La delegación se reunirá con delegadxs de la Convención Constitucional, sindicalistas, expertxs, activistas de diversas perspectivas y representantes locales del proceso de abajo arriba de la alcaldía constituyente en Santiago, para recoger perspectivas sobre las próximas elecciones y monitorear amenazas emergentes a las instituciones democráticas del país.
Lo que está en juego no podría ser más importante, tanto para Chile como para la región.
En 2019, millones de chilenxs marcharon en todo el país para protestar contra las políticas regresivas del presidente Sebastián Piñera, la agresiva privatización y la creciente desigualdad en Chile.
En contra de esa represión, el pueblo de Chile decidió mediante un plebiscito nacional, reescribir la constitución del país de la era de Pinochet –no por lxs políticxs sino por una Convención Constitucional con paridad de género y con escaños reservados para los pueblos originarios.
Por lo tanto, las elecciones presidenciales de este mes encuentran a Chile en una encrucijada. La era de Piñera se definió por el consenso “neoliberal”. Ahora, dos fuerzas dominantes en Chile prometen romper con este consenso –en direcciones opuestas.
Una de ellas es la dirección que traza la Convención Constitucional y las propuestas que ya están tomando forma allí: los derechos a la vivienda, la salud, la educación, el aborto, la asistencia social, la educación sexual, a la igualdad de género e incluso los derechos que le corresponden a la propia Naturaleza.
La otra es la dirección marcada por José Antonio Kast y las fuerzas políticas aliadas a su candidatura. Conocido como el “Bolsonaro de Chile”, el plan de gobierno propuesto por Kast eliminaría el Ministerio de la Mujer, crearía un ICE chileno para detener a lxs migrantes, perdonaría a los torturadores de la dictadura militar e introduciría nuevos poderes de emergencia para desplegar las fuerzas de seguridad.
Lo que está en juego en las elecciones presidenciales de Chile va mucho más allá de las políticas o la personalidad, el futuro de toda la Convención Constitucional pende de un hilo –y con él, las perspectivas de una renovación democrática en toda Latinoamérica.
La Internacional Progresista llega a Chile para defender el proceso democrático iniciado por el histórico plebiscito celebrado hace un año –y al hacerlo, honrar a quienes se levantaron ante las injusticias del régimen de Piñera y se enfrentaron a la persecución, el encarcelamiento y la muerte por su valentía.