Colonialism

Nueva Caledonia: “Mientras hablamos de un acuerdo global, hay caos global”

Darewa Dianou habla de su vida desde el comienzo de la crisis en Nueva Caledonia
Movilizado en su vecindario en Numea, Darewa Dianou, hijo de Alphonse Dianou, líder independentista asesinado en Ouvéa en 1988, le cuenta a Mediapart sobre su día a día desde el comienzo de la crisis. La dificultad de "encauzar" a la juventud, el temor a las milicias y la determinación de quienes luchan sobre el terreno, pese a la ausencia de prospectos.

Cuando el contesta el teléfono la primera vez que lo contactamos, domingo por la noche, 19 de mayo, Darewa Dianou fue a su casa "a visitar a la pequeña familia". Una pequeña pausa, apenas tiempo suficiente para asegurarse que "todo está bien" antes de unirse a sus compañeros de lucha. Desde el comienzo de la crisis en Nueva Caledonia, este canaco de 38 años, padre de cuatro hijos, ha sido parte del "equipo nocturno" responsable de asegurar el distrito obrero de Rivière-Salée, al noreste de Numea.

Aquí es donde creció, nos cuenta al día siguiente, un puñado de horas de sueño en su voz. Es aquí también donde eligió regresar hace cuatro años, después de vivir durante unos años en Tindu, otro distrito obrero de la ciudad, donde lo conocimos en 2017. Él conoce todos los contornos, las calles, los habitantes, las diferentes culturas y los diversos grupos étnicos que conviven en Rivière-Salée. Incluso en medio de una crisis, él habla de "niños jugando en las calles con sus balones", de ayuda mutua entre vecinos, de la dignidad que los mantiene a todos juntos.

Pero Darewa Dianou también conoce el día a día de la juventud del vecindario, los "controles policiales diarios", la falta de prospectos, el "costo de la vida que sigue aumentando", las estadías en el centro penitenciario, "el alcohol y pastillas ilimitadas" que causan estragos. "Los jóvenes de entre 16 y 18 años, quienes tienen dificultades para controlarse”, dice, refiriéndose al rol de los "hermanos mayores". "No es fácil, pero afortunadamente estamos aquí para hablarles, recordarles las instrucciones, especialmente respecto al alcohol”, añade. “Y repetirles la consigna: siempre ten cuidado”.

Desde que las milicias comenzaron a salir con armas y tres jóvenes canacos fueron asesinados a tiros en el área de Gran Numea, la situación lógicamente se ha "complicado". Los adultos se han puesto más alerta cuando oscurece. "Durante el toque de queda [18:00 - nota del editor], ya no hay niños, ni abuelas, ni mujeres, nadie caminando por las calles", dice Darewa Dianou. 

“Durante el día, las represas se filtran, pero de noche todo el vecindario está atrincherado. Nosotros, por supuesto, dejamos pasar vehículos de emergencia, al contrario de lo que escuché en los medios”. 

A pesar de los peligros y los disparos, este "hermano mayor" de Rivière-Salée pretende seguir siendo "un actor" en la lucha por la completa soberanía. Una lucha que heredó a los 2 años de edad, el 5 de mayo de 1988 para ser exactos, el día en que su padre Alphonse Dianou, líder independentista, fue asesinado junto a 18 de sus camaradas en la cueva Ouvéa, donde habían detenido varios gendarmes. Desde entonces, el hijo Dianou, también miembro de la Comisión de la Verdad de Kanaky, ha seguido perpetuando esta "lucha existencial".

Una nueva generación de independentistas

Darewa Dianou considera que "la juventud de Kanaky se está expresando" exactamente como lo hicieron en 1988. "Nadie puede detenerlos", dice, reconociendo que la nueva generación está mucho más emancipada que la suya. "Nuestra generación todavía escucha a los ancianos, pero la siguiente es diferente. Prometimos tantas maravillas a esta juventud... Ellos terminaron dándose cuenta de que no se estaba haciendo nada por ellos. Existe una división, de lo contrario no habríamos llegado a este punto, la gente joven se habría plantado después del primer comunicado en el que los ancianos piden calma. Pero allí, las cosas no se están calmando para nada..."

Si él trata de "canalizar la energía" de la juventud en su vecindario, el hombre de 30 años cree que "no tiene derecho de usar [su] reputación de hermano mayor para sermonearlos”. “Ellos cultivaron la lucha en sus corazones, creció en sus entrañas y hoy sale a la luz. Ellos también lo dicen: es su Kanaky ahora, es su momento”. La erupción es tan fuerte como numerosas fueron las advertencias. "Advertimos que iba a suceder así", dice el activista independentista, quien ha participado en todas las demostraciones en meses recientes. “La gente se sorprende de que la capital esté en llamas, pero en realidad tiene sentido. Y el Estado lo sabía bien. Numea es una olla a presión. Si la abres de repente, explota”. 

"Es la revuelta de la juventud. Estábamos abrumados”, reconoció en Libération Roch Wamytan, el presidente independentista del congreso de Nueva Caledonia. “Detener la dinámica de autoreforzamiento es muy difícil. Puede volver a nuestras bocas como un bumerán, lo sabemos, pero tenemos que tomar el toro por los cuernos.”  En la misma entrevista, el oficial electo también afirma que el Estado "debe cambiar su método" y pide la salida del alto comisionado de la República, Louis Le Franc, quién "designa a los futuros culpables” y "presiona a los tribunales”.

