Housing and Land Rights

Lo que Ocupe Estelita nos enseña después de diez años

El movimiento Ocupe Estelita en Recife destaca el poder y los límites de los movimientos sociales en disputas por el espacio urbano.
En 2014, una lucha emblemática por el derecho a la ciudad de Recife alcanzó su punto culminante. Reivindicó lo común: el paisaje, la memoria y el medio ambiente. Unió el arte y la política para buscar alternativas a la captura del espacio público. Todavía resuena en las luchas urbanas del país.

La Ocupe Estelita, que tuvo lugar en Recife (PE) cumple 10 años. Es un ejemplo llamativo de la fuerza y los límites de los movimientos sociales en la disputa por el espacio urbano. En las ciudades viven personas de diferentes clases sociales, y donde esta diferencia es muy evidente, coexisten espacios sin el mínimo necesario para una vida digna, como los palafitos de la cuenca de Pina, y proyectos de lujo, como el que se está construyendo en una antigua zona de transporte público, justo enfrente de los palafitos recién retirados.

Caracterizado por una verticalización que desafiaba las normas y los límites, el proyecto se presentaba como una auténtica barrera. Compuesto por 12 torres con más de 40 pisos y una altura de cien metros que interfería con el paisaje, la memoria de la ciudad y el entorno natural debido a la barrera a los vientos marinos, el entorno histórico, y la proximidad a la zona cero de Recife (Veras, 2014).

Del otro lado de la disputa están las inmobiliarias, con argumentos que no justifican la falta de límites. Agentes políticxs que apoyaron el proyecto defendieron la "recalificación" de la "zona abandonada", y técnicxs del transporte público se mostraron entusiasmadxs con la posibilidad de instalar un metro ligero para satisfacer la nueva demanda.

El Proyecto Nuevo Recife contra el Movimiento Ocupe Estelita

El sitio del Proyecto Novo Recife, donde solía operar la estación de maniobras ferroviarias de las líneas que conectaban el Puerto de Recife con el interior del estado, está ubicado en el límite entre el área de expansión inmobiliaria de Pina/Boa Viagem y el barrio de Recife, a las orillas de la Cuenca de Pina. Para enfrentar el poder económico del capital de bienes raíces, representado por las cuatro empresas de construcción del Consorcio Novo Recife, lxs activistas lucharon en diferentes frentes. Uno de ellos fue la lucha por registrar el Pátio Ferroviário das Cinco Pontas, donde aún había antiguos almacenes de azúcar, como monumento histórico. La solicitud de registro enfatizaba la unidad del complejo de la Isla Antônio Vaz, que comenzó con Maurício de Nassau (entrevista con Tomás Lapa, 2017), que también fue fundamental para el reconocimiento del barrio de Recife como patrimonio nacional.

Otro frente de la lucha fue la concesión de licencias en el Consejo de Desarrollo Urbano (CDU) de la alcaldía, que incluía técnicxs municipales, representantes del Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (IPHAN), de la Superintendencia del Patrimonio de la Unión (SPU), del Departamento Nacional de Infraestructura de Transportes (DNIT) y de la legislatura municipal y estatal, así como representantes de ONGs asesoras de movimientos sociales y otrxs representantes de la sociedad civil. En el frente judicial, contaron con la colaboración de miembros de las fiscalías estatal y federal.

El terreno, que en principio también había sido objeto de propuestas para el "Complejo Cultural Recife/Olinda" —un proyecto de desarrollo basado en el turismo y elaborado conjuntamente por los tres niveles de gobierno— se subastó en 2008, y el Proyecto Nuevo Recife se presentó a la CDU en 2012. Desde el momento en que se percataron de lo que se consideró "uno de los mayores errores de urbanismo" en la ciudad, académicxs, activistas, técnicxs, miembros de ONGs y jóvenes activistas, todxs aquellxs que se oponían al proyecto comenzaron a movilizarse, siempre a través de convocatorias en redes sociales, principalmente del Grupo "Direitos Urbanos". El punto más álgido se produjo durante los 27 días de ocupación del terreno entre mayo y junio de 2014.

