Desde los depósitos de Bad Hersfeld hasta las calles de Daca, desde los centros de datos de Bogotá hasta las sedes sindicales de Perth, la lucha contra la empresa más poderosa del mundo se está extendiendo hoy por los seis continentes. Puedes ver un video sobre las acciones en Twitter, Instagram, TikTok, Facebook o Shorts.

Por sexto año consecutivo, trabajadorxs y sus aliadxs se levantan para hacer que Amazon pague por su explotación laboral, su destrucción del planeta y su implicación en la maquinaria global de represión. Se han planeado huelgas y protestas en 38 países de seis continentes, la mayor movilización hasta la fecha.

En todo el mundo, trabajadorxs de Amazon están abandonando sus puestos de trabajo, marchando por sus ciudades y uniéndose a las comunidades para demandar lo que todx trabajadorx merece: salarios justos, condiciones seguras, el derecho a organizarse y un futuro que no esté dictado por algoritmos y multimillonarixs.

En Alemania, Amazon se enfrenta a la mayor huelga de su historia, ya que miles de trabajadorxs de los depósitos de Bad Hersfeld, Coblenza, Winsen, Rheinberg, Werne, Dortmund, Leipzig, Frankenthal y Mönchengladbach se han sumado a los piquetes en lugar de acudir a sus turnos.

En la India, decenas de miles de trabajadorxs se están manifestando en veinte ciudades, desde Nueva Delhi hasta Calcuta, exigiendo protección contra las mortíferas olas de calor que convierten los depósitos en hornos, mejores salarios (26 000 rupias, aproximadamente 310 dólares al mes) y el derecho a la dignidad.

En Bangladesh, trabajadorxs de la confección marchan por Daca para insistir en que Amazon firme por fin el Acuerdo que protege sus vidas, más de una década después del Rana Plaza.

En Australia, trabajadorxs de Perth están uniéndose a los esfuerzos entre sindicatos —SDA, TWU, MEAA y UnionsWA— para advertir de que Amazon está debilitando las normas laborales que tanto ha costado conseguir en toda la economía.

En Canadá, miembros de la CSN se están manifestando en Montreal, mientras que en los Estados Unidos, repartidorxs de Amazon en Illinois están en huelga y miembros de la comunidad se están movilizando en el Cyber Monday para demandar a Amazon que deje de impulsar los allanamientos y las deportaciones del ICE.

Y, por primera vez, están surgiendo acciones en Kenia, Fiyi, Malasia y otros lugares, a medida que lxs trabajadorxs y las comunidades reivindican su derecho a configurar las condiciones de la cadena de suministro global.

No se trata de protestas simbólicas. Son intervenciones estratégicas en el sistema circulatorio del capitalismo global, y están lideradas por lxs trabajadorxs que mejor entienden sus ritmos.

Pero el objetivo no es solo una empresa. Es el sistema emergente que Amazon ahora sustenta: un orden tecnoautoritario que fusiona el poder de los gigantes tecnológicos con las prerrogativas de la extrema derecha, desde los allanamientos del ICE de Trump hasta el genocidio de Israel en Gaza.

A Amazon le gusta presentarse como un minorista. Pero, en realidad, es infraestructura: el circuito invisible que ahora controla la logística, las comunicaciones, la vigilancia y la guerra. Su división en la nube, AWS, no solo almacena datos, sino que alimenta los sistemas que los gobiernos utilizan para deportar a los migrantes, vigilar la disidencia y perseguir la guerra.

En ningún lugar esto es más evidente que en la ocupación israelí de Palestina.

A través del Proyecto Nimbus, el contrato de nube de 1200 millones de dólares que Amazon y Google comparten con el gobierno israelí, Amazon proporciona la columna vertebral de la arquitectura digital del apartheid. Mientras lxs palestinxs se enfrentan a bombardeos, asedios y desplazamientos, Amazon ha profundizado su asociación comercial con el Estado israelí, incluso cuando sus propixs trabajadorxs, desde Seattle hasta Dublín, demandan el fin de la complicidad de la empresa en los crímenes de guerra.

