#FeesMustFall [Las matrículas deben disminuir] en Nigeria

Resurge la organización estudiantil en Nigeria. Pero para que tenga efectos, los estudiantes deben vincularse a las luchas más allá del campus.
Los estudiantes de la Universidad de Lagos, Nigeria, se han organizado contra el aumento de las matrículas y exigen su reducción a la administración de Tinubu. Una campaña de esta índole puede tener mayores implicaciones que irían más allá de las luchas dentro del campus universitario y revitalizarían los movimientos anticapitalistas y antiimperialistas.

Desde la investidura del presidente Bola Tinubu, una ola de aumentos de las matrículas se ha propagado en las universidades públicas y escuelas secundarias de Nigeria. En numerosos campus universitarios, los estudiantes se han levantado en respuesta a estas políticas y han expresado su desacuerdo con campañas, manifestaciones y protestas. Una de esas campañas, proveniente de la Universidad de Lagos (UNILAG), se ha reunido para apoyar a la causa #FeesMustFall, pese a no estar directamente vinculada a la campaña sudafricana del mismo nombre, para hacer eco de la voz de los estudiantes que piden un cambio en el aumento de las matrículas. Otros lemas como #LetJossitesBreathe, #SaveOAUStudents #SaveUites, #SaveOOUITES también han inspirado a los estudiantes de la Universidad de Jos, la Universidad Obafemi Awolowo, la Universidad de Ibadan y la Universidad Olabisi Onabanjo, respectivamente. 

Sin embargo, la campaña #FeesMustFall en la UNILAG, de la que he formado parte, ofrece una ventana hacia la posible trayectoria del activismo estudiantil bajo la administración de Tinubu, de manera parcial porque la UNILAG fue la única institución en la que el aumento de las matrículas fue específicamente aprobado por el gobierno federal. Sin embargo, algo aún más importante es la cruda realidad de que la campaña #FeesMustFall en la UNILAG ha avanzado considerablemente sin depender en gran medida de la Asociación Nacional de Estudiantes Nigerianos (NANS, por sus siglas en inglés) —históricamente radical pero actualmente vista como ampliamente ilegítima. La interacción entre la campaña en la UNILAG y la NANS podría hacernos reflexionar sobre el pasado y el posible futuro del sindicalismo universitario en Nigeria.

El sindicalismo universitario nigeriano, que se originó en las organizaciones anticoloniales de estudiantes de África Occidental en Europa de los años 20, tiene una larga historia de activismo radical que no solo se preocupa por la lucha local de los estudiantes en sus propios campus universitarios, sino también por las cuestiones de soberanía nacional y emancipación económica. En los años 80, la NANS se convirtió en el organismo paraguas de todas las organizaciones estudiantiles en Nigeria y en la diáspora, adoptando su nombre actual y firmando una carta en 1982, que consagraba el antiimperialismo como la esencia del sindicato. Durante este período, la NANS fue una plataforma radical que dio a los estudiantes un papel activo en la transformación progresiva de la sociedad. Tuvo un papel crucial en las protestas “anti-SAP” de 1989, organizadas contra el programa de ajuste estructural e implementado por el régimen del entonces presidente Ibrahim Babangida a instancias del FMI y el Banco Mundial.

Sin embargo, desde los años 90, la NANS se ha deteriorado debido a los principales partidos políticos, que debilitaron el sindicato y le robaron su potencial revolucionario. El cuerpo de estudiantes se ha convertido en una plataforma para activistas arribistas, politiqueros y sectarios patrocinados por políticos para ocupar posiciones de liderazgo. El trágico estado del sindicalismo estudiantil en el período contemporáneo se puede atribuir a esta crisis de liderazgo, desde la NANS a nivel nacional hasta los gobiernos sindicales estudiantiles (SUGs, por sus siglas en inglés) a nivel universitario. En vista de su carácter contemporáneo, no fue sorpresa que la NANS y los líderes del cuerpo docente en la UNILAG cedieran ante la administración escolar, aceptando de inmediato una reducción superficial sin consultar a los estudiantes a quienes supuestamente representan.

