La semana pasada se cumplieron 75 años de la fundación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Surgió tras algunos de los acontecimientos más turbulentos de la historia de la humanidad.
La Unión Soviética perdió 27 millones de vidas para derrotar a la Alemania nazi. China perdió más de 20 millones en una guerra mucho más larga contra el imperio japonés. Los británicos habían sido bombardeados; sus colonias estaban hambrientas, divididas y abandonadas. Europa estaba en ruinas.
Estados Unidos, en cambio, salió económicamente más fuerte y, tras Hiroshima y Nagasaki, blindado por el terrible poder del átomo. Se dispuso rápidamente a aplicar su nuevo poder a un proyecto de hegemonía mundial. "El poder preponderante debe ser el objeto de la política estadounidense", decía un memorándum del Departamento de Estado en 1947.
La OTAN era una pieza fundamental de ese rompecabezas: se fundó el 4 de abril de 1949 con la misión explícita de "disuadir el expansionismo soviético" y establecer una "presencia norteamericana permanente en el continente [europeo]".
La OTAN insiste en que es una fuerza para la democracia. Pero, desde su creación, ha armado, protegido y elevado a algunas de las fuerzas más reaccionarias de la sociedad europea. El brutal régimen del Estado Novo de António Salazar en Portugal fue miembro fundador de la OTAN, y siguió siendo uno de sus miembros principales hasta que fue derrocado en 1974. Adolf Heusinger, un alto oficial nazi y estrecho aliado de Hitler buscado por la Unión Soviética por crímenes de guerra, se convertiría en Presidente de su Comité Militar.
La OTAN insiste en que es garante de la libertad. Pero no tenemos que mirar muy atrás para encontrar sus huellas en los intentos de aplastar las aspiraciones populares de soberanía. Señalando el apoyo de la OTAN al régimen de Salazar y sus guerras coloniales en África, el Primer Ministro indio Jawaharlal Nehru condenó a la Alianza en la Conferencia de Bandung de 1955, calificándola de "uno de los más poderosos protectores del colonialismo". De hecho, todos los miembros fundadores de la OTAN eran grandes potencias coloniales. Y, en la década de 1960, había más de una docena de bases de la OTAN en el norte de África, incluido un centro de pruebas nucleares.
La OTAN insiste en que es una alianza defensiva. Pero a lo largo de su historia, la OTAN ha destruido y desmantelado Estados enteros. Según la investigación llevada a cabo por el proyecto Costes de la Guerra del Instituto Watson de la Universidad Brown, las guerras posteriores al 11-S que se han impuesto a los pueblos de Afganistán, Irak, Pakistán, Siria, Yemen, Libia y Somalia se han cobrado 4,5 millones de vidas, y han obligado a decenas de millones a caer en la pobreza y la emigración involuntaria.
Ahora la OTAN se está globalizando. Su reciente Concepto Estratégico se refiere a África y Oriente Medio como su "vecindario meridional". Y, en su Cumbre de 2023 en Vilna, la OTAN emitió un comunicado que reafirmaba la postura estratégica de la organización esbozada anteriormente: Las "ambiciones declaradas de China... desafían los intereses, la seguridad y los valores [de la OTAN]", lo que hace necesario un pivote de la OTAN del Atlántico al Pacífico.
A medida que la expansión de las ambiciones de la OTAN eleva las tensiones hasta el punto de ebullición en varios frentes, se ha hecho imperativo desafiar su violenta misión y desmantelar la maquinaria bélica.
Por eso, esta semana, la Internacional Progresista ha trabajado con socios de todo el mundo para convocar un día de acción mundial con motivo del 75 aniversario de la OTAN. Durante la semana pasada, activistas de seis países -Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Reino Unido, Italia y Colombia- llevaron a cabo una serie de acciones para desafiar a la OTAN y romper su propaganda.
El mes pasado produjimos, junto con la revista Jacobin y Abby Martin, un vídeo sobre la historia de la OTAN. Por favor, míralo y compártelo aquí.
En solidaridad,
El Secretariado de la Internacional Progresista
Con motivo de las elecciones turcas de 2023, la Internacional Progresista envió una misión de observación electoral a la ciudad de mayoría kurda de Van para vigilar las amenazas al proceso democrático. La delegación se reunió con el ex co-alcalde de Van, Mustafa Avcı. Avcı fue elegido democráticamente en 2019, pero fue detenido y sustituido —junto con todo el consejo municipal de Van— por un administrador designado por el Estado sin investigación ni justificación. En las elecciones municipales celebradas el 31 de marzo, volvieron a ganar las fuerzas progresistas de la ciudad. Y una vez más, el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan intentó descalificar a un co-alcalde electo.
Tras la movilización del Partido Popular Igualdad y Democracia (DEM), el Consejo Supremo Electoral (YSK) falló a favor del co-alcalde de Van, Abdullah Zeydan, otorgándole su mandato.
26 sindicatos y 42 organizaciones y movimientos de la sociedad civil se unieron en una declaración conjunta de rechazo al falso proceso de consulta del Fondo Monetario Internacional (FMI). Los grupos están comprensiblemente preocupados por las estrictas condiciones que el actual acuerdo FMI-Sri Lanka impone al país del sur de Asia. Sostienen que gran parte de la deuda de Sri Lanka es odiosa y, por tanto, ilegítima. El FMI no se ha mostrado dispuesto a considerar seriamente ésta y otras cuestiones críticas planteadas por la sociedad civil. Lee su declaración completa aquí.
La Guerra Civil española politizó a Picasso, lo que le llevó a pintar la famosa representación de Guernica, la ciudad vasca diezmada por los bombarderos alemanes. Posteriormente, el propio artista se convirtió en un símbolo del antifascismo y, en 1944, se afilió al Partido Comunista declarando: "estos años de terrible opresión me han demostrado que debo luchar no sólo a través de mi arte, sino con todo mi ser".
A principios de 1949, el año en que se fundó la OTAN, Picasso creó una litografía de una Paloma para el Congreso inaugural de la Paz Mundial. La imagen se conoció como la Paloma de la Paz y fue motivo recurrente en su obra hasta su muerte en 1973. En vida del artista, el gobierno soviético le honró dos veces con su premio nacional de la paz, y póstumamente, en 1981, la Paloma se incluyó en un sello junto a su retrato.
En la misma carta publicada por L'Humanité en 1944, Picasso hablaba de la liberación que sintió al afiliarse al Partido Comunista: "¿Cómo he podido dudar? ¿Por miedo a comprometerme? Pero, al contrario, ¡nunca me he sentido más libre, más completo!".
