En Irlanda del Norte, el 12 de julio sirve de recordatorio de las heridas sectarias del pasado reciente, aún abiertas.
"El Doce", como es conocido, es un día protestante de desfiles y manifestaciones. Celebra la victoria del rey Guillermo de Orange sobre el rey católico Jacobo II de Inglaterra en la batalla de Boyne en 1960. Este hecho aseguró el predominio protestante en Irlanda.
La noche anterior, llamada la Undécima Noche, es tradición que las comunidades unionistas enciendan grandes hogueras, a veces con efigies de políticos republicanos, y celebren fiestas callejeras hasta bien entrada la noche.
Camino hacia una comunidad protestante del norte de Belfast, pero para llegar allí tengo que atravesar New Lodge, una zona católica de clase trabajadora.
"¿Está por ahí Tiger's Bay?" Pregunto en un quiosco local.
"Sí, lo está, pero ten cuidado, que esta noche está alborotado", me advierte el hombre. "¿De dónde eres?"
"Londres", respondo.
"Ah, vale, entonces no pasará nada".
Como en casi todo Belfast, está claro cuándo he traspasado las líneas invisibles que aún dividen las comunidades. En Tiger's Bay, las banderas del Reino Unido ondean por todas partes mientras en las ventanas se observan imágenes del rey Carlos III.
Bajando por la calle Upper Canning, llego a un gran aparcamiento convertido en local de eventos. Los enormes altavoces emiten música house a un volumen increíble. Los adolescentes se encuentran bebiendo copas y cervezas de pie. La estrella del espectáculo es la enorme hoguera que hay enfrente, aún sin encender a las 11 de la noche. Lleva atada una bandera tricolor irlandesa.
Me quedo de pie con una cerveza durante diez minutos antes de que uno de los chicos pregunte: "¿Qué haces aquí?"
"Solo estoy echando un vistazo", digo.
"Pues deja de hacerlo", dice.
Las fiestas protestantes de julio son un recordatorio de lo reales que siguen siendo las divisiones en Irlanda del Norte. El desfile de la Orden de Orange al día siguiente atrae a los más extremistas de la comunidad. Muchos católicos no salen de sus casas, o directamente abandonan la ciudad.
Pero algo histórico está ocurriendo en este territorio: los unionistas están perdiendo el control. Los locales afirman que incluso los desfiles han tenido un aire más triste en los últimos años.
En las elecciones generales de 2019, por primera vez Irlanda del Norte no envió a Londres una mayoría de diputados unionistas. Posteriormente, en las elecciones de mayo de 2022, el Sinn Féin se convirtió en el partido más grande de la Asamblea de Irlanda del Norte, esto también por primera vez, desplazando al Partido Unionista Democrático (DUP) al segundo puesto.
Un año más tarde, en mayo de 2023, el Sinn Féin se convirtió en el partido más relevante en el gobierno local de Irlanda del Norte; el primer partido nacionalista en ocupar el mayor número de escaños en el Consejo.
Por si fuera poco, el Sinn Féin, cuya política insignia es una Irlanda reunificada, lidera las encuestas al sur de la frontera bajo el liderazgo de Mary Lou McDonald.
A 10 minutos a pie hacia el oeste subiendo por el parque Duncairn Gardens desde la hoguera, encontramos a los adolescentes en las oficinas de John Finucane, uno de los siete diputados del Sinn Féin que volvieron a Westminster en las elecciones generales de 2019.
Para muchos en Irlanda del Norte, el gran cambio que ha acelerado la tendencia hacia la reunificación irlandesa es el voto a favor del Brexit en 2016.
"Creo que todo el mundo estaría de acuerdo en que, desde el Brexit, la conversación en torno a una Irlanda unificada ha tenido lugar a un ritmo sin precedentes", me comenta Finucane.
"Las elecciones de 2022 y 2023 demuestran que la gente cada vez mira más en el horizonte hacia Dublín y no hacia Westminster, por todas las razones que hemos visto en los últimos seis o siete años".
Y añade: "El caos y la temeridad que emanan de Westminster demuestran una y otra vez que no les importan los intereses de la gente de aquí".
