El 26 de enero, India celebró el "Día de la República", el día en que adoptó su constitución como país independiente tras 200 años de colonialismo británico, como una "República Democrática Soberana, Socialista y Laica comprometida con la Justicia, la Igualdad y la Libertad para el pueblo".
En claro contraste, a principios de la semana pasada, el gobierno actual, dirigido por Narendra Modi, dio un paso decisivo para derrocar la Constitución laica de India en nombre de una nueva nación supremacista hindú.
El lunes, el primer ministro indio Narendra Modi lanzó su campaña de reelección con la inauguración de un nuevo templo hindú multimillonario sobre las ruinas de una mezquita destruida por turbas fundamentalistas.
30 años antes, el 6 de diciembre de 1992, el Partido Bharatiya Janata de Modi dirigió una muchedumbre violenta para demoler la mezquita hasta reducirla a escombros, alegando que era el antiguo emplazamiento de un templo hindú para el Señor Ram o el "Ram Mandir". En los sangrientos disturbios comunales que siguieron, murieron más de 2.000 personas.
Una minuciosa investigación dirigida por el juez Manmohan Singh Liberhan descubrió que 68 personas eran responsables de la demolición de la mezquita, en su mayoría líderes y lideresas del BJP, incluidos altos cargos y miembros del Parlamento como AB Vajpayee, que llegó a ser primer ministro en 1996, LK Advani y Vijaya Raje Scindia. Ninguno se ha enfrentado a repercusiones legales hasta la fecha.
Desde entonces, el gobierno del BJP ha adoptado el "Ram Mandir" como grito de guerra de su proyecto de construcción nacional. "Ram es la fe de la India, Ram es la base de la India. Ram es la idea de India, Ram es la ley de India", dijo Modi en su discurso a la nación del lunes pasado.
Como primer ministro, Modi ha impulsado este nacionalismo hindú como fuerza política dominante de la India: prohibiendo el hiyab en las escuelas, introduciendo leyes "anti conversión", abusando de las fuerzas municipales para demoler hogares y comercios musulmanes en las ciudades e impulsando un "código civil uniforme" en la ley.
Ahora, en abierto desafío a la Constitución laica de la India, Modi fusiona el cargo de "Primer Ministro" con el de "Sacerdote Principal" para llevar a cabo la consagración de este controvertido templo.
La "celebración" no se limita a Ayodhya. En varios estados se ha anunciado un día festivo y se ha ordenado que las oficinas gubernamentales, las escuelas y los mercados permanezcan cerrados durante la retransmisión pública.
"La islamofobia ya no es un sentimiento marginal en India. Se ha convertido en una ideología fabricada por el Estado", rezaba la advertencia emitida por Genocide Watch en 2023. Los 10 años de mandato del gobierno nacionalista hindú del país han sido testigos de una escalada de la violencia y los conflictos contra musulmanes, que constituyen su minoría más importante, y de un debilitamiento constante de las instituciones democráticas que podrían interponerse en el camino.
Informaremos sobre el terreno en toda India, organizaremos sesiones informativas y te mantendremos al día de los acontecimientos antes de las elecciones generales de abril y durante las mismas.
El pueblo de India ha luchado durante décadas para conseguir una democracia laica, justa e igualitaria. No debemos permitir que Modi se la robe ahora.
Huelga general en Argentina
El miércoles, trabajadorxs argentinxs iniciaron una huelga general para defender sus derechos y su calidad de vida, bajo el ataque frontal del presidente fundamentalista capitalista Javier Milei. El mes pasado, Milei promulgó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) nº 70/2023, un abuso sin precedentes de los poderes presidenciales para despojar a los trabajadores argentinos de sus derechos fundamentales en nombre del "anarcocapitalismo".
Ni lxs trabajadorxs ni los sindicatos argentinos se dan por vencidos ante este ataque represivo. Lxs trabajadorxs y las pancartas sindicales inundaron las calles del país mientras se cerraban fábricas, comercios y escuelas y se cancelaron vuelos.
El miembro de la Internacional Progresista, la federación sindical CTA-T, estuvo en el centro de la campaña y, junto con la IP, llamó a la solidaridad del movimiento obrero de todo el mundo.
Sindicatos que representan a millones de trabajadorxs de todo el mundo escucharon el llamado y se solidarizaron con ellos, entre ellos el miembro de la IP y la federación sindical más grande de Brasil CUT, el miembro de la IP y el movimiento popular indio MKSS, el sindicato más grande de España CCOO, la federación mundial de sindicatos del transporte ITF y seis sindicatos británicos: RMT, FBU, TSSA, ASLEF, UCU y BFAWU.
El G77 cumple 60 años
La Internacional Progresista celebró la semana pasada en Kampala los 60 años del nacimiento del Grupo de las 77 Naciones, organismo que engloba hoy a los 134 miembros del Sur Global. En la Cumbre del Grupo celebrada en la capital ugandesa, una delegación de la Internacional Progresista debatió la trayectoria del desarrollo soberano en el siglo XXI y cómo los gobiernos del Sur Global pueden aunar fuerzas para ejercer una acción colectiva en materia de recursos naturales, deuda, tecnología, comercio y cambio climático. Durante los dos últimos años, la IP ha colaborado con el G77 en el desarrollo de un plan de acción para hacer realidad un Nuevo Orden Económico Internacional. Este trabajo continuará en 2024, en África y más allá.
Lxs progresistas kenianxs dicen "Manos fuera de Haití".
La Internacional Progresista aterrizó en Kenia la semana pasada con una pequeña delegación para reunirse con fuerzas populares y partidos políticos con el fin de contribuir a forjar un nuevo frente internacional contra la denominada misión de seguridad en Haití. En Nairobi, la IP fue acogida por la organización Mathare Social Justice Centre y participó en una reunión pública, junto con miembros del Partido Comunista de Kenia y del Movimiento Democrático Naranja, contra el envío de fuerzas de seguridad a Haití en nombre de los Estados Unidos.
Arte: Kaun Mara? (¿Quién murió?) fue pintado en la calle durante una protesta pocos días después de la demolición de la Babri Masjid por el artista Manjit Bawa (1941-2008), que captó la lúgubre y sangrienta escena.