Women's Rights

Las mujeres indias se levantan ante los proyectos de ley agrícola de Modi

Las mujeres están cambiando la corriente contra la opresión patriarcal y el desamparo agrario que frecuentemente las ha mantenido al margen de organizarse activamente como resistencia campesina.
Decenas de miles de mujeres punjabi han estado protestando contra la reforma neoliberal de Modi al sector agrícola. Pero su lucha por la liberación e igualdad no está dirigida solamente contra el gobierno indio. También es una manifestación de su eterna lucha contra la misoginia y el sexismo en casa.
Decenas de miles de mujeres punjabi han estado protestando contra la reforma neoliberal de Modi al sector agrícola. Pero su lucha por la liberación e igualdad no está dirigida solamente contra el gobierno indio. También es una manifestación de su eterna lucha contra la misoginia y el sexismo en casa.

Las constantes protestas de agricultorxs en los límites de Delhi, la capital nacional de India, que demandan la derogación de los tres proyectos de ley agrícolas han sido celebradas por su valiente resistencia. Sin embargo, es en particular la gran participación de mujeres lo que no tiene precedentes.

Las ordenanzas aprobadas por el gobierno de mayoría oficialista, BJP, sin oposición parlamentaria alguna han hecho que mujeres comunes y corrientes dejen los confines de sus cuatro paredes para tomarse las calles. Y lo que es más importante, los mensajes de las mujeres se vuelven cada vez más contundentes. Esto es evidente en sus reacciones a la intervención de la Corte Suprema en Enero 11 (por qué “se mantienen” a las mujeres en esta protesta y se les debería “persuadir” a regresar), en la forma de numerosas refutaciones tanto en el escenario de las protestas como en cientos de entrevistas a medios nacionales e internacionales.

No es fácil decir quiénes son estas mujeres, qué las lleva a la protesta y cuándo exactamente se encendió su chispa de resistencia para llegar a Singhu o Tikri. Aún así, siguen en la protesta con toda su resistencia y mantienen las protestas vibrantes.

El descontento agrario ha ido creciendo en Punjab desde hace casi tres décadas, pero las mujeres se han ido uniendo lentamente. Aquí, el sindicato de agricultorxs BKU-Ekta (Ugrahan) ha estado organizando a mujeres y jóvenes. Tradicionalmente ha habido muy pocas organizadoras mujeres, pero discordias domésticas y dificultades en el mundo familiar se exacerbaron en el Punjab rural a medida que la angustia agraria descomponía las relaciones sociales.

Hace algunos años, en la región Malwa de Punjab, interactué con mujeres que habían sobrevivido los suicidios de sus esposos, hijos y hermanos. También hablé entonces con su Secretario General, el Sr. Sukhdev Singh Kokri, proveniente de Moga. Me dijo que, en el proceso de organizar a lxs agricultorxs, era imperativo que el sindicato se enfrentara a los problemas de la crecientemente desproporción de sexos, adicción a las drogas y violencia contra las mujeres. Y así lo hizo.

¿Qué ha cambiado?

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Harinder Kaur Bindu, Presidenta del Ala de Mujeres de BKU-Ekta (Ugrahan)

A través de programas culturales, el sindicato hizo esfuerzos para entender y crear consciencia de los innumerables procesos sociales afectando la realidad de la vida campesina. Estos años de trabajo duro parecen haber dado fruto, ya que el número de mujeres organizadoras ha crecido exponencialmente.

Harinder Bindu, presidenta del ala de mujeres de BKU-Ekta (Ugrahan) dijo que tienen al menos 150 mujeres organizadoras planeando reuniones a niveles de aldea, cuadra y distrito. “Hay un gran cambio. El confinamiento de las mujeres a sus hogares y su responsabilidad para con el trabajo doméstico no interfiere con su presencia en estas protestas”, dijo al ser preguntada acerca de los cambios visibles en los hogares rurales.

“Los esposos y otrxs miembros de la familia están compartiendo tareas domésticas como cocinar, etc. Las relaciones dentro de la familia están mejorando. La inquietud que tenían miembros masculinos de la familia respecto a que las mujeres salieran o se mezclaran con extraños se ha reducido,” continuó. “Nuestra lucha es por la igualdad de las mujeres en su entorno familiar, así como sus derechos a territorio y empleo. Esta lucha también es contra la superioridad de castas,” añadió.

Las experiencias de las mujeres a lo largo de la protesta

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Un largo y tedioso debate entre académicxs y organizaciones agrícolas se ha hecho la pregunta de si las mujeres deberían ser percibidas como agricultoras o esposas de agricultores. Parece que el debate ha terminado y el veredicto ha llegado, con un largo atraso, en la forma de la identidad de “mujeres agricultoras”. Hoy, miles de estas mujeres han manejado a la capital de la nación en los mismos tractores que han utilizado para manejar en sus pueblos.

