Comencemos hablando sobre el plan actual del Ministerio de las Comunas para reactivar los procesos de toma de decisiones basadas en asambleas, del tipo que Chávez solía promover.
Las comunas y los consejos comunales de Venezuela están saliendo de un periodo de latencia. Su actividad y su impulso habían disminuido significativamente en los últimos años. Una parte importante tanto de los dirigentes como de las bases se había vuelto inactiva, en parte debido al impacto devastador de la situación económica, pero también porque se habían establecido estructuras paralelas que ensombrecían a las organizaciones comunales de formas que estaban lejos de ser productivas.
Por ejemplo, cada consejo comunal tiene un comité de alimentación, pero la introducción de comités de alimentación CLAP paralelos —que fueron nombrados por el partido [PSUV] y no tenían relación con los consejos comunales— creó conflictos y distorsiones a nivel local. Esto condujo a la desactivación de muchos consejos comunales y muchas comunas, y disminuyó su espíritu original de trabajo colectivo.
Todo esto erosionó el espíritu que Chávez inculcó en las comunas. Lo que contemplamos como nuestra tarea principal en el Ministerio de las Comunas es reactivar y redinamizar estos espacios de asamblea.
Las decisiones en un consejo comunal o en una comuna no las pueden tomar sólo dos o tres personas. El objetivo es el autogobierno por y para el pueblo. Es necesario reactivar la asamblea comunal, que es el principal órgano de toma de decisiones en una comunidad. Todos los planes del Ministerio de las Comunas, de conformidad con las directrices del Presidente Nicolás Maduro, ahora se centran en este objetivo. El pueblo debe ser el que tome las decisiones.
¿Qué mecanismos están implementando ustedes para hacer realidad el plan de reactivar las asambleas comunales?
Estamos viajando por todo el país organizando asambleas, pidiendo a las comunidades reactivar los procesos asamblearios y también los comités en cada consejo comunal.
Permítame explicarle esto mejor: hay 49.183 consejos comunitarios en el país, y cada uno tiene unos 20 comités con diferentes cometidos, desde finanzas a deportes, enseñanza y salud. Para abordar un caso específico, cada consejo comunal tiene un comité de salud cuya vocería trabaja con la ciudadanía para identificar y priorizar las necesidades sanitarias.
Pasamos al siguiente nivel: si una comuna tiene 10 consejos comunales, 10 comités de salud se reunirán para identificar los problemas sanitarios en la comuna como un todo y trazar un plan sanitario comunal, que tendrá que ser debatido y ratificado por la asamblea. Finalmente, a nivel global comunal, el plan sanitario se implementa en colaboración con el Ministerio de Salud.
Este proceso permite a las organizaciones comunales identificar sus necesidades desde cero. Así es como emerge el plan de autogobierno de las comunas. Ahora mismo, nos encontramos en la fase de identificar las necesidades, sistematizarlas y trazar los planes de autogobierno en cada consejo comunitario y cada comuna. El objetivo es activar mecanismos de participación para resolver problemas. Esto, a su vez, revivirá el espíritu asambleario que constituía el centro de la visión de Chávez sobre las comunas.
El Presidente Maduro ha hablado de un nuevo método de gobernanza para Venezuela. ¿Esto conecta con el proceso de reactivación de las comunas que acaba de describir?
El presidente ha instado a su equipo de gobierno a idear una nueva forma de gobernar e indicó que ésta debe involucrar a las comunas.
Volvamos al ejemplo de los comités de salud para ilustrar lo que queremos decir con esta nueva forma de gobernanza. Si los consejos comunales, las comunas y los grupos de comunas (que son la manera de convertirse en ciudades comunales) proyectan por sí mismas sus necesidades sanitarias, entonces toda la forma de hacer las cosas cambia. Ya no será un proceso mediante el cual los planes se elaboren en las oficinas con aire acondicionado del Ministerio de Salud.
Una vez concluido este proceso de autoorganización, el Ministerio de Salud puede elaborar un plan nacional de salud basado en los diagnósticos que realizan las personas en sus consejos comunitarios y comunas. Esto no es sólo un sueño; ya está siendo promovido por el presidente y se denomina Plan Comunal de Salud.
Por favor, háblenos de las Consultas Populares Nacionales, más conocidas como “consultas comunales”. Hasta el momento, han habido dos —abril y agosto de 2024— y pronto habrá una tercera. ¿Podría explicarnos el propósito de estas consultas y su funcionamiento?
Una comuna es un grupo de personas que viven en un territorio y que se reconocen a sí mismas como órgano de gobierno y que tienen un plan colectivo. Al promover estas consultas, el Presidente Maduro está pidiendo a las comunas que identifiquen sus propias necesidades y prioridades. Este proceso combina las asambleas con la votación. Es un ejercicio hermoso porque permite a las comunidades visualizar un futuro mejor y al mismo tiempo reconocer que no todas las necesidades se pueden abordar de inmediato.