Finucane y sus compañeros diputados del Sinn Féin practican una política de abstencionismo, lo que significa que no ocupan físicamente sus escaños en la Cámara de los Comunes. Su argumento es que el control político británico sobre Irlanda del Norte es ilegítimo y trabajar dentro de él lo avala formalmente.
El padre de Finucane, Pat, era un destacado abogado que los paramilitares lealistas de la Asociación para la Defensa del Ulster (UDA) asesinaron en 1989 mientras almorzaba un domingo con su familia.
"Corresponde al pueblo decidir cuál será su futuro constitucional. Si la mayoría decide que quiere mantener la unión con Londres, ese será el resultado. En cambio, si la mayoría quiere algo diferente, es que quiere una nueva Irlanda. Y creo que cada vez más gente, desde luego fuera de la base republicana, está teniendo esa conversación".
Chris Hazzard, diputado del Sinn Féin por South Down desde 2017, quiere que nos reunamos en el James Connolly Centre, al oeste de Belfast. Connolly es un héroe de la lucha republicana como figura clave del Alzamiento de Pascua de 1916, tras el cual los británicos lo abatieron a tiros.
Hazzard ganó South Down para el Sinn Féin 101 años después del asesinato de Connolly. Y afirma que las perspectivas de reunificación irlandesa nunca han sido más alentadoras.
"Es lo más cerca que hemos estado desde la partición", afirma. "No sólo estamos recogiendo a los republicanos que quizá se quedaron fuera del sistema electoral, que quizá fueron más radicales en su día, que ahora ven las oportunidades que existen y vuelven a nosotros".
"Sino también a la gente más joven de tendencia más progresista en temas cívicos; aspectos como el aborto o el matrimonio igualitario, a los que no les ha gustado cómo ha hecho las cosas el DUP y desprecian al gobierno de los conservadores del partido Tory, eso ha sido un factor motivacional especialmente importante".
Muchos parecen no darse cuenta del carácter histórico de lo que está ocurriendo en Irlanda del Norte. El territorio fue diseñado para mantener una mayoría unionista. En las elecciones de 1918, el Sinn Féin obtuvo una victoria aplastante, con el 85 por ciento de los escaños.
Pero en lugar de permitir la independencia, el gobierno británico dividió la isla tres años después, en 1921. El nuevo territorio estaba compuesto por seis condados del norte, de clara mayoría protestante.
La entidad política resultante se construyó sobre una base de fraude electoral. No había un voto único por persona. Un empresario podía tener hasta seis votos y había que ser propietario de una casa. Era frecuente que no se permitiera a los católicos votar. El Estado se construyó básicamente para mantener la supremacía protestante.
El plan se desmoronó en 2019 cuando el Sinn Féin, liderado por Michelle O'Neill, obtuvo el mayor número de escaños en Westminster.
El reciente éxito electoral del Sinn Féin ha puesto a prueba el Acuerdo de Viernes Santo, firmado en 1998. El sistema había funcionado mientras el DUP dirigía el ejecutivo, pero cuando eso cambió, se quedó en punto muerto.
Durante casi dos años, después de convertirse en el partido más grande en Stormont, al Sinn Féin no se le permitió formar un ejecutivo, que requería la aprobación del DUP.
"El Acuerdo del Viernes Santo estipula que la persona que ostente el cargo primer ministro/a debe proceder del partido más numeroso", afirma Hazzard.
Antes de la resolución del punto muerto en febrero, Hazzard me comentó: "Realmente no puedo exagerar hasta qué punto la gente está harta de ese planteamiento de los líderes políticos unionistas. No puedes tenerlo todo a la vez. Usted fue primer ministro y ahora las cosas están cambiando. No puedes simplemente tirar tus juguetes fuera del cochecito y decir: 'Ya no me gusta la democracia'.
Hazzard creía que había un "verdadero sentimiento de frustración y molestia". "Si sales a la calle y preguntas a 100 personas, ¿qué es lo que piensan realmente? Y estoy bastante seguro de que 99 de ellos dirán que no quieren trabajar a las órdenes de Michelle O'Neill. Esa sería la opinión".
Pero el estancamiento estaba ayudando a la causa republicana, añadió Hazzard. "La gente dice que si el sistema no funciona es hora de que se produzca un cambio".