Lo que se conoció como el Movimiento Ocupe Estelita consiguió cancelar varias reuniones de la CDU, con la ayuda de los tribunales. Sin embargo, el proyecto acabó siendo aprobado en una sesión a puertas cerradas, en los últimos días del mandato de João da Costa (PT), incluso sin los estudios de impacto, las aprobaciones previas ni el plan urbanístico exigidos por el Plan Director, y con varias demandas en curso.

Las ocupaciones frente al recinto habían estado ocurriendo desde 2012, y en abril de 2013 tuvo lugar otra "protesta". En la noche del 21 de mayo de 2014, un intento de demolición de los almacenes, a pesar de las sentencias judiciales en contra, fracasó solamente porque lxs residentes locales advirtieron a lxs activistas. La información se difundió rápidamente y más de 200 personas acudieron al lugar, consiguiendo detener la demolición.

Para evitar que se reanudara la demolición, surgió la idea de ocupar el Muelle; lxs activistas trajeron tiendas de campaña y provisiones y decidieron pasar la primera noche en el lugar. Al día siguiente, el IPHAN prohibió la demolición, y algunxs abogadxs del movimiento obtuvieron, en negociaciones con la policía, el compromiso de suspender la recuperación de la propiedad hasta que concluyera el proceso.

La ocupación recibió un fuerte apoyo de la comunidad artística de Recife: Kléber Mendonça, Nação Zumbi, Otto y Karina Buhr, Ney Matogrosso y Zélia Duncan, fueron algunos de los nombres que apoyaron el Movimiento Ocupa Estelita (MOE), así como presentaciones de los bloques "Empatando Tua Vista" y "Eu acho é pouco", y "Som na Rural", un proyecto musical itinerante que proporcionó la estructura para los eventos y conciertos gratuitos que atrajeron a aproximadamente 10.000 personas a la Estelita ocupada. David Harvey, un geógrafo influyente de Estados Unidos, visitó la ocupación y elogió la unidad de la lucha y la celebración.

Intento de negociación

Las demandas de lxs miembros del movimiento eran: al menos un 30 por ciento de viviendas asequibles en el sitio, una planificación urbana que tratara la zona con la complejidad requerida y que se discutiera en la alcaldía, recientemente regulado y considerado más democrático que la CDU.

El nuevo alcalde, Geraldo Júlio (PSB), intentó mediar en una negociación con la creación de un foro formado por organizaciones que representaban a abogadxs, ingenierxs, arquitectxs y la universidad, así como empresarxs y activistas. Sin embargo, en el documento final quedaron dos puntos conflictivos: la suspensión de la aprobación del proyecto por parte del consorcio y el desalojo de las tierras por parte del movimiento. Aunque el documento establecía plazos y directrices para el "rediseño" del proyecto, en realidad la alcaldía ya contaba con el uso de violencia para el desalojo, que tendría lugar al día siguiente, un día festivo durante el partido de la selección brasileña en la Copa del Mundo de 2014.

Bajo las órdenes del entonces gobernador de Pernambuco, João Lyra (PSB), las unidades antidisturbios y de caballería de la Policía Militar (PM) emplearon gran violencia para desalojar a lxs activistas. Además de desalojar a lxs ocupantes, la policía destruyó documentos y equipamiento. Se perdieron computadoras, tiendas de campaña y efectos personales. Hubo cuatro detenidxs y decenas de heridxs, "entre ellxs niñxs, ancianxs e incluso una mujer embarazada", con repercusión en la prensa nacional e internacional. Tras el desalojo, algunxs manifestantes permanecieron varios días bajo el paso elevado cercano, realizando actividades educativas y de movilización (Varejão, Rafael y Araripe, 2016).

Violencia durante el desalojo

Mientras tanto, en el estudio de arquitectura de una de las empresas, comenzó el "rediseño", pero sin la participación de lxs manifestantes. La propuesta resultante se presentó en rueda de prensa el 10 de septiembre de 2014, sin acceso al público. Consistía en cambios en el sistema vial, la apertura de calles transversales y la conexión con la Avenida Dantas Barreto; el tamaño de la parcela pasó de cinco a ocho manzanas, los edificios cercanos al Forte das Cinco Pontas serían más bajos, con otra torre en el extremo opuesto. El uso pasó de residencial a mixto, con un 65 por ciento de zonas verdes. Hubo pequeños avances en comparación con el proyecto original.

