Nuestro continente logró un triunfo histórico cuando la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) declaró a la región como una «Zona de Paz», hace una década. Esta declaración representó la voluntad colectiva de nuestros pueblos: resolver nuestras diferencias a través del diálogo y la cooperación, y no a través de la violencia y la intervención.
Hoy, ese triunfo está bajo amenaza. La administración Trump está intensificando una peligrosa escalada militar frente a las costas de Venezuela, desplegando fuerzas navales en el Caribe en preparación para una posible intervención armada. El pretexto es conocido. El presidente Trump justifica la intervención de los Estados Unidos en Venezuela como un medio para combatir los «cárteles», celebrando los ataques letales contra pescadores acusados de transportar drogas. Ya hemos vivido esta catástrofe. En Colombia, en México y en toda nuestra región, la primera «guerra contra las drogas» de los Estados Unidos solo trajo consigo derramamiento de sangre, despojo y desestabilización.
Ahora, la administración Trump planea liderar una nueva «guerra contra las drogas». Esa guerra parece empezar con un cambio de régimen en Venezuela, pero sabemos que no terminará ahí. Estados Unidos ya está amenazando con ataques ilegales con drones en suelo mexicano en nombre de su «seguridad nacional». Si no defendemos la paz ahora, corremos el riesgo de una nueva ola de intervenciones armadas en toda la región, lo que desencadenaría una crisis humanitaria de proporciones inimaginables en todos nuestros países.
Ya vivimos esta pesadilla antes. Las intervenciones militares de Estados Unidos en el siglo XX resultaron en dictaduras, desapariciones y décadas de trauma a nuestras naciones. Conocemos el terrible costo de permitir que potencias extranjeras hagan la guerra en nuestro continente. No podemos permitir, ni permitiremos, que la historia se repita.
Solo la unidad de todas las fuerzas políticas organizadas de América Latina y el Caribe es lo suficientemente poderosa como para evitar esta catástrofe. A pesar de nuestros diferentes contextos políticos, compartimos una causa común: la soberanía de nuestras naciones y la seguridad de nuestros pueblos. Debemos permanecer unidos ahora.
Es nuestra responsabilidad defender la Zona de Paz. El futuro de nuestro continente depende de nuestra unidad en este momento.
Adolfo Mendoza Leigue — Bolivia
Aida Avella Esquivel — Colombia
Aida García Naranjo — Perú
Adriana Bustamante Castellanos — México
Adriana Salvatierra — Bolivia
Alicia Castro — Argentina
Atilio A. Borón — Argentina
Beatriz Andrea Navarro Pérez — México
Camila Lagos — Chile
Carmen Diniz — Brasil
Carol Proner — Brasil
Cecilia Nicolini — Argentina
Clara López Obregón — Colombia
Claudia Mix — Chile
Coca Nanco — Chile
Eduardo Valdés — Argentina
Eduardo Zanattta — Brasil
Eli Gómez Alcorta — Argentina
Elvira Concheiro Bórquez — México
Emilio Uzcátegui — Ecuador
Estefanía Prado González — Bolivia
Erika Ortega Sanoja — Venezuela
Félix Salgado Casiani — Colombia
Fernanda Melchor — Brasil
Fernando Enrique Cedeño Rivadeneira — Ecuador
Fernando Yépez Lasso — Ecuador
Galo Chiriboga Zambrano — Ecuador
Gabriela Montaño — Bolivia
Gabriela Rivadeneira Burbano — Ecuador
Glauber Braga — Brasil
Gloria Flórez Schneider — Colombia
Guillame Long — Ecuador
Heriberto López Blanch — Cuba
Horacio Sevilla Borja — Ecuador
Humberto Costa — Brasil
Iván Cepeda — Colombia
Iván Valente — Brasil
José Miguel Ahumada — Chile
Juliano Medeiros — Brasil
Lorena Peña — El Salvador
Luciene Cavalcante — Brasil
Luiza Erundina de Sousa — Brasil
Manuela D'Ávila — Brasil
María Fernanda Carrascal Rojas — Colombia
María José Pizarro — Colombia
Mariela Castro Espín — Cuba
Martha Pérez — República Dominicana
Mateo Grille — Uruguay
Matías Capozzo — Argentina
Michael Heslop — Jamaica
Misaara Cristina Oliveira — Brasil
Mónica Valente — Brasil
Nánki Lauro Saarti Juank — Ecuador
Norma Goicoechea Estirnoz — Cuba
Otto Leonel Monterrey García — Cuba
Patricia Mora Castellanos — Costa Rica
Paulo César Lemos de Oliveira — Brasil
Paulo Pimenta — Brasil
Pedro Uszai — Brasil
Peter Lansiquot — Santa Lucía
Rafael Correa Delgado — Ecuador
Rafael Muñoz Gómez — México
Ramón Enrique Barrios — Honduras
Renata Lemos Avelar Flores — México
Ricardo Patiño Aroca — Ecuador
Ricardo Ulcuango Farinango — Ecuador
Rocio Arias — Ecuador
Sacha Sergio Llorenti — Bolivia
Sâmia Bomfim — Brasil
Seiskou Sylvestre — Granada
Simón Gómez Aiza — Colombia
Sonia Marina Gutiérrez Raguay — Guatemala
Soraya Elena Álvarez Núñez — Cuba
Tamara Lajtman — Brasil
Tarcisio Motta — Brasil
Trevor G Brown — Jamaica
Vanessa Ramos — Puerto Rico
Verónika Mendoza — Perú
Virgilio Hernández — Ecuador