La indignación pública ante esta burda y veraz declaración fue enorme y justificada. Amazon tiene fama de excluir a lxs trabajadorxs, ya sea del derecho a opinar colectivamente en el trabajo, tener un contrato de trabajo o incluso una pausa para ir al baño. La presión laboral es alta, cada movimiento de lxs trabajadorxs es monitoreado y cualquier indicio de descontento es objeto de una feroz represión.
Lo que el mundo no sabía en ese momento es que Bezos se olvidó de agradecer a otro grupo que pagó este paseo espacial: lxs contribuyentes.
Según una nueva investigación publicada por UNI Europa, el sindicato europeo de trabajadorxs del sector de los servicios, Amazon recibió más de mil millones de euros, libras, francos suizos y coronas danesas procedentes de lxs contribuyentes a través de contratos públicos en los últimos tres años.
Los gobiernos europeos están llenando los ya profundos bolsillos de Amazon con dinero público. Amazon tiene contratos enormes con la Comisión Europea, el Ministerio de Asuntos Fiscales de Dinamarca (oh, la ironía), el Gabinete del Reino Unido, el Ministerio del Interior y muchos otros ministerios, autoridades locales y servicios gubernamentales.
Estos gobiernos están permitiendo que una empresa que se encuentra en el centro de escándalos de represión sindical, evasión de impuestos y manipulación del mercado, desempeñe un papel demasiado importante en la prestación de servicios públicos. Cuando el Parlamento Europeo invitó a la empresa a ser interrogada acerca de su vigilancia intrusiva de lxs trabajadorxs, ésta se negó rotundamente.
Lxs diputadxs progresistas del Parlamento Europeo no tardaron en reaccionar a las nuevas revelaciones. "Si Amazon no es capaz de sentarse y llegar a acuerdos con los sindicatos de trabajadorxs, enviaremos un mensaje claro en el único idioma que parece hablar: el dinero", dijo la eurodiputada Agnes Jongerius.
La eurodiputada Leïla Chaibi propuso que "los contratos públicos solo puedan ser adjudicados a empresas que respeten a sus trabajadorxs y paguen sus impuestos". La contratación pública puede y debe utilizarse para el bien público para elevar los estándares, recompensando solo a las empresas que cumplan con sus responsabilidades hacia sus trabajadorxs, el público y el planeta. Un número cada vez mayor de personas y eurodiputadxs respaldan las demandas de lxs trabajadorxs para que la contratación pública se fije a nivel de la UE.
Además de resaltar la contradicción obvia de recompensar con negocios públicos a una empresa cuyo historial de evasión de impuestos y represión sindical es contrario a los objetivos políticos declarados, el informe de UNI Europa plantea otras dos cuestiones derivadas de estos contratos.
En primer lugar, varios de estos contratos subcontratan a Amazon para que gestione los datos gubernamentales. Como ha argumentado la eurodiputada Kim van Sparrentak, esto podría hacer "más difícil la aplicación de las normas de protección de datos de la UE", ya que Amazon está basada fuera de la UE. En segundo lugar, cuando Amazon excluye del mercado a empleadorxs sindicalizadxs mediante la subcotización y expande su modelo laboral conflictivo, ello constituye también un ataque a lxs trabajadorxs y a su oportunidad de obtener una parte justa de la riqueza que ellxs mismxs generan. En palabras de la eurodiputada Evelyne Gebhardt, "Amazon ha estado expandiendo agresivamente sus operaciones de comercio electrónico en Europa, a pesar de supuestamente tener pérdidas. Esta expansión solo ha sido posible gracias a las enormes sumas transferidas por la lucrativa sección de web y computación en la nube de Amazon (Amazon Web Services, AWS)". Pero la codicia de Amazon al afirmar que este dinero es público podría volverse en su contra. Desde las calles hasta nuestros parlamentos, está creciendo el ímpetu para hacer frente a los abusos de Amazon. El hecho de que Amazon recibe importantes fondos públicos y paga tan pocos impuestos es una injusticia evidente que podría impulsar la adopción de medidas, entre ellas la de corregir las normas de contratación pública que no funcionan y que permiten que se tomen estas decisiones tan confusas.
En todo el mundo, lxs trabajadorxs han emprendido acciones colectivas para hacer frente a Amazon. La coalición Make Amazon Pay ha reunido a trabajadorxs y activistas de diferentes países y problemáticas en una poderosa alianza para el cambio. Los contratos públicos de Amazon, que suponen una gran cantidad de dinero, pueden ser buenos para los resultados de la empresa a corto plazo, pero podrían contribuir a los llamados generalizados a hacer que Amazon pague.
Oliver Roethig es Secretario Regional de UNI Europa.
Foto: War on Want, Flickr