Por ende, hay grandes cambios de paradigma ocurriendo en todos los sitios de protesta en los límites de Delhi. El 16 de diciembre de 2020, cientos de mujeres allí alzaron fotos de sus parientes masculinos fallecidos por suicidio, aunque no todas fueran viudas o víctimas.

A esto le siguió Mahila Kisan Divas (El Día de las Mujeres Agricultoras), el cual fue organizado el 18 de enero y donde las mujeres marcharon con respeto propio, demandando la derogación de los proyectos de ley agrícolas. Las protestas aumentaron con la llegada del Día de la República.

Finalmente, el 8 de marzo, miles de mujeres de Punjab, Haryana y UP marcharon y bailaron en celebración del Día Internacional de la Mujer. La unión de mujeres punjabi con mujeres de Haryana y Uttar Pradesh fue eléctrica. La fuerza colectiva de las mujeres era demostrablemente clara y vociferante.

No es sólo la región de Malwa, también hay mujeres de las regiones de Majha y Doaba que han participado en estas protestas. Un grupo de mujeres en la frontera de Singhu explicó la manera impulsiva en la que fueron atraídas por las protestas.

Ravinder Kaur recuerda haber empacado su maleta de modo clandestino y después anunciar a su familia que partiría a Delhi. “Nuestras vidas están sumergidas en monotonía de 4 am a 11 pm. Pero no hay nada natural en eso. Nadie reconoce nuestro trabajo. Aquí nos fortalecemos entre todas mientras demandamos la derogación de las leyes agrícolas,” dijo.

Amandeep Kaur compartió acerca de cómo tomó un mototaxi al Templo Dorado y desde ahí se unió a un grupo de mujeres que se encaminaba a la estación de ferrocarril Amritsar, para ir a Delhi. No llevaba nada consigo. Dijo: “Siempre he querido ir a Delhi, pero esto vino como un llamado del de arriba. Estaba destinada a unirme a la protesta”.

Informó a su madre de su llegada a Delhi a través de Joginder Kaur. Joginder ha estado movilizando a mujeres en Amritsar desde diciembre. Ha detallado cuántas mujeres se han vuelto parte de las protestas,viniendo por su cuenta o por información boca a boca. Una vez llegan a la ciudad, se convierten en parte del colectivo más amplio y viven juntas en tiendas de campaña y vagones.

Asistir colectivamente a grandes reuniones le ha dado a estas mujeres una plataforma para hablar de los efectos que los tres proyectos de ley agrícolas tendrían sobre ellas. Kashmir Kaur, por ejemplo, que tiene dos acres de tierra en alquiler, dijo que la cosecha da lo suficiente para alimentarla a ella, a su hija y su suegra. Su marido y su hijo están muertos. Dijo que se quedarían sin nada si pierde esta tierra. Quiere saber qué tipo de futuro el Primer Ministro Modi tiene en mente para su hija en su slogan de Beti Bachao, Beti Padhao (Salva a la niña, educa a la niña).

El largo camino por delante

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La participación de estas mujeres es tan organizada como espontánea. Y la participación política de las mujeres es uno de los mayores catalizadores en la larga lucha contra la opresión del patriarcado y las castas, por lo general ardua, interminable y cotidiana.

Harinder Bindu dijo que las mujeres dalit aún no se unen a las protestas en grandes números, al enfrentarse a obstáculos tanto de la administración local como de los grandes zamindars (terratenientes, especialmente aquellos que alquilan sus tierras a agricultorxs), aunque dentro de sus estructuras familiares y comunitarias sean relativamente más libres que las mujeres jat sikh. “En 2016, las mujeres dalit habían enfrentado represión policial cuando protestaron contra el secuestro y violación de una mujer dalit en Muktsar, la circunscripción del propio Ministro en Jefe,” recordó.

El sentimiento de pertenecer a Punjab no está basado en su entidad o localización geográfica. La afinidad a la tierra viene de un sistema de creencias más profundo que fomenta y cultiva el apoyo comunitario y ethos colectivo, independientemente de las inequidades graduales dentro del orden socioeconómico, ya sea hacia mujeres dalits, jóvenes, o gente sin tierra.

Las mujeres mayores en Tikri explicaron en detalle cómo se turnan para hacer seva (servicio) sirviendo prasad (ofreciendo comida) a lxs protestantes mediante cocinas comunales. Este acto fortalece su sentido de resistencia. “Somos las Laxmibais (la reina india que mostró inmensa resistencia en su lucha contra los ingleses en el siglo XIX) de la era moderna. Podemos quedarnos aquí sentadas por diez años si es lo que se requiere”, dijo Karamjeet Kaur en Singhu. “Las langars (cocinas comunitarias de una gurdwara, que sirve comidas a todxs sin costo alguno, independiente de religión, casta, género, estatus económico o etnia) se llevan a cabo hace más de 500 años. Estas langars nunca se detendrán. Guru Nanak desea que seamos inclusivxs, esa es nuestra fuerza,” añadió.