Activistas denunciaron la falta de un plan urbanístico específico para grandes parcelas, requisito del Plan Director de Recife. El alcalde decidió elaborar una propuesta que incluía la Dársena de Santa Rita, la Dársena de José Estelita y Cabanga, pero que "comenzaba al revés: con un proyecto inmobiliario ya aprobado" a partir del cual la alcaldía "construyó un Proyecto de Ley que se encargaba de trasponer el proyecto inmobiliario a la dimensión del plan urbano" (Varejão, Rafael y Araripe, 2016). Su aprobación tuvo lugar en mayo de 2015, en una votación fuera de agenda de la legislatura municipal, a la que el movimiento reaccionó ocupando la zona exterior la alcaldía, con protestas que duraron varios días, incluyendo una acampada frente a la casa del alcalde.

Operación Oferta Final

Cuando todo parecía perdido, una Acción Civil Pública, iniciada en 2011, desencadenó la Operación Oferta Final de la Policía Federal en 2015, con órdenes de registro e incautación de documentos en la sede de las empresas, la Superintendencia de Patrimonio de la Unión (SPU) y DNIT, para investigar posibles irregularidades en la subasta del terreno.

El terreno se vendió el 3 de octubre de 2008, mediante una subasta celebrada por Milan Leilões, empresa vinculada a la Caixa Econômica Federal, en São Paulo y no en Recife, con el argumento de que así se facilitaría la participación de otras empresas de cualquier lugar de Brasil. Pero sólo se presentó el Novo Recife Consortium, y compró el terreno, casi once hectáreas de tamaño, por 55 millones de reales, o 545 reales por metro cuadrado, cuando el precio medio en la época era de más de seis mil reales (Vareja, Rafael y Araripe, 292, 2016).

La Policía Federal afirmó en una declaración que habían obtenido pruebas de fraude contra la naturaleza competitiva de la subasta, lo cual constituye un delito conforme a la ley de licitación (artículo 90 de la Ley 8. 66/93), y pidió a la Corte Federal que se apropiara de la propiedad que se había subastado. El 28 de noviembre de 2015, el juez Roberto Wanderley Nogueira anuló la subasta y ordenó que el área fuera devuelta al Patrimonio Público de la Unión, y ordenó la alcaldía que se abstenga de autorizar "cualquier proyecto y todos los proyectos que entren en conflicto con el entorno histórico, paisajístico, arquitectónico y cultural de las áreas circundantes al fuerte de Cinco Pontas, incluido el muelle José Estelita, bajo pena de ley."

El reconocimiento del valor histórico de la antigua estación de maniobras fue considerado el recurso principal en la lucha contra la urbanización. Aunque el IPHAN publicó la aprobación del valor histórico, artístico y cultural del área operativa del Pátio Ferroviário das Cinco Pontas el 17 de marzo 2015, y la inclusión de este espacio en la lista de Patrimonio Cultural Ferroviario, esto no garantizó el reconocimiento de la zona. El Tribunal Regional aceptó los recursos presentados por los demandados, la alcaldía y el consorcio, y revisó la decisión del juez, basándose en la conclusión del IPHAN de que la estación de maniobras ferroviarias no debía ser reconocida como sitio histórico.

El derribo de las naves comenzó en marzo de 2017, pese a los renovados intentos de lxs manifestantes que denunciaron como sospechoso el hecho de que la alcaldía concediera la licencia de demolición inmediatamente después de la decisión del IPHAN. Las primeras tres torres se iniciaron en 2019 y ahora se están completando y cuentan con apartamentos disponibles a la venta.

Los movimientos sociales urbanos luchan por las inversiones que son esenciales para la vida en la ciudad. Sus administradorxs se adaptaron gradualmente a la "gestión" o "emprendimiento urbano", cuando la economía mundial comenzó el cambio hacia la derecha, conocida como neoliberalismo, y la ciudad comenzó a ser tratada como un instrumento de lucro. Los conflictos se apaciguan con capuchinos (Saskia Sassen), entretenimiento y fiestas, la industria cultural y el turismo patrimonial (Choay, 2001).

