Hoy, nuestra delegación —convocada conjuntamente por la Internacional Progresista, el Gremio Nacional de Abogadxs de Estados Unidos y la Asociación Internacional de Abogadxs Demócratas— concluye su investigación sobre las violaciones sistemáticas del derecho internacional por parte de Israel con un llamado claro, concreto y urgente a los gobiernos de todo el mundo: ha llegado el momento de un embargo total de energía, económico y de armas contra Israel. Nada menos que eso puede detener el genocidio del pueblo palestino y desmantelar la arquitectura del apartheid en sus Territorios Ocupados.
El 28 de octubre de 2024, una delegación internacional de emergencia aterrizó en Palestina para ampliar las pruebas de las violaciones sistemáticas del derecho internacional por parte del régimen israelí desde el inicio de su genocidio en Gaza hace un año. La delegación reunió a expertxs jurídicxs, defensorxs de los derechos humanos y representantes parlamentarixs para escuchar el testimonio de testigos, realizar visitas sobre el terreno y reunir pruebas de estas violaciones del derecho internacional. En el transcurso de una semana sobre el terreno, la delegación se reunió con un amplio grupo de organizaciones de la sociedad civil, representantes políticxs y comunidades locales para recopilar un extenso conjunto de conclusiones sobre las condiciones de los Territorios Ocupados y sus cambios desde octubre de 2023.
La delegación encontró pruebas claras de lo que la ciudadanía y las organizaciones palestinas llevan años diciendo al mundo: Israel se basa en violaciones sistemáticas del derecho internacional contra el pueblo palestino para hacer avanzar su proyecto de asentamiento colonial.
El genocidio en curso en Gaza —junto con el carácter sistemático de las prácticas abusivas e ilegales de Israel en los Territorios Ocupados— habla de un esfuerzo concertado para castigar, humillar, deshumanizar y quebrantar colectivamente la voluntad del pueblo palestino.
Las acciones del régimen israelí recuerdan los peores abusos históricos cometidos por las potencias coloniales contra las poblaciones indígenas que buscaban su liberación: desde los campos de concentración utilizados por Gran Bretaña contra el movimiento de liberación nacional en Kenia hasta el internamiento de millones de argelinxs por Francia.
Cualquier gobierno que proporcione armas, energía, o apoyo económico o diplomático a Israel es cómplice de estos crímenes contra la humanidad y amenaza la integridad básica del orden internacional.
El régimen israelí debe ser sometido urgentemente a un aislamiento total en todos los frentes —económico, militar, cultural, político y diplomático— para sentar las bases del fin del genocidio y del desmantelamiento de la ocupación colonial en Palestina.
Descarga, lee y comparte el informe completo de la delegación aquí.
El lunes, la Internacional Progresista y el Movimiento Juvenil Palestino presentaron nuevas y explosivas pruebas que revelaban toneladas de cargamento militar israelí en tránsito por puertos españoles en buques de Maersk, a pesar de la suspensión anunciada por su Gobierno. La prensa española y estadounidense cubrieron detalladamente los hallazgos y provocaron una enorme presión sobre el gobierno español por parte de grupos de la sociedad civil, como la RESCOP, y de toda la izquierda política española.
El jueves, el gobierno español anunció, a través de un artículo en El País, que impediría que dos contenedores de transporte marítimo de Maersk, que probablemente contenían armas para Israel, atracaran como estaba previsto en el puerto de Algeciras. Ambos buques, el Maersk Denver y el Maersk Seletar, se encuentran en el Atlántico en dirección al estrecho de Gibraltar. Actualmente se desconoce su destino de reemplazo.
La IP, PYM y RESCOP también alertaron sobre un portacontenedores vacío de Maersk, el Nysted Maersk, que se dirige a Algeciras desde Casablanca. Los grupos han exigido al gobierno español que prohíba al barco utilizar sus puertos, pues se cree que recogerá armas del puerto y las llevará a Israel.
