Social Justice

El 30 por ciento de la población de Polonia vive en las "zonas libres de LGBT"

En toda Polonia, las autoridades locales han declarado sus jurisdicciones "zonas libres de LGBT". Un activist polaco esta luchando para sacarlo a la luz.
En enero, bajo un cartel que demarca los límites de una ciudad polaca de Puławy apareció un cartel amarillo. El cartel se parece a las señales de advertencia de las zonas militares protegidas y dice, en polaco, inglés, francés y ruso, "zona libre de LGBT".
En enero, bajo un cartel que demarca los límites de una ciudad polaca de Puławy apareció un cartel amarillo. El cartel se parece a las señales de advertencia de las zonas militares protegidas y dice, en polaco, inglés, francés y ruso, "zona libre de LGBT".

Señales como la de Puławy aparecieron en otros lugares de Polonia. Forman parte de un proyecto más amplio del activista Bart Staszewski. El problema sobre el que Staszewski intenta llamar la atención es muy real. En los últimos meses, las autoridades de diversos niveles de gobierno local -incluido el ayuntamiento de Puławy- han estado declarando sus jurisdicciones "zonas libres de LGBT".

Actualmente, alrededor del treinta por ciento de la población de Polonia vive en las "zonas sin LGBT". Las zonas se concentran principalmente -pero no exclusivamente- en el sudeste del país, una región del país conocida por su conservadurismo, su religiosidad tradicional y su subdesarrollo. Sin embargo, presentar esta ola de declaraciones homófobas como si estuviesen motivadas únicamente por los sentimientos locales es sólo la mitad de la historia. Las declaraciones de "zonas libres de LGBT" no pueden ser llamadas legítimamente un fenómeno que venga de abajo.

Las declaraciones homófobas

Hay dos tipos de declaración.

La primera es un documento explícitamente homófobo. No hay un modelo uniforme para las declaraciones de este tipo, pero muchas de ellas expresan preocupación por "la introducción de la ideología LGBT en las comunidades de los gobiernos regionales". Los defensores de las declaraciones en las autoridades locales insisten en que su objetivo no son las personas que se identifican como LGBT+ sino la "ideología" que socava los valores tradicionales y católicos, los roles de género e, implícitamente, el orden social.

Además, las declaraciones se refieren a menudo a la educación sexual como una de las principales vías a través de las cuales se adoctrina a los niños con la "ideología LGBT". También afirman que las declaraciones se introducen en respuesta a las acciones de los políticos a nivel nacional que amenazan los valores ya mencionados.

El segundo tipo es una "Carta de Derechos de la Familia del Gobierno Local". A diferencia de su primo explícitamente homófobo, éste no se refiere ni a la "ideología LGBT" ni a las personas no heteronormativas. Más bien introduce valores conservadores aparentando defender a la familia como entidad protegida por la Constitución polaca. Lo que comparten con sus homólogos homófobos es el ideal de la familia: patriarcal, excluzendo implícitamente todos los demás modelos, ya sean hogares no heteronormativos o simplemente monoparentales. La carta está dirigida implícitamente a las ONG que luchan también contra la violencia doméstica - todo en nombre de la santidad de la familia como unidad.

Además, en las cartas se menciona que los padres tienen amplios derechos a decidir la educación de sus hijos, en particular su derecho a examinar qué organizaciones participan en las actividades escolares, con el pretexto de proteger el bien de los niños y las familias. Sin embargo, el contexto en el que aparecieron esas declaraciones deja clara su intención: se trata de la educación sexual y de las ONG que buscan fomentar la tolerancia y la diversidad, que la extrema derecha religiosa de Polonia percibe como la fuente de una pérdida de moral.

Inspirados de Oriente, inspirados de Occidente

Las cartas de derechos de la familia han sido redactadas por Ordo Iuris, una organización con lazos financieros e ideológicos con un culto religioso brasileño "Tradición, Familia, Propiedad". Ordo Iuris también inspiró las versiones más abiertamente homófobas.

El culto brasileño ha sido excomulgado por la Iglesia Católica brasileña. En Polonia, sus apoderados también han sido criticados por la jerarquía católica, pero el Ordo Iuris parece haber sido una excepción. Una de las razones es que tanto el Ordo Iuris como la iglesia católica polaca comparten la misma postura extremista sobre el aborto.

El lenguaje de las declaraciones y cartas es una amalgama peculiar, inspirado tanto en Oriente como en Occidente.

La "ideología LGBT" (o, en una iteración anterior, "ideología de género") tiene una sorprendente semejanza con la noción de "propaganda homosexual" del infame estatuto ruso de 2013. Ambas nociones se refieren a actividades que se supone que promueven la tolerancia de la comunidad LGBT+ y, en particular, ayudan a los jóvenes LGBT+ a aceptar su actividad sexual. Además, la "ideología" y la "propaganda" son nombres equivocados deliberadamente porque se dirigen efectivamente a los individuos de la comunidad LGBT+: una expresión de la "ideología LGBT" o de la "propaganda gay" puede ser incluso una muestra pública de afecto por una pareja no heterosexual.

Las declaraciones y cartas también se han inspirado en Occidente. Específicamente, emulando la retórica de los derechos religiosos de los EE.UU., utilizan el lenguaje de la libertad así como los derechos de los padres y los niños. Presentan la adopción de la carta o la declaración como un acto de autodefensa de una comunidad contra la imposición externa de un estilo de vida y valores que los locales no aprueban.

Influencia desde arriba

En esta presentación como actos de desafío local contra la desmoralización externa, las cartas y declaraciones polacas se asemejan también a los acontecimientos en Rusia y los Estados Unidos. En Rusia, entre 2006 y 2013, hubo nueve casos diferentes de prohibiciones regionales y locales de "propaganda gay", introducidas antes de que se aprobara el estatuto nacional. Análogamente, en los Estados Unidos el nivel local y estatal es un conocido campo de prueba para la legislación.

Sin embargo, las declaraciones y cartas locales polacas no son un fenómeno de base. Más bien, se inspiran desde arriba para la conveniencia del partido gobernante “Ley y Justicia”.

Las tácticas de movilización del partido “Ley y Justicia” se han basado en señalar a grupos específicos como enemigos. Tras la campaña xenófoba de miedo contra los refugiados durante la crisis de los refugiados en 2015, el partido gobernante ha señalado a la comunidad LGBT como la fuente de la amenaza interna. Encontró un probable aliado en la iglesia católica cuyos representantes compararon la no heteronormatividad con las ideologías totalitarias y hablaron de la "plaga del arco iris".

La derecha polaca quiere retratar el actual conflicto político como el que se da entre los verdaderos polacos, que veneran la tradición y respetan los valores tradicionales, concentrados en su mayoría en pueblos medianos y pequeños, y los habitantes de las grandes ciudades infectados con ideas del extranjero. También hay una dimensión de clase implícita: los habitantes de las grandes ciudades son una élite corrupta que desprecia la sensibilidad de la gente común y trabajadora.

El presidente del partido gobernante “Ley y Justicia”, Jarosław Kaczyński, llamó a la no-heteronormatividad una "cosa importada". Es importante recordar este contexto nacional mientras se consideran las declaraciones locales de "zonas libres de LGBT" y las cartas de derechos de la familia. En lugar de ser expresiones del sentimiento local, los miembros regionales del partido “Ley y Justicia” las utilizan como instrumento de movilización política y para demostrar a los dirigentes del partido su compromiso activo.

Oposición desde abajo

El ambiente en los lugares y regiones declarados "sin LGBT" se vuelve sofocante, como lo ha expresado Tomasz Kitlinski, un activista LGBT+ y profesor de la Universidad Maria Curie-Skłodowska en Lublin. Todo el voivodato de Lublin se declaró "zona sin LGBT". "Por primera vez en mi vida - dijo Kitlinski en una de las entrevistas - los jóvenes (LGBT+) me preguntan qué hacer, si deben quedarse en Lublin o dejar la región o incluso Polonia".

El propio Kitlinski se quedó y habló en contra de la declaración de las autoridades del voivodato. No es el único activista local que lo ha hecho. El proyecto de Staszewski también está diseñado para demostrar la oposición a nivel local: se invita a los locales a hacerse fotos junto a los carteles de "zona sin LGBT" en sus ciudades. Recientemente aparecieron en los edificios de las autoridades locales carteles que declaran la ciudad de Ponzań “LGBT+ friendly”. Fueron colocados por el Grupo Stonewall, una organización por los derechos de los LGBT+ con sede en Poznań. El alcalde de una pequeña ciudad de Włodawa, en el voivodato de Lublin, se pronunció cuando las ciudades francesas asociadas cortaron los lazos con sus homólogos polacos, después de que estos últimos adoptaran las declaraciones de las cartas.

Las declaraciones y cartas, aunque forman parte del fenómeno internacional más amplio que es la respuesta reaccionaria, tienen un particular sabor polaco. Gran parte de ello tiene que ver con la historia del país, en particular la del Holocausto y el antisemitismo. No es necesario escribirlas en letra negra alemana para ilustrar vínculos con los nazis que declaran Judenfrei (sin judíos) ciertos lugares y espacios.

Esto no quiere decir que los propulsores de las declaraciones y cartas sean nazis o antisemitas, aunque, francamente, no se puede descartar esto último. Se trata más bien de señalar que, si bien no hay nada jurídicamente vinculante en las declaraciones y cartas, no son intrascendentes. Son un medio formal de ejercer presión informal sobre las instituciones públicas, como las escuelas. Y por eso la oposición efectiva tiene que venir de abajo si se quieren contener los efectos más perniciosos de las declaraciones y cartas.

El partido político “Ley y Justicia” quiere que creamos en la división entre las elites corruptas de las grandes ciudades y la gente común pura y tradicional. Esta es una imagen espejo de la noción elitista y clasista sobre la plebe atrasada que no conoce la cultura y la diversidad. De hecho, ninguna de las dos cosas es cierta. Lo que sí es cierto es que la oposición contra el miedo se da tanto a nivel central como local. Y esta última es la más importante para contener los efectos más perniciosos de las declaraciones y cartas.

Available in
EnglishGermanFrenchPortuguese (Brazil)SpanishRussian
Author
Jan Smoleński
Translator
Arturo Romero
Date
10.05.2020
Source
Original article
Privacy PolicyManage CookiesContribution Settings
Site and identity: Common Knowledge & Robbie Blundell