Más que hablar de "rebelión", Darewa Dianou prefiere usar la expresión "desobediencia civil". Señala un tenso contexto económico y social, lo cual explica –sin justificarlo– el saqueo de tiendas. "La vida es tan cara, es lo único que tiene la gente", suspira. “No sé cuántas familias viven por debajo de la línea de pobreza, pero la cantidad es enorme. La gente tuvo la oportunidad de ayudarse a sí mismos, bueno, se ayudaron a sí mismos.”  En Nueva Caledonia, el promedio de vida de los canacos es el doble de bajo de los no-canacos.

Mientras hablamos, explosiones resuenan en la distancia. "Están en el proceso de despejar las carreteras principales", dice Darewa Dianou al final de una línea de 17,000 kilómetros. A primera hora del día, Gérald Darmanin se felicitó a sí mismo en la red social X por el "éxito" de la operación de desalojo llevada a cabo el día anterior. "Setenta y seis represas destruidas”, contó el ministro del Interior y Territorios de Ultramar, especificando que los numerosos refuerzos enviados al lugar permitirían aumentar las operaciones de este tipo para "imponer el orden republicano".

Al regresar de sus rondas, el activista dice que anoche estuvo "más tranquilo" que las noches anteriores, aunque "es un poco agotador". "Los guardias móviles continúan cargando", dice. “Remueven los obstáculos que los jóvenes vuelven a poner en el proceso. Es un juego del gato y el ratón”. Refiriéndose a los tres jóvenes canacos y al gendarme de 22 años, todos muertos a disparos. Él culpa a las autoridades de exponer a la población y a la policía a tal situación, cuando "el problema es político" y debe tener "una respuesta política".

"Hoy, solo la retirada del texto (la revisión constitucional destinada a descongelar el cuerpo electoral para las elecciones provinciales que deben celebrarse antes del 15 de diciembre - nota del editor) puede calmar la situación", continúa el treintañero. “Dicen que la juventud no tiene interés en la política, pero eso no es cierto: son conscientes de los problemas. El problema es que nuestros políticos hablan de un acuerdo global mientras que, para nuestras generaciones, el único acuerdo global es el de plena soberanía. Ni en cincuenta, ni en veinte años, ahora. Debemos reformar todo el sistema de educación, economía, comida... Este es el momento, debemos aprovecharlo”. 

Muchas preguntas sin respuesta

Contrariamente a lo que nos dijo en 2017, Darewa Dianou finalmente votó en los dos primeros  referéndums de autodeterminación; como la mayoría de los separatistas, no participó en el tercero impuesto por Emmanuel Macron en diciembre de 2021. “Hice el esfuerzo de ir, pero me di cuenta de que estos referéndums no estaban hechos para nosotros", lamenta. En 2018, incluso dio la bienvenida al jefe de Estado de Ouvéa por los treinta años de la masacre y plantó el "cocotero del perdón" a su lado. "Escuché a los ancianos, no tenía mucha elección. Incluso hoy, cuando veo lo que hace, me pregunto qué vino a hacer a Ouvéa”. 

A partir de ahora, está seguro, "el Estado seguirá siendo el Estado colonial". "Eran aliados [de acuerdo con los términos del acuerdo de Numea - nota del editor] que nos apoyarían en el camino a la emancipación y descolonización, pero hoy en día no es el caso”, continúa el treintañero, que cita todos los esguinces observados en los últimos años. A partir del nombramiento al gobierno de Sonia Backès, figura destacada del archipiélago y presidenta de la provincia sureña. "La que dijo que dijo que iba a ‘arruinar las cosas’", recuerda, refiriéndose a la declaración de la ex secretaria de Estado. “No tardó mucho en desaparecer”.

Si bien varias voces abogan por una "pausa institucional", en las palabras de la alcaldesa renacentista de Numea, Sonia Lagarde, e instan al presidente de la República a no convocar el tratado de Versalles, Darewa Dianou también confía en los políticos. "Es igual que en 1988: todo se reducirá a la negociación", dijo, tomando nota de las solicitudes de diálogo o misiones de mediación mencionadas aquí y allá –"en cualquier caso, aquí ya no quieren escuchar de Darmanin"– pero temiendo "una pequeña mierda" que aleja aún más el problema. "Una misión de diálogo también puede ser peligrosa para nosotros porque sabemos lo que el Estado va a hacer... ¿A quién va a enviar exactamente?” 

La pregunta sigue sin respuesta, como muchas otras. El lunes, Emmanuel Macron señaló "un claro progreso en restaurar el orden" durante un consejo de defensa, pero ¿qué hay de las discusiones políticas? Al final del consejo de ministros del martes, la portavoz del gobierno Prisca Thevenot anunció que el presidente de la República iba al archipiélago "esta noche" para establecer "una misión" allí, sin precisar más sobre los contornos de ésta.

¿Qué hará el Frente de Liberación Nacional Canaco y Socialista (FLNKS por sus siglas en francés)? ¿Será escuchado por la joven generación de independentistas? "El problema es que no tenemos contacto real con nuestros líderes del FLNKS", concluye Darewa Dianou. “Están pidiendo calma en un comunicado de prensa, está bien, pero no todos escuchan la radio. La gente se moviliza sobre el terreno, así que quizás deberíamos salir al campo... Aquí, están determinados. Mientras hablamos de un acuerdo global, hay caos global.” 

Available in
EnglishItalian (Standard)Portuguese (Brazil)SpanishArabicGerman
Author
Ellen Salvi
Translators
Wardys Mejia, Giuliano Lescano and ProZ Pro Bono
Date
20.06.2024
Source
Original article🔗
Privacy PolicyManage CookiesContribution Settings
Site and identity: Common Knowledge & Robbie Blundell