Polany (2012) explica las características de esta época en el mundo a través de la gran transformación que tuvo lugar en la economía desde el comienzo del capitalismo, cuando los mercados llegaron a tener prevalencia absoluta, en lugar de estar arraigados en las relaciones sociales de épocas anteriores, cuando "las equivalencias entre los diferentes bienes se establecían por tradición o autoridad" y "la estabilidad, no la fluctuación, era la norma". Todo ha sido sustituido por la universalización del mercado, que introduce una diferencia de grado que da lugar a una organización social sin precedentes, pero que no es "natural", sino basada en una fuerte intervención por parte de los poderes privados y estatales, un "molino satánico", que como predijo Marx (2017), debe estar siempre en funcionamiento.

Cada día surgen nuevas formas de explotación y acumulación como la actual "acumulación por expoliación" del neoliberalismo (Harvey, 1992), un capital ficticio y "desvergonzado", sin límites, que circula sin restricciones por todo el mundo y que no genera mejoras para las mayorías, sino sólo gastos suntuosos e improductivos o guerra.

Sin embargo, las verticalidades del capital encuentran resistencia en la horizontalidad de la vida en concreto, en la lucha diaria. La conformación espacial y social resultante se definirá por la capacidad de las redes y las partes interesadas del lugar (Santos, 2005). Una lucha que también tiene otros beneficios, como concientización, camaradería, solidaridad, alegría y celebración, que cautivan y entusiasman a sus participantes, los que comienzan a ver más significado en la vida y tienen más esperanza para el futuro.

Marta Santa Cruz Pordeus es arquitecta y urbanista. Máster en Desarrollo Urbano y miembro de la Red BrCidades.

Foto: Outras Palavras

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Referencias bibliogrficas

Arantes, Paulo (2014) O novo tempo do mundo. São Paulo: Boitempo.

Choay, Francia oise (2001) A alegoria do patrimônio [La alegoría del patrimonio]. São Paulo, UNESP.

Harvey, David (2014) Cidades Rebeldes: do direito à. cidade aň [Ciudades Rebeldes: del derecho a la ciudad a la revolución urbana]. São Paulo: Martins Fontes.

____________ (1992) Condição pós-moderna [Postmodern condition. São Paulo: Editora Loyola.

Marx. Karl (2017) O Capital Crítica da Economia Política Livro 1 [EL Capital: Crítica de la Economía Política. Volumen I: Proceso de Producción del Capital]. São Paulo: Boitempo.

Santos, Milton (2005) O retorno do território [El retorno del territorio]. Observatório Social de América Latina nº 16 [Observatorio Social Latinoamericano nº 16]. 16. Buenos Aires: CLACSO.

____________ (2009) A Natureza do Espacio: Técnica e Tempo [La Naturaleza del Espacio: Técnica y Tiempo]. Razão e Emoção [Razón y Emoción]. São Paulo: Editora da Universidade de São Paulo.

Varejão, L; Rafael, R; and Araripe, V. “A disputa entre o Novo Recife e o Recife que queremos: a trajetória do conflito pelo Cais José Estelita” in Oliveira, Fabrício Leal de (org) (2016) Planejamento e conflitos urbanos: experiências de luta. ["La disputa entre Novo Recife y el Recife que queremos: la trayectoria del conflicto por Cais José Estelita" en Oliveira, Fabricio Leal de (org) (2016) Planificación y conflictos urbanos: experiencias de lucha]. Rio de Janeiro: Letra Capital Editora.

Veras, Lúcia (2014) Paisagem Postal: A imagem e a palavra na compreensão de um Recife urbano. [Postal Landscape: La imagen y la palabra en la comprensión de un Recife urbano.]. PhD thesis in Urban Development. Recife: MDU/UFPE.

Available in
Portuguese (Brazil)EnglishSpanishItalian (Standard)ArabicGermanFrench
Author
Marta Santa Cruz Pordeus
Translators
Orlando Abreu Rojas, Cynthia Ferrer and ProZ Pro Bono
Date
04.09.2024
Source
Original article🔗
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