El 21 de julio de 2023, en su anuncio oficial del incremento de las matrículas, la administración de la UNILAG, con el eufemismo de una “revisión al incremento de las matrículas”, proclamó un aumento cinco veces mayor para universitarios reingresantes, citando las realidades económicas prevalecientes como la razón del mismo. La campaña #FeesMustFall comenzaría oficialmente al día siguiente. 

Para entender cómo surgió la campaña es fundamental tener una breve introducción al movimiento independiente que ha defendido la causa: el Students Solidarity Group (SSG, por sus siglas en inglés). El SSG fue creado oficialmente el 22 de julio de 2023 por estudiantes, exestudiantes y activistas expertos. El SSG se puso en acción y convocó una reunión virtual pública para hablar sobre el aumento de las matrículas y otros temas relacionados que afectan a los estudiantes y los trabajadores de la UNILAG y otras universidades en Nigeria. Los participantes en la reunión acordaron que el aumento de la matrícula era un intento de comercializar aún más la educación pública y ponerla fuera del alcance de los pobres. Por lo tanto, decidieron llevar a cabo un simposio público. El SSG intensificó las manifestaciones en línea para difundir la campaña antes del simposio y logró que #SaveUnilagStudents apareciera en la tabla de tendencias en Twitter durante las primeras horas del martes 25 de julio.

La reunión pública, que se llevó a cabo el 28 de julio, fue un éxito, al menos en un aspecto crucial: obligó a la NANS a presentar una carta aclarando cuestiones complejas y señalando la postura antidemocrática de la administración en la UNILAG. El 2 de agosto, la administración de la UNILAG convocó una reunión, y se emitió un comunicado detallando que el resultado de la reunión fue publicado. 

Sin embargo, durante el mes siguiente, la administración optó por evitar las negociaciones. El SSG y otros grupos estudiantiles decidieron intensificar las manifestaciones, optando por intensificar las protestas hasta que la administración se viera obligada a ceder ante la presión pública, anunciando una reducción en el incremento de las matrículas y la promesa de restablecer el sindicado estudiantil.

La crisis actual en la educación exige una respuesta decidida: la resistencia estudiantil debe evolucionar más allá de las luchas universitarias locales. Es hora de aceptar el espíritu anticapitalista y antiimperialista que marcó la época dorada de una NANS dinámica, entendiendo que el destino de la educación pública está inextricablemente vinculado a la lucha general por la justicia social.

Esto requiere que nos enfoquemos en construir un frente interuniversitario. La campaña #FeesMustFall puede servir como gran ejemplo, pero puede tener un mayor impacto conectándose con trabajadores y otras fuerzas sociales afectadas por el neoliberalismo. Al forjar alianzas y alinear las demandas estudiantiles con luchas sociales generales, el movimiento puede tener mayor apoyo y ejercer mayor poder contra las fuerzas del capital. La campaña debe evolucionar más allá de las luchas locales que fomentan la desunión y socavan la solidaridad mutua. La campaña debe evolucionar a nivel nacional para unificar las luchas en todos los campus universitarios.

Además de la solidaridad, los estudiantes deben abogar activamente por la participación democrática en la gobernanza universitaria. La propuesta del SSG en las negociaciones con la dirección de la UNILAG para un comité conjunto es un paso en la dirección correcta. Esta demanda de inclusión va más allá de las universidades individuales y desafía las mismas estructuras de poder neoliberal que perpetúan las desigualdades en la educación.

La campaña enfrenta un camino lleno de desafíos por delante, pero no se puede negar el potencial para un cambio transformador. Al adoptar una conciencia radical, fomentar la solidaridad y exigir la participación democrática, los estudiantes pueden convertirse en una fuerza impulsora para un futuro más justo y equitativo, tanto dentro de sus universidades como en el panorama social general.

Oyelumade Oluwakemi es miembro del Students Solidarity Group [grupo de solidaridad estudiantil] y camarada de la Socialist Youth League (SYL) [liga de la juventud socialista] que escribe desde Lagos.

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Author
Oyelumade Oluwakemi
Translator
Esther Lequipe
Date
12.03.2024
Source
Africa is a CountryOriginal article🔗
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