No está claro todavía hasta dónde puede actuar O'Neill como primera ministra.
Otra parte interesante de la dinámica que se está produciendo es que es posible que la comunidad empresarial esté apoyando cada vez más una Irlanda unida.
"Tradicionalmente, el DUP ha tenido un peso bastante significativo en lo que podríamos llamar la comunidad proempresarial", afirma Hazzard. "El Brexit dio un giro de 180 grados a la situación".
Y continuó: "Esta mañana he estado charlando con un tipo, un hombre de negocios en realidad, que procede de la tradición unionista. Hablaba de los enormes superávits que tiene ahora el gobierno de Dublín y decía: "son un país muy rico, que forma parte de la Unión Europea". Es un hombre de negocios. Dice: "todo mi mercado está en el sur". Hace cinco años no habría tenido esa conversación".
Danny Morrison, antiguo director nacional de publicidad del Sinn Féin, añadió: "La comunidad empresarial, tradicionalmente dominada por los unionistas, ve ahora los beneficios económicos de estar en la Unión Europea. Así que van a dejarse llevar por la corriente".
Morrison, que fue portavoz de Bobby Sands, añadió: "Muchos unionistas se han desilusionado por una serie de factores, entre ellos el trato que les han proporcionado los sucesivos gobiernos británicos”.
El DUP ha retrocedido hacia la derecha y hacia su base, lo que ha abierto un amplio terreno en el centro. El Partido de la Alianza, que se describe como un partido de centro, realizó avances enormes similares a los del Sinn Féin. Se han convertido rápidamente en el tercer partido de Irlanda del Norte.
"Tienen a su comunidad republicana que siempre votará a favor de nuestra unidad, tienen a su comunidad unionista que siempre votará por ello", añadió Hazzard. "Pero ese centro del campo va a ser ahora el lugar decisivo y la política de los últimos cinco o diez años les está haciendo mirar en una misma dirección en estos momentos".
La perspectiva de una Irlanda reunificada ha surgido rápidamente en el horizonte, en gran medida desde la votación del Brexit; por lo que pensar en cómo podría ser en la práctica es incipiente.
Anne Cadwallader es una periodista británica que vive en Belfast desde principios de los años ochenta. Hasta hace poco trabajaba en el centro Pat Finucane, llamado así por el padre de John.
"El Sinn Féin argumenta constantemente ante el gobierno irlandés que deberían empezar a prepararse ya para la unidad, de modo que cuando ocurra no sea una especie de gran shock para el sistema", dice sobre una Irlanda unida.
“¿Cómo sería? Dicen que, si hay una isla unida, no sería sólo el sur con el norte adherido a él, tendría que ser un Estado completamente nuevo".
Hay muchas cuestiones sin resolver y ninguna de las partes parece haber empezado siquiera a enfrentarse a las realidades.
“¿Tendría que haber una nueva bandera? ¿Tendría que haber un nuevo himno nacional? ¿Cómo sería el sistema sanitario? ¿Quién controlaría la educación?", se pregunta Cadwallader.
"Hay que analizar y reflexionar sobre todas esas cuestiones para que, cuando la gente vote, sepa lo que vota".
El Acuerdo de Viernes Santo consagra el derecho a un referéndum sobre la reunificación. Pero el proceso no es homogéneo.
Como parte del Acuerdo, se introdujo en la legislación británica una disposición que permitía la posibilidad de celebrar una consulta de reunificación. La Ley de Irlanda del Norte de 1998 establece que el gobierno británico permitirá una votación "si en algún momento le parece probable que una mayoría de los votantes exprese su deseo de que Irlanda del Norte deje de formar parte del Reino Unido y forme parte de una Irlanda unida".
Pero no está claro qué sería exactamente lo que satisfaría este requisito. Tampoco está claro cuántas personas en la República de Irlanda la apoyarían.
El DUP no respondió a las solicitudes de entrevista.
Matt Kennard es el director de investigación de Declassified UK. Fue miembro y posteriormente director del Centro de Periodismo de Investigación (Centre for Investigative Journalism) de Londres. Síguelo en X @kennardmatt
Foto: DeclassifiedUK