En febrero de este año, se llevó a cabo una excavación en las afueras de Chemmani, en el norte de Sri Lanka, para construir un crematorio hindú. Justo debajo del suelo excavado, las excavadoras encontraron restos de huesos humanos, lo que dio lugar a una investigación oficial por parte del Tribunal de Primera Instancia de Jaffna.
El descubrimiento de Chemmani no puede entenderse de forma aislada. Tiene su origen en las profundas heridas de la prolongada guerra civil de Sri Lanka, que a su vez se vio marcada por décadas de tensión étnica entre la mayoría cingalesa y la minoría tamil. Uno de los momentos más cruciales de giro se produjo en julio de 1983, cuando estallaron en toda la isla los pogromos antitamiles —más tarde conocidos como el Julio Negro— tras el asesinato de 13 soldados esrilanqueses por parte de los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (LTTE), liderados por Methagu Velupillai Prabhakaran (Methagu es un título honorífico que significa «líder y lideresa respetados» en tamil). Los LTTE se describían a sí mismos como un movimiento de liberación que luchaba por una patria tamil independiente en el norte y el Oriente, mientras que el Estado de Sri Lanka —y más tarde muchos gobiernos extranjeros— los designaron como organización terrorista.
El Julio Negro marcó la escalada del conflicto hacia una guerra a gran escala que duró hasta 2009. Tanto las fuerzas armadas de Sri Lanka como los LTTE fueron acusados por grupos de derechos humanos de cometer crímenes de guerra y graves violaciones de los derechos humanos. Las fuerzas de seguridad del Estado se hicieron especialmente conocidas por las desapariciones forzadas, las ejecuciones extrajudiciales y las detenciones masivas de civiles tamiles, especialmente en la península septentrional de Jaffna, donde se encuentra Chemmani. En la década de 1980, Amnistía Internacional estimó que entre 60.000 y 100.000 personas habían sido víctimas de desapariciones forzadas. Al final de la guerra, en 2009, cifras no oficiales sugerían que alrededor de 170.000 tamiles habían perdido la vida.
El lugar de Chemmani atrajo por primera vez la atención nacional en 1998, cuando el ex cabo del ejército de Sri Lanka Somaratne Rajapakse fue declarado culpable de la violación y el asesinato de Krishanthi Kumaraswamy, una estudiante tamil. Durante su juicio, alegó que en Chemmani había un lugar con fosas comunes que contenían los cuerpos de hombres que habían desaparecido en 1996 tras ser detenidos por el ejército. La investigación posterior a su denuncia condujo al descubrimiento de 15 cuerpos; sin embargo, el Estado no tomó ninguna medida al respecto.
Tras el descubrimiento de febrero de 2025, a mediados de mayo se lanzó una excavación a gran escala que dio como resultado el hallazgo de 19 esqueletos, entre ellos los de bebés. Según Raj Somadeva, el arqueólogo que dirigió la excavación, tres de los cuerpos eran «neonatales», es decir, bebés menores de 10 meses, según informó Al Jazeera. Las autoridades esperan determinar la fecha y la causa de la muerte mediante el análisis de los restos materiales enterrados con los cuerpos, como ropa o mochilas escolares.
Lxs habitantes de Chemmani y Jaffna siguen mostrándose escépticxs sobre el papel del Estado en la investigación. Recuerdan cómo también se descubrieron fosas comunes en otras regiones del norte, como Mannar, Kokkuthoduvai y Thiruketheeswaram, pero su excavación se detuvo, en medio de acusaciones de encubrimiento. Mannar, en particular, fue el lugar donde se excavó la fosa común más grande jamás encontrada en Sri Lanka, con 346 restos óseos. Somadeva, que también supervisó el yacimiento de Mannar, declaró a la prensa que solo recibió esos restos para su análisis «hace una semana», tres años después de presentar su primera solicitud para acceder a ellos.
El yacimiento de Chemmani sigue siendo objeto de investigación, y los lugareños y los familiares de los desaparecidos cooperan con las autoridades con la esperanza de identificar los restos. En declaraciones a The Hindu, Ponnambalam Arumugasamy, que lleva buscando a su hermano desaparecido desde 1996, dijo: «Estoy buscando a mi hermano, y muchas mujeres están buscando a sus hijos o hijas. Todos hemos soportado un dolor enorme. Necesitamos respuestas».
Foto cortesía de The Independent.