«La era de la impunidad ha terminado». Ese fue el mensaje desde Bogotá, Colombia, donde gobiernos de todo el Sur Global y más allá emprendieron la acción coordinada más ambiciosa desde que comenzó el ataque genocida de Israel contra Gaza hace 21 meses.

Convocada por El Grupo de La Haya y en su calidad de copresidentes por los gobiernos de Colombia y Sudáfrica, la Conferencia de Emergencia sobre Palestina reunió a 30 Estados durante dos días de intensas deliberaciones, y concluyó con un plan concreto y coordinado de seis puntos para frenar la maquinaria de guerra de Israel y defender el derecho internacional.

Los Estados respondieron al llamado de su anfitrión, el presidente colombiano y miembro del Consejo de la Internacional Progresista, Gustavo Petro, quien los instó a ser “protagonistas juntos”.

Doce gobiernos firmaron las medidas de inmediato. El resto tiene ahora una fecha límite: el 20 de septiembre de 2025, en vísperas de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Las seis medidas sin precedentes comprometen a los Estados a:

1. Impedir las exportaciones militares y de doble uso a Israel.
2. Rechazar las transferencias de armas israelíes en sus puertos.
3. Impedir que los buques que transportan armas a Israel enarbolen sus banderas nacionales.
4. Revisar todos los contratos públicos para impedir que las instituciones y los fondos públicos apoyen la ocupación ilegal de Israel.
5. Buscar justicia por los crímenes internacionales.
6. Apoyar la jurisdicción universal para que los responsables rindan cuentas.
7. «Vinimos a Bogotá para hacer historia, y lo hemos conseguido», declaró el presidente colombiano Gustavo Petro**. «Juntos, hemos iniciado la labor de poner fin a la era de la impunidad. Estas medidas demuestran que no permitiremos que se siga tratando el derecho internacional como algo opcional, ni que se considere que la vida de los palestinos es prescindible».

Las medidas no son simbólicas. Se basan en obligaciones vinculantes en virtud del derecho internacional, incluida la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia de julio de 2024 que declara ilegal la ocupación israelí, y la Resolución ES-10/24 de la Asamblea General de la ONU de septiembre de 2024, que dio a los Estados un plazo de 12 meses para actuar. La relatora especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, las calificó de «un paso adelante trascendental».

«El Grupo de La Haya nació para promover el derecho internacional en una era de impunidad», dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Sudáfrica, Ronald Lamola. «Las medidas adoptadas en Bogotá demuestran que hablamos en serio y que es posible una acción coordinada de los Estados».

La respuesta de Washington fue rápida y reveladora. En una declaración amenazante a los periodistas, un portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos acusó al Grupo de La Haya de «tratar de aislar a Israel» y advirtió que los Estados Unidos «defenderían agresivamente nuestros intereses, nuestro ejército y nuestros aliados, incluido Israel, de tales acciones legales y diplomáticas coordinadas».

Pero en lugar de disuadir la acción, las amenazas solo han aclarado lo que está en juego. En Bogotá, los Estados no se echaron atrás. Actuaron e invitan al mundo a unirse a ellos.

El plazo para que otros Estados adopten las medidas es ahora de dos meses. Y con él, aumenta la presión sobre los gobiernos de todo el mundo, desde Brasil hasta Irlanda, pasando por Chile y España, para que sus palabras se traduzcan en hechos. Como dijo Albanese, «el reloj está corriendo para que los Estados, desde Europa hasta el mundo árabe y más allá, se unan a ellos».

No es momento de observar. Es momento de actuar.

Compartan la Declaración Conjunta de Bogotá y difundan las seis medidas. Escriban a sus representantes electos y a su gobierno y demanden que la firmen antes del 20 de septiembre.

En Bogotá se ha hecho historia. Ahora depende de todos nosotros garantizar que se convierta en realidad, que la vida palestina no sea prescindible y que el derecho internacional no sea opcional.

La era de la impunidad está llegando a su fin. Palestina no está sola.

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