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Vamos a Cuba para ayudar a vacunar al mundo

Delegadxs de la Unión por el Internacionalismo de las Vacunas viajarán a la Habana para una presentación especial de las vacunas cubanas, en medio de un aumento mundial de las infecciones por Covid-19.
El 25 de enero, la Internacional Progresista organizará una sesión informativa especial en directo desde La Habana con lxs principales científicxs, ministrxs del gobierno y funcionarixs de salud pública de Cuba, como parte de su Unión por el Internacionalismo de las Vacunas.
El 25 de enero, la Internacional Progresista organizará una sesión informativa especial en directo desde La Habana con lxs principales científicxs, ministrxs del gobierno y funcionarixs de salud pública de Cuba, como parte de su Unión por el Internacionalismo de las Vacunas.

El 2022 comenzó con un "tsunami" de nuevos casos de Covid-19 azotando el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Sólo en la última semana se han registrado más de 18 millones de casos, una cifra récord desde que comenzó la pandemia hace dos años. En los primeros 10 días de enero, se han registrado casi 60.000 muertes por Covid-19 en todo el mundo, aunque el número total de muertes es muy superior al que describen las estadísticas oficiales.

Según los informes, la variante Omicron tiene implicaciones menos "graves" entre lxs pacientes vacunadxs. Pero el mundo sigue estando peligrosamente sub vacunado: 92 de los países miembros de la OMS no alcanzaron el objetivo de 2021 de un 40 por ciento de vacunación; al ritmo actual de despliegue, 109 de ellos no alcanzarán sus objetivos de 2022 antes de julio.

Estas estadísticas cuentan la historia de un persistente apartheid de las vacunas. En toda la UE, el 80 por ciento de todxs lxs adultxs se han vacunado completamente contra el Covid-19. Mientras tanto, sólo el 9,5 por ciento de las personas de los países de bajos ingresos han recibido una sola dosis. Omicron es una sentencia de muerte para miles de personas en estos países –y a medida que el virus se desplace por el Sur Global surgirán nuevas variantes que pueden ser menos "suaves" para las poblaciones vacunadas del Norte.

Sin embargo, los gobiernos de estos países del Norte se niegan a planificar la vacunación mundial, o incluso a cumplir sus propias promesas. A finales del año pasado, solo habían entregado el 14 por ciento de las dosis de vacunas que habían prometido a los países más pobres a través de COVAX, la iniciativa de reparto de vacunas de la ONU. Las grandes empresas farmacéuticas se concentran casi exclusivamente en la producción de refuerzos para los países ricos del mundo, creando un déficit de 3.000 millones de dosis en el primer trimestre de este año.

El presidente Joe Biden podría ayudar fácilmente a cubrir este déficit obligando a las empresas farmacéuticas estadounidenses a compartir su tecnología de vacunas con las naciones más pobres, pero hasta ahora se ha negado a hacerlo. Un nuevo centro de producción en África –donde sólo el 3 por ciento de las personas están vacunadas– está intentando reproducir la vacuna de Moderna. Pero sin la ayuda de Moderna, o la acción ejecutiva de Joe Biden, la producción podría tardar más de un año en comenzar.

En medio de esta crisis de solidaridad mundial, Cuba ha surgido como un poderoso motor del internacionalismo de las vacunas. La nación insular no sólo ha desarrollado con éxito dos vacunas contra el Covid-19 con una eficacia del 90 por ciento y ha vacunado a más del 90 por ciento de su población con al menos una dosis de su vacuna local, sino que también ha ofrecido su tecnología de vacunas al mundo. "No somos una multinacional en la que la rentabilidad sea la razón principal de existir", dijo Vicente Vérez Bencomo, del Instituto de Vacunas Finlay de Cuba. "Para nosotrxs, se trata de conseguir la salud".

No obstante, los Estados Unidos y sus aliados siguen oprimiendo y excluyendo a Cuba del sistema de salud mundial. El bloqueo estadounidense forzó una escasez de jeringas en la isla que puso en peligro su desarrollo de vacunas y obstaculizó la producción en masa. Las revistas médicas estadounidenses "marginan los resultados científicos que provienen de los países pobres", según Vérez Bencomo. Mientras tanto, la OMS se niega a acreditar las vacunas cubanas, a pesar de la aprobación de reguladores de países como Argentina y México.

Por eso la Internacional Progresista envía una delegación a La Habana: para combatir la desinformación, defender la soberanía cubana y ayudar a vacunar al mundo.

Reuniendo a delegadxs de la Unión por el Internacionalismo de las Vacunas, fundada en junio de 2021 para luchar contra el emergente apartheid, el 25 de enero la Internacional Progresista convocará a científicxs cubanxs y a representantes del gobierno para que se dirijan a la prensa internacional y a lxs miembros de la comunidad científica en una presentación de la vacuna cubana.

Los objetivos de la presentación son tanto locales como globales. Al destacar la promesa de la vacuna cubana y los peligros del embargo estadounidense contra ella, esta presentación pretende establecer conexiones entre el sector biotecnológico público de Cuba y los fabricantes que podrían producir la vacuna y ayudar al gobierno cubano a recuperar los costos de su desarrollo.

En el proceso, la presentación pretende dar un ejemplo de solidaridad internacional ante la actual crisis sanitaria mundial, promoviendo la causa del internacionalismo de las vacunas en todo el mundo.

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Available in
EnglishGermanFrenchSpanishPortuguese (Brazil)Turkish
Authors
Varsha Gandikota-Nellutla and David Adler
Translator
Maria Inés Cuervo
Date
17.01.2022
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