Esta semana, el gobierno turco continuó sus ataques contra la democracia kurda mediante la usurpación de los municipios de Mardin, Batman y Urfa Halfeti, gobernados por el partido DEM de la oposición. El partido escribió en una declaración, publicada por la IP, que “asediar a los municipios y debilitar a los gobiernos locales, convirtiéndolos prácticamente en puestos policiales avanzados, es una cruda declaración de que la legitimidad democrática del actual régimen político ha llegado a su fin”.
Embargo Energético para Palestina, Filistin İçin Bin Genç y Embargo Energético Global para Palestina hacen un llamado a la acción a grupos de todo el mundo para que actúen y presionen a los actores cómplices de alimentar el genocidio israelí a través del oleoducto Baku-Tblisi-Ceyhan.
Israel recibe alrededor del 30 por ciento de su petróleo de Azerbaiyán a través del oleoducto BTC, que ha estado utilizando para alimentar su maquinaria de guerra que está llevando a cabo un genocidio en Gaza, que se está ampliando al Líbano. Los yacimientos petrolíferos y el oleoducto son propiedad mayoritaria de BP, y el segundo mayor accionista es SOCAR, la compañía petrolera nacional de Azerbaiyán. En la última parada del oleoducto BTC, el petróleo se envía de Turquía a Israel.
La primera fase de la campaña tendrá lugar mediante la agitación en torno a la COP29, que se celebra en Bakú, Azerbaiyán, del lunes 11 de noviembre de 2024 al viernes 22 de noviembre de 2024. Obtén más información sobre la campaña y participa en ella aquí.
El lunes, más de 50 Estados llamaron a un embargo inmediato de armas contra Israel. Los Estados, junto con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, argumentaron en una carta abierta que el embargo era “un imperativo legal, humanitario y moral para poner fin al grave sufrimiento humano”.
El think-tank británico y miembro de la IP Common Wealth elaboró un informe sobre cómo reorientar la capacidad productiva y las habilidades de la industria militar del Reino Unido hacia el desarrollo de la fabricación ecológica. Una de sus propuestas es reconvertir un astillero naval de Belfast para fabricar infraestructuras ecológicas. Lee más sobre el plan aquí.
La Internacional Progresista se complace de dar la bienvenida a dos nuevos miembros a su creciente frente internacional de más de 100 organizaciones de todo el mundo. Los dos nuevos miembros son la Unión de Jóvenes de Saguia el Hamra y Wadi al-Dhahab (UJSARIO), que es el ala juvenil del Frente Polisario, el movimiento de liberación nacional del pueblo del Sáhara Occidental, y lxs Estudiantes Nacionales por la Justicia en Palestina, un movimiento estudiantil con sede en Estados Unidos, que ha desempeñado un papel fundamental en la oposición al genocidio de Palestina en los campus estadounidenses, desde Columbia hasta Cornell.
Congresistas estadounidenses, encabezados por Rashida Tlaib, escribieron la semana pasada al presidente Biden para exigirle una explicación detallada del papel militar de los Estados Unidos en las acciones militares israelíes en Palestina, Líbano, Yemen, Irán y Siria.
Acusan al presidente de “ignorar la ley” mediante la participación directa del ejército de los Estados Unidos en conflictos no autorizados por el Congreso.
Arte de la Semana: Claire Fontaine, Same war time zone (La misma zona horaria de guerra), 2016-18 es una apropiación de Perfect Lovers (1987-90) de Félix González-Torres, en la que dos relojes muestran la misma hora, pero se desincronizan gradualmente. En la versión de Claire Fontaine, los husos horarios se atribuyen a Jerusalén y Gaza: “ciudades cuyos habitantes son enemigos y nunca se encuentran, viven consecuencias radicalmente distintas de la misma guerra”.
Claire Fontaine es un dúo artístico conceptual feminista italo-británico fundado en París en 2004 por Fulvia Carnevale y James Thornhill. El dúo utiliza el concepto del readymade para criticar la “producción”. Su propio nombre es una referencia al famoso urinario prefabricado de Duchamp y a una marca de cuadernos franceses. Extranjerxs por todas partes, una serie fundamental de obras de Claire Fontaine, es el título de la Bienal de Venecia de este año, la 60ª edición.