía creciendo por encima del 10 por ciento. Las preguntas sobre cómo el gobierno derechista de la Nueva Democracia del entonces Primer Ministro Antonis Samaras veía a la organización fueron respondidas en 2014, cuando el portavoz de Amanecer Dorado, Ilias Kasidiaris, filtró un vídeo de una conversación que había tenido con el ayudante del primer ministro, Takis Baltakos, en la que los dos hombres discuten los detalles de la acusación contra Amanecer Dorado. El vídeo parecía revelar una frecuente coordinación entre Samaras y Amanecer Dorado, con Baltakos actuando como intermediario.

Desde 2013, el arresto, el procesamiento y la posterior revelación del funcionamiento interno de la organización–incluyendo testimonios y fotos de sus campos de entrenamiento militar, armas almacenadas, múltiples asociaciones con el crimen organizado y una vasta colección de pruebas que muestran la influencia ideológica y organizativa del nazismo–detuvo el ascenso de Amanecer Dorado en las encuestas, pero lo dejó consolidado entre el 6 y el 7 por ciento para ambas elecciones celebradas en 2015, superando el umbral del 3 por ciento para la entrada en el parlamento bajo el sistema electoral griego.

Las masivas manifestaciones antifascistas celebradas en cada aniversario del asesinato de Pavlos Fyssas, así como la labor de numerosxs periodistas y organizaciones políticas, fueron cruciales para dar a conocer la verdadera naturaleza de Amanecer Dorado y sin duda han desempeñado un papel en su posterior desaparición, ya que la organización no logró entrar en el parlamento en las elecciones generales de 2019.

Sin embargo, estos no fueron los únicos factores. Lo más significativo es que las encuestas han demostrado que, en términos de poder electoral, lxs votantes de Amanecer Dorado se han trasladado en gran medida al partido derechista Nueva Democracia, que ganó por un abrumador 39 por ciento en julio de 2019, habiendo instigado con éxito un movimiento intensamente nacionalista contra el Acuerdo de Prespa, el tratado por el que Grecia reconoció el nombre de su país vecino, Macedonia del Norte. En cuanto al movimiento social de Amanecer Dorado, se ha desviado ahora hacia las diversas protestas y disturbios contra lxs refugiadxs en toda Grecia, que siguen aumentando tanto en número como en intensidad.

El Acuerdo de Prespa fue la última batalla de Amanecer Dorado, aunque la organización no pudo atribuirse el mérito completo, como lo habría hecho antes de 2013, por los eventos alineados con sumodus operandi: ataques violentos contra periodistas; incendios provocados y vandalismo contra viviendas ocupadas, centros sociales y sedes de otros partidos; múltiples ataques a izquierdistas y anarquistas; consignas como "un cuchillo en el corazón de cada antifa" (una referencia directa al asesinato de Pavlos Fyssas); carteles de “se busca" colgados de farolas con imágenes de diputadxs que votaron a favor del Acuerdo, así como protestas nocturnas frente a sus casas.

Al final, todo lo que Amanecer Dorado podía atribuirse era su teatralidad parlamentaria: el asalto físico de Ilias Kasidiaris contra el ex ministro de policía del partido de la Nueva Democracia, Nikos Dendias, en la cámara del parlamento helénico y una desesperada persecución policial en la que estaba implicado el diputado Kostas Barbaroussis, después de que pidiera al ejército desde la tribuna parlamentaria que arrestara al primer ministro y al presidente de la República por traición.

La rebelión generalizada contra el Acuerdo de Prespa alimentó el frenesí nacionalista, pero la Nueva Democracia de Kyriakos Mitsotakis estaba en mejor posición para absorberlo que Amanecer Dorado. Mitsotakis apoyó las protestas contra el Acuerdo como una estrategia de la oposición contra el anterior gobierno de Syriza, sin importar cuán violentas se volvieran, a pesar de la amarga ironía de que a principios de los años 90, las protestas contra un acuerdo propuesto anteriormente con Macedonia del Norte fueron la primera intervención más amplia de Amanecer Dorado y, finalmente, responsables de la expulsión del padre de Mitsotakis, quien era el primer ministro en ese momento.

Pese al cinismo de Nueva Democracia a lo largo de su oposición al Acuerdo de Prespa, Amanecer Dorado ha quedado en ruinas debido al proceso judicial. Desde 2013 y aún hoy, Amanecer Dorado ha estado plagado de conflictos internos, faccionalismos y acusaciones entre sus miembros. En la actualidad, casi todxs lxs principales dirigentes de la organización se han dividido para formar sus propios partidos y, a pesar de las sospechas de que esta fue una estrategia para socavar las acusaciones de una jerarquía rígida del tipo que necesitaría una organización criminal, sin duda ha afectado a su capacidad operativa. Desde 2014, sus oficinas se han ido cerrando gradualmente y, tras su derrota en las últimas elecciones, incluso la sede principal de Atenas ha sido evacuada.

Amanecer Dorado está efectivamente acabada como organización. Pero aunque la conclusión del juicio puede haber llegado después de que Amanecer Dorado ya haya perdido la mayor parte de su influencia política, esto no significa que su historia haya terminado. Las conexiones de Amanecer Dorado, tanto con el sistema político como con el crimen organizado, la aceptación de su agenda por parte del partido gobernante y su profunda influencia en el ejército y la policía no pueden desarraigarse fácilmente. Este será el próximo desafío para las decenas de miles de personas que protestaron ante el tribunal de apelaciones de Atenas bajo pancartas que decían "no son inocentes".

Yannis-Orestis Papadimitriou es un periodista independiente radicado en Atenas. Es miembro de The Manifold, un equipo de investigación con miembros en Atenas, Nicosia y Londres.

Ilustración de Ann Kiernan.

Available in
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Author
Yannis-Orestis Papadimitriou
Translators
Marianne Reutemann Klee and Francisco Dominguez
Date
14.10.2020
Source
Original article🔗
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