Así es como funciona: en una comuna o circuito comunal, cada consejo comunal propone tres proyectos que deben tener un amplio impacto en la comunidad, es decir, que atiendan las necesidades de la comuna en su conjunto, no sólo del consejo comunal en particular. Después, la comuna o circuito comunal selecciona siete proyectos en una asamblea. Finalmente, el día de la consulta, mediante voto secreto, la gente vota uno de los siete proyectos y el gobierno financia el proyecto con más votos.
Usted ha mencionado que tanto las comunas como los circuitos comunales participan en el proceso de consulta. ¿Cuál es la diferencia entre ambas?
Hoy día, Venezuela tiene registradas 3.642 comunas y 866 circuitos comunales. Los circuitos comunales son grupos de consejos comunitarios que aún no se han registrado oficialmente como comunas. En algunos casos, no han completado el proceso de formalización de su comuna, mientras que, en otros, el Ministerio ha sido negligente en el proceso de registro.
Estamos trabajando duro para resolver este problema, pero en el ínterin, tanto las comunas como los circuitos comunales participan en el proceso de consulta.
¿Puede decirnos algo sobre el tipo de proyectos que se seleccionan en las consultas comunales?
Actualmente, la mayoría de los proyectos se centran en abordar cuestiones relacionadas con servicios básicos como el agua, la electricidad y la reparación de carreteras. Sin embargo, muchas comunas están reparando escuelas o centros de salud, mientras que otras están promoviendo iniciativas productivas en beneficio del pueblo.
El proceso de deliberación y planificación colectiva que acompaña a las consultas está ayudando a las comunidades a imaginar un futuro mejor y a reactivar la autogestión. En otras palabras, estas consultas no son sólo útiles porque procuran fondos para abordar problemas muy reales, sino porque también fomentan y fortalecen el proceso de autogobierno.
Las consultas han demostrado ser eficaces para alentar el autogobierno. Sin embargo, la cantidad de los fondos para cada proyecto es pequeña. ¿Supone esto una limitante?
Cada proyecto recibe el equivalente a 10.000 $, lo que efectivamente constituye una cantidad reducida, sobre todo teniendo en cuenta que estos proyectos están destinados a tener un impacto positivo en la vida de miles de personas. Nos gustaría que la cantidad de fondos fuera mayor, por supuesto, pero los recursos de nuestro país son limitados debido al bloqueo de Estados Unidos.
Sin embargo, al eludir los canales institucionales tradicionales, como los gobiernos municipales y regionales, los recursos se están entregando directamente del gobierno nacional a las comunas. Esto es parte del nuevo método de gobierno que el Presidente Maduro está promoviendo.
Estas consultas suponen un paso hacia una nueva forma de gobernar en la que el pueblo es el que manda y toma sus propias decisiones. Al respetar lo elegido por el pueblo, el gobierno nacional está fortaleciendo el autogobierno comunal.
Nos estamos acercando a un sistema unificado en el que la gobernanza comienza a nivel de consejo comunal, continúa con la comuna y, finalmente, culmina en las ciudades comunales. Pero estas ciudades comunales no pueden existir sólo en los papeles. Ahora mismo, en los papeles, hay 200 ciudades comunales registradas en el ministerio, pero las ciudades comunales reales y operativas surgirán después de que los consejos comunales se reúnan para construir planes de salud, fusionarlos a nivel de comuna y que, finalmente, se unan múltiples comunas para la creación de proyectos de gobernanza colectiva a nivel de ciudad. Solo entonces veremos el surgimiento de verdaderas ciudades comunales con auténtico autogobierno.
Una vez que un proyecto ha sido elegido a través de un proceso de consulta, ¿es también más fácil llevarlo a cabo en la comunidad?
Por supuesto. No es ningún secreto lo que sucede cuando el estado burgués implementa un proyecto. Los recursos asignados por el gobierno nacional tienden a disminuir significativamente debido a la ineficacia, la corrupción y las comisiones que son inherentes a la lógica del capital. Por ejemplo, si se aprueba un proyecto en Petare, cuando los fondos llegan al barrio, los fondos asignados originalmente se convierten en una fracción de la inversión inicial.
Por el contrario, cuando los recursos se asignan directamente a las comunas, las cosas se desarrollan de manera muy diferente. Las comunas realizan siempre un trabajo de gran calidad. Por ejemplo, si comparamos los resultados entre una empresa a la que contratamos para pintar una escuela y una comuna que asume la misma tarea, casi siempre veremos que la comuna completa la tarea a un costo muy inferior y con mejores resultados. A las empresas las mueve el beneficio, así que suelen utilizar materiales más baratos para luego quedarse para sí mismas gran parte de los fondos. Por el contrario, las comunas invierten en mejores materiales y realizan el trabajo con integridad. El resultado es que el Estado rentabiliza mucho más su dinero cuando trabaja con las comunas.
Las consultas jugarán un papel fundamental en la nueva forma de gobernanza por la que aboga el Presidente Maduro. Esto significa que el proceso debe simplificarse y mejorarse continuamente.
¿Cuáles fueron los principales retos que identificó en los dos primeros procesos de consulta?
En la primera consulta, uno de los principales problemas fue que las instituciones estatales locales y nacionales no se comprometían a ejecutar los proyectos mano a mano con las comunas. Por ejemplo, más del 25 por ciento de las comunas dieron prioridad a proyectos relacionados con el agua, pero las instituciones que se ocupan de los asuntos hídricos tanto a nivel local como nacional no consideraron que estos proyectos fueran su responsabilidad, sino que tenían otras prioridades. Después de identificar este problema, el presidente dio instrucciones a todas las instituciones pertinentes para que apoyaran plenamente los proyectos comunales.
Otro problema relacionado es que meses después de la consulta de abril de 2024, nos encontramos con que alrededor de 1.000 comunas no habían tocado los fondos depositados en sus cuentas bancarias. Al principio, nos preguntamos si había algún problema en esas comunas, pero después de ponernos en contacto con ellas, descubrimos que más del 80 por ciento simplemente estaba esperando asistencia técnica. Sin asistencia, es difícil ejecutar proyectos de infraestructura como agua o electricidad.
Ahora se exige a todas las instituciones que colaboren estrechamente con las comunas: se espera que se sienten con la gente para desarrollar juntos un plan.
Además, si bien 10.000 $ pueden no ser suficientes para abordar todos los problemas, hemos establecido que los proyectos se pueden implementar en fases para permitir mayor financiación.
Las consultas han transformado la relación entre el gobierno y el pueblo. Aunque los recursos son limitados, el impacto ha sido considerable. Construir un muro para evitar un corrimiento de tierras, suministrar agua a 500 familias o devolver la electricidad a una comunidad que lleva años a oscuras son proyectos que realmente marcan la diferencia.
Aún estamos trabajando para superar algunos obstáculos, pero continuamos avanzando.
Actualmente se está celebrando el llamado “Congreso para el Nuevo Bloque Histórico”. Entiendo que las comunas desempeñarán un papel importante en ese congreso. ¿Puede contarnos más al respecto?
El Congreso forma parte de una estrategia más amplia del gobierno y comenzó con la celebración de asambleas de los consejos comunitarios para definir proyectos y planes basados en las necesidades locales. Posteriormente, se subieron al sistema del Ministerio de Planificación, que recoge los planes de autogobierno comunal. Con unos 49.000 consejos comunitarios en Venezuela, lo ideal sería que hubiera 49.000 planes. Aún no hemos llegado a ese punto, pero avanzamos en esa dirección.
La segunda etapa del Congreso es a nivel de comuna o circuito comunal, donde cada uno construye un plan más amplio basado en los planes del consejo comunal y, nuevamente, también sube al sistema un plan unificado de autogobierno.
La tercera etapa, a nivel regional, llegará pronto. Durante este periodo, las comunas de cada estado se reunirán en grandes grupos de trabajo de distintos sectores. Estos planes también se subirán al sistema.
De este modo, el proceso final de deliberación a nivel nacional estará vinculado a lo que la ciudadanía está identificando como problemas en el territorio. Además, las instituciones nacionales, regionales y municipales tendrán un conocimiento exhaustivo de las necesidades de la población, lo que les permitirá diseñar sus planes en consecuencia.
El Congreso está diseñado para transformar la gobernanza, asegurando que responda directamente a las necesidades del pueblo. De ahora en adelante, las instituciones ya no crearán sus planes de forma aislada.
Chávez enfatizó la necesidad de una relación sólida y recíproca entre el poder popular, por un lado, y el gobierno, por otro. Se están dando pasos claros en esta dirección. ¿Tiene alguna reflexión general sobre el asunto?
En primer lugar, debemos recordar el discurso de Chávez sobre el “Golpe de Timón” de octubre de 2012. En ese discurso, llegó a considerar la posibilidad de eliminar el Ministerio de las Comunas, porque le parecía que los demás ministerios no apoyaban la organización comunal, ya que para ellos las comunas eran responsabilidad exclusiva del Ministerio de las Comunas. Seguimos enfrentándonos a este reto, aunque está empezando a cambiar.
En segundo lugar, desde hace algún tiempo, ha habido una falta de conexión entre el poder popular y algunas autoridades locales, a las que podríamos llamar “poderes de facto”. Estas personas a menudo tratan de controlar el poder popular, causando tensión y desgastando el movimiento de las bases. Los líderes de los partidos y los funcionarios electos deben reconocer a las organizaciones comunales en su área, y entender que los voceros de base son legítimos porque son elegidos a través de elecciones participativas, libres y directas. La filosofía de Chávez era poner al pueblo en primer lugar, pero todavía hay quien intenta socavar o controlar los organismos comunales.
Una de las labores del Ministerio de las Comunas es promover un mejor entendimiento entre las comunas y los poderes de facto en los territorios, asegurándose de que no haya divisiones dentro del chavismo. Estamos haciendo avances en este aspecto. La comuna no es un sector más: no es un cuarto nivel de gobierno ni un sexto poder, como dicen algunos. La comuna es la base del nuevo Estado comunal que imaginó Chávez. Trabajamos sin descanso para hacer realidad este nuevo Estado, que acabará asestando un golpe definitivo al Estado burgués.
Foto: Venezuelanalysis