Pero hoy en día, esxs trabajadorxs no están solxs.

Desde Ciudad del Cabo, donde activistas se resisten a la sede de Amazon construida en tierras indígenas khoi y san, hasta Ramala, donde trabajadorxs postales protestan por la colaboración de Amazon con las autoridades israelíes, la coalición Make Amazon Pay se enfrenta a toda la geografía de la violencia de la empresa.

Amazon apuesta por un futuro en el que la inteligencia artificial avanzada sustituya a lxs trabajadorxs a gran escala; en el que la infraestructura en la nube otorgue a las empresas un poder sin precedentes sobre la vida democrática; en el que los contratos con ejércitos de ocupación y agencias de deportación sigan siendo una actividad comercial normal. Es la misma visión que ahora abrazan lxs políticxs de extrema derecha: un mundo de vigilancia sin rendición de cuentas, de las ganancias sin límites, de violencia sin consecuencias.

Pero las acciones de esta semana apuntan hacia otro horizonte. Uno en el que las cadenas de suministro se convierten en lugares de lucha, no de sumisión; donde lxs trabajadorxs de los depósitos se unen a lxs trabajadorxs tecnológicxs, lxs trabajadorxs de la confección, las comunidades indígenas y lxs migrantes; donde un movimiento laboral global es capaz de enfrentarse a un sistema de poder global.

Ese es el horizonte que abre Make Amazon Pay, y el horizonte que seguirá la Internacional Progresista en los próximos meses.

Lo último del Movimiento

Nuevo informe de PYM x la IP sobre envíos de armas a Israel

De Dropsite News: «Un solo depósito en Jersey City, Nueva Jersey, empaquetó y transportó más de mil toneladas de equipo militar a Israel cada semana durante los primeros ocho meses de 2025, según un informe publicado hoy conjuntamente por el Movimiento Juvenil Palestino (PYM) y la Internacional Progresista (IP).» Una red de empresas con sede en Nueva Jersey utiliza el depósito de propiedad privada para inspeccionar, organizar y trasladar equipo militar, incluyendo piezas de tanques Merkava, piezas de F-16, municiones, equipo militar y vehículos blindados y no blindados. A continuación, el equipo se empaqueta y se entrega a los aeropuertos y puertos marítimos cercanos para su envío a Israel, según revelaron lxs investigadorxs.

Educación popular en la Universidad de Abahlali baseMjondolo

Esta semana, la Universidad de Abahlali baseMjondolo se reunió en su ocupación de Hlanganani, en Salt Rock, al norte de Durban, para celebrar un taller de dos días sobre el significado del socialismo hoy en día y su visión revolucionaria de la liberación liderada por lxs pobres. La creación y gestión de escuelas políticas forma parte del proceso del movimiento para convertir sus ocupaciones en comunas. La ocupación se está preparando ahora para un taller de cinco días, que incluirá un estudio colectivo dedicado a la vida y obra de Frantz Fanon.

Polonia cómplice del genocidio en Palestina

Tras la publicación de un informe de PYM que revelaba que Polonia había reconvertido una fábrica de la época nazi para producir TNT utilizado en los bombardeos de Gaza, el miembro polaco Akcja Socjalistyczna (Acción Socialista) organizó acciones de protesta en ocho ciudades del país. Las acciones están programadas entre el 27 y el 30 de noviembre. Puedes ver la lista completa aquí.

Honduras bajo amenaza

El 28 de noviembre, el Observatorio de la Internacional Progresista emitió una advertencia sobre las próximas elecciones en Honduras. Dado que el Partido Libertad y Refundación (LIBRE), partido político surgido en oposición al golpe de Estado de 2009 respaldado por los Estados Unidos y miembro de la Internacional Progresista, lidera las encuestas, la amenaza de desestabilización interna y externa se cierne una vez más sobre un país.