“Todos los ojos puestos en Ecuador.”

En primer lugar, observamos las falsas denuncias de fraude electoral realizadas por el Presidente-candidato, mismas que carecen de fundamento. Estas acusaciones no verificadas, procedentes de los más altos niveles del gobierno, y la publicación del único exit poll autorizado por el CNE, cuyos resultados distaron, muy por sobre el margen de error, de los resultados oficiales finales presentados por el órgano electoral, socavan la confianza en el proceso y desestabilizan el sistema democrático.  

En segundo lugar, nos preocupa la difusión en línea de información falsa, en particular las acusaciones infundadas contra Andrés Arauz, Secretario Ejecutivo del partido Revolución Ciudadana. Estas acusaciones, amplificadas por cuentas trolls, alegan un fraude sistemático orquestado por Arauz con ayuda extranjera. Tales afirmaciones son totalmente infundadas y parecen formar parte de una estrategia deliberada para deslegitimar a la oposición y contribuir a un clima de hostilidad general.

En tercer lugar, notamos las actividades de las Fuerzas Armadas que continúan excediendo las competencias que les han sido encomendadas en los comicios electorales, según lo establecido en el Código de la Democracia ecuatoriano. El funcionamiento de una unidad de control electoral representa una extralimitación significativa del rol de las Fuerzas Armadas en el proceso democrático de Ecuador y plantea dudas sobre su neutralidad en las próximas semanas de campaña.

La Internacional Progresista permanece atenta a estos acontecimientos y hace un llamamiento a todos los actores políticos y sociales a que se abstengan de difundir acusaciones sin fundamento, de participar en actos de intimidación o de interferir de cualquier otra forma en el proceso electoral del país. 

Instamos a que se respete la voluntad popular y reiteramos nuestro compromiso de promover elecciones libres, justas y transparentes en Ecuador, y en toda la región.