Las mujeres siempre han tenido que luchar contra la opresión y explotación tanto dentro como fuera –ya sea la familia, la organización o la sociedad misógina en general. Como parte de esta protesta, mujeres jóvenes están alzando la voz contra el acoso sexual en Swaraj Abhiyan, Trolley Times y SFS, incluso mientras son ridiculizadas por la derecha en las redes sociales. Su coraje y convicción emerge del espíritu de resistencia que se ha apoderado de Punjab entero.

Organizaciones de agricultorxs se tomaron los puertos secos del grupo Adani en Qila Raipur en el distrito Ludhiana del 27 al 31 de marzo. Sukhdev Singh, líder del BKU-Ekta Ugrahan, explicó cómo ha ido creciendo el impulso: “Hemos estado trabajando sin descanso desde la época en que anunciaron las ordenanzas en junio. Las protestas en Punjab han crecido cada día desde entonces. La mayor fortaleza de estas protestas ha sido que ha revitalizado la conciencia colectiva. Hemos estado en esto desde hace tiempo, por muy lento y difícil que haya sido el proceso. Hoy, en Punjab, hay protestas en cada cuadra y distrito, en universidades y en plazas de peaje. Como puede ver el número de mujeres y niñas jóvenes ha ido en constante aumento”.

En conversación con el canal Workers’ Unity (Unidad de Trabajadores), la profesora Surinder Kaur de Jamoori Kisan Morcha, que es parte de la coalición Samyukta Kisan Morcha, dijo que las mujeres forman la columna vertebral de estas protestas. “A medida que la desesperación agraria se ha ido infiltrando en la economía doméstica rural, paralelamente las luchas de las mujeres en sus hogares han ido en aumento. Con estos tres proyectos de ley agrícolas se han dado cuenta de que el fuego que se han esforzado diariamente en mantener ardiendo podría enfriarse. Han sido rápidas en entender esto y han actuado al unísono,” dijo.

“Estas tres leyes agrícolas le pondrán un fin a lxs dalits, pobres campesinxs sin tierra que venden y consumen su trabajo. Sigue siendo un gran reto incrementar la participación de lxs dalits en estas protestas. Es en el lugar de la protesta donde las ideas y acciones necesitan germinar para una visión futura de toda la sociedad. Para impulsar la resistencia, estamos abordando preguntas complejas como la inclusión de todas los sectores explotados. Pero nuestra fuerza reside en nuestro legado y en nuestra historia, en la que la resistencia es el único camino,” señaló.

Las actuales protestas de lxs agricultorxs demuestran ampliamente que la palabra “agricultxr” significa una comunidad entera: hombres, mujeres, ancianxs y jóvenes. Y es una lucha colectiva de productorxs de alimentos, propietarixs de tierra y personas sin tierra. Por ende, no hay productor individual que el Estado y el capital puedan comprar mediante artimañas o apaciguamiento. Y, así como lo ha demostrado la historia, una vez que las mujeres ponen su empeño en la lucha, la resistencia se vuelve formidable. Puede que estas mujeres hayan salido temporalmente de sus casas y hogares, pero el carácter de esta protesta ciertamente ha cambiado para siempre.

Hay un surgimiento de conciencia y atención que se está expandiendo como un fuego incontrolable desde las aldeas a los distritos y desde los estados hasta las fronteras de Delhi.

¡Es verdad, Hindustan Bol Raha hai (India está alzando la voz)!

Ranjana Padhi, radicada en Bhubaneswar, ha escrito Khudkhusi Ke Saaye Mein Zindagi Ki Baatein: Punjab ki Aurton par Krishi Sankat ka Prabhav –La vida a la sombra del suicidio: el impacto de la crisis agraria en las mujeres de Punjab– (MP Mahila Manch, 2014). También coescribió Resisting Dispossession: The Odisha Story –Resistiendo el Despojo: La historia de Odisha– (Aakar Books, Palgrave Macmillan, 2020), cuya versión en hindi Gaon Chhodob Naahin: Odisha ke Das Jan Sangharsh ki Gaathaayen saldrá próximamente.

Available in
EnglishGermanFrenchHindiSpanishItalian (Standard)Portuguese (Portugal)Portuguese (Brazil)
Author
Ranjana Padhi
Translators
Octavio García and Nicole Millow
Date
10.06.2021
Source